La historia de Sid, el músico de los Sex Pistols que fue acusado de matar a su novia a puñaladas

Sid Vicious nunca se consideró un músico y su llegada a la banda más emblemática de punk a nivel mundial se dio por fortuna. En 1978 fue arrestado por la muerte de Nancy pero nunca hubo juicio
Fernando Franco Fernando Franco Publicado el
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El amor, ese ente metafísico y abstracto que es dual pues se pinta de blanco, pero también de negro, y transita de lo bello a lo trágico en un chistar de dedos, es reconocible, por todos lados, en la historia de Sid y Nancy, la pareja punk más popular en la historia de la música.

Sid Vicious, cuyo verdadero nombre era Simon John Ritchie se enamoró una sola vez en su vida (murió a los 21 años). Nancy, su novia, era la indicada, decía siempre.

Vicious era el bajista de la legendaria banda de punk Sex Pistols aunque, en realidad, nunca se consideró musico – en la definción exquisita de la palabra -, en un discurso que denotaba una actitud punk y radical que, de la misma manera, se notaba en las notas que emanaban de sus dedos.

El nacido en el barrio londinense de Lewisham, el 10 de mayo de 1957, conoció a Nancy a comienzos de 1977. A partir de ese momento lo bello y lo trágico se hicieron presentes en su relación.

HEROÍNA Y DESTRUCCIÓN

Sid, hijo de Anne McDonald y John Ritchie, un trombonista de jazz que a la vez era guardia del Palacio de Buckingham, fue un chico agresivo durante su corta vida.

Dentro de las anécdotas del rock and roll, y el punk más estridente, se encuentra aquella de 1976 cuando tras enterarse de que había sido considerado para ser el vocalista de la icónica banda The Damned, pero no le habían avisado de la audición, arremetió contra quien se había “quedado en su lugar”

Durante una presentación de la banda en el 100 Club Punk Festival, Vicious le aventó un vaso de cristal al ya vocalista Dave Vanian pero no acertó y golpeó a una joven en el rostro, lo que le costó una condena en el Ashford Remand Centre por agresiones.

Según Sid, Dave Vanian y compinches complotaron en su contra para que no le avisaran de la audición. Ser vocalista de The Damned era uno de “sus sueños” aunque, lo cierto, es que hay versiones que aseguran que el bajista de los Pistols sí fue avisado pero no se presentó por “olvidadizo”.

La adicción de Vicious a la heroína comenzó con los reflectores de los medios, quienes volteraron a él tras debutar con los Pistols el 28 de marzo de 1977, en el Notre Dame Hall de Londres a los 19 años.

Aunque en septiembre de ese año los Sex Pistols grabaron el gran álbum Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols, Sid no pudo interpretar los temas, los cuales al final fueron tocados por Steve Jones (guitarrista de la banda), lo que significó un duro golpe para el joven quien ya era admirado por su actitud punk en el escenario.

Sid sólo duró un año con los Pistols (1977-1978). Tras una gira por Estados Unidos, en donde en algunos bares de Texas fueron agredidos por “rancheros” con botas y sombrero que les aventaron botellas, una de las cuales alcanzó al bajista, consumó su adicción a la heroína.

Otra de las anécdotas que no están grabadas con letras de oro en la historia del rock and roll fue cuando Vicious fue encontrado en un hospital, después de que saliera del Holiday Inn en Memphis, Tennessee, en busca de drogas, con una inscripción en el pecho grabada con un cuchillo que decía gimme a fix (dame una dosis).

Su destino estaba marcado.

VAMOS A SUICIDARNOS… LA EFÍMERA RELACIÓN ENTRE SID Y NANCY

Nancy Spungen era una fan estadounidense de los Pistols. Cuando Sid la conoció de la mano y palabras de Johnny Rotten, cantante de la banda, la heroína los unió de manera inmediata.

Tras la separación de la banda, en 1978, Nancy quiso llevar a buen puerto la carrera de Sid e incluso, como manager, le consiguió algunas entrevistas en medios, en donde ambos salían completamente drogados.

En una relación de amor y odio (cuando peleaban, los golpes se hacían presentes) Nancy le organizó algunos conciertos a Sid, sin embargo las crónicas periodísticas de aquel entonces las tacharon como “mediocres”, debido a que el joven estaba sumergido en la heroína.

De esta etapa quedó un álbum de mediana calidad, editado actualmente con el titulo Sid Sings (1979), que el bajista grabó junto a The Idols, la efímera banda de punk que después dio paso a los New York Dolls.

Fue un 12 de octubre de 1978, después de una escandalosa noche llena de barbitúricos y heroína en la habitación 100 del mítico Hotel Chelsea, en Nueva York, cuando Nancy fue hallada en el piso apuñalada. Sid descansaba a su lado, con el cuerpo lleno de sangre y un cuchillo en la mano.

Dicen las anécdotas de ese año, aquellas cuyos diarios neoyorkinos replicaron sobre manera, que la pareja había acordado suicidarse y que, al final, Sid, no lo había podido hacer debido a lo drogado que estaba, quedándose dormido después de asesinar a Nancy.

Aunque en realidad nunca se supo si el exbajista de los Pistols había cometido el crimen sí fue declarado culpable pues él mismo confesó el crimen, del cual, después, en el juicio, se deslindó declarándose inocente.

Tras ser acusado de homicidio en segundo grado, y pagar 50 mil libras esterlinas, Sid quedó libre con algunas restricciones en su andar, como presentarse continuamente a un juzgado.

En el documental ¿Quién mató a Nancy?, realizado por Alan Parker, se deslinda completamente al músico del crimen, el cual se le achaca a alguien llamado Michael, un ratero de poca monta que convivía con músicos de la época y el cual, supuestamente, asesinó a Nancy para quitarle algunos dólares, ante la mirada pérdida de un Vicious completamente drogado.

Nunca se supo la verdad.

THIS IS THE END

Sid murió a los 21 años por una sobredosis de heroína. Poco después de haber salido de la cárcel, y en espera del juicio final que definiría su situación legal, el bajista “festejó” en casa de su pareja Michelle Robinson su regresó a las calles.

Debido a que había pasado un tiempo en prisión Sid estaba limpio. Cuentan las anécdotas, aquellas que a veces son difíciles de corroborar, que alguien en la fiesta le regaló una buena dosis de heroína por su liberación.

Michelle encontró el cuerpo de su entonces novio a la mañana siguiente. En su chamarra se hallaba una nota que decía: “Hicimos un pacto de muerte, yo tengo que cumplir con mi parte del trato; por favor entiérrenme al lado de mi nena”, en referencia a Nancy.

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