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Se trata de una saga de videojuegos que simulan una conducción profesional de automóviles Foto: Especial

¿Jugar videojuegos es bueno? La historia del chico que pasó de jugar Gran Turismo a piloto profesional

A sus 19 años, Jann venció a otros 90 mil jugadores de élite en el campeonato, por lo que se le dio la oportunidad de correr un auto Nissan en la vida real

¿Jugar videojuegos es bueno? La película de Gran Turismo, una saga de juegos de conducción de PlayStation, presenta una peculiar historia: la de un chico cualquiera que pasó de jugar este simulador de automóviles a convertirse en un piloto profesional de carreras.

¿Qué es Gran Turismo?

Se trata de una saga de videojuegos que simulan una conducción profesional de automóviles en competiciones de alto nivel, por lo que se alejan de la fantasía de otros juegos como Super Mario Bros.

De hecho, esta película es parte del fenómenos de las adaptaciones de videojuegos al cine y la televisión, como sucedió con Super Mario Bros., Sonic y la reciente serie de HBO, The Last of Us.

Pero, al contrario de otros videojuegos, Gran Turismo no cuenta con alguna historia o narrativa en su videojuego; por lo que los productores decidieron adaptar una historia real: la de Jann Mardenborough.

La historia real de Gran Turismo

Todo comienza con Jann Mardenborough, un chico que podría parecer, superficialmente, como un holgazán pues le dijo a sus padres que no quería ir a la universidad sino jugar videojuegos.

El objetivo de Jann era convertirse en un gamer profesional por lo que fue en el 2011 cuando entró a GT Academy, una competencia vía online del videojuego Gran Turismo que fue organizada por Nissan y PlayStation.

El sueño de ser piloto

El premio de esta competición era que los mejores jugadores pasarían a una prueba real en un coche de verdad, pues el objetivo del videojuego es representar al máximo la conducción de un automóvil.

A sus 19 años, Jann venció a otros 90 mil jugadores de élite en el campeonato, por lo que se le dio la oportunidad de correr un auto Nissan en la vida real.

Un accidente mortal

Esta historia se presenta con más detalles en la película, pero lo que llama la atención es que también se muestra un fuerte accidente que sufrió Jann en la vida real.

Y es que en la cinta se observa que Jann trata de adelantar a su competencia durante un circuito de Alemania; sin embargo, en el intento, acaba perdiendo el control de su auto y se precipita hacia los asistentes, lo que causa la muerte de una persona.

El accidente sucedió en el 2015, cuando The Guardian publicó un comunicado en el que confirmó que el coche se salió de la pista y saltó la valla de contención aterrizando sobre su techo en una zona de espectadores.

Lamentablemente, en el lugar, resultaron varios heridos y un muerto, quien falleció debido a las graves heridas del accidente.

Si bien este accidente sí sucedió, de acuerdo con Jann fue en el 2015 y no en el 2013 como se menciona en la película; ya que fue un punto importante para su carrera y vida.

De hecho, según Jann, no quiso cambiar nada en la película sobre lo que le sucedió en la vida y en lugar de maquillar el accidente aprobó que se mostrara este accidente pues fue un duro acontecimiento.

Una película con calidad

Dirigida por Neill Blomkamp, conocido gracias a títulos de ciencia-ficción como Distrito 9 (2009) y Elysium (2013), e interpretada por nombres como Orlando Bloom y la que fuera miembro de las Spice Girls Geri Halliwell, la película cuenta con la participación del propio Mardenborough en calidad no solo de asesor sino también de piloto especialista en las escenas de carreras.

Cabe recordar que actualmente, la saga de videojuegos Gran Turismo se compone de siete entregas que, hasta 2022, habían generado más de 5 mil millones de euros en ventas en todo el mundo.

A lo largo de los años, cada una de ellas ha ido ofreciendo una simulación más avanzada y realista que la anterior, ofreciendo a los usuarios la posibilidad de correr virtualmente en reproducciones extremadamente fieles de circuitos emblemáticos a bordo de modelos recreados con todo detalle, y exigiendo de ellos casi tanta precisión como si estuvieran compitiendo al volante de un coche de carreras real.

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