La capital neoleonesa es conocida por muchas cosas, sus montañas y su comida, su industria y su gente, pero desde hace algunos años hay quienes buscan que esta metrópoli mexicana sea conocida también por su producción cultural.
Catalina Escamilla y Rodrigo Odriozola, junto con el estudio de diseño Monumento, fundaron en 2018 la Feria de Arte Mexicano Accesible (FAMA) un espacio que busca posicionarse como una plataforma para que artistas del Norte, y más recientemente de otros lados del país, se incorporen al mundo de la exhibición y conectarlos con gente dispuesta a coleccionar sus obras.
Son muchas las ferias de arte en México, quizá la más conocida es Zona MACO, pero su importancia para la comunidad radica no en la cantidad, sino en el enfoque particular que cada una promueve. En palabras de Rodrigo Odriozola la necesidad de este tipo de eventos recae en “el apoyo al arte y a su creador”, señala el fundador de FAMA, quien agrega que “este tipo de plataformas ayudan a visibilizar su trabajo y darle una salida comercial”.
“Puedes llegar y encontrar familias, muchos niños pues tenemos un espacio para que puedan entretenerse, personas de la tercera edad, somos también pet friendly y en ocasiones hay grupos escolares. Todos los que van son personas que van a festejar el arte”
Rodrigo también menciona que esta feria es especialmente importante para los creadores de Monterrey, pues buscan que los artistas regionales puedan encontrar espacios de exhibición en su lugar de origen. “Es lo que queremos aportar para la ciudad, ser parte del ecosistema cultural y proporcionar un proyecto fuerte, con validez y que contribuya a la comunidad”, señala.
La aportación que Catalina, Rodrigo y todo el equipo de FAMA realizan en la ciudad de las montañas no pasa solo por ser un escaparate comercial para artistas emergentes, ellos quieren ir más profundo.
“Estamos creando comunidad a través de la feria. FAMA es un lugar de encuentro para los artistas, durante el evento tenemos una serie de charlas en las que se acercan diferentes perfiles del mundo artístico como curadores, gestores y los mismos creadores y durante todo el año procuramos estar presentes con ciertas activaciones”, apunta el fundador de la Feria.
Odriozola señala que artistas locales cuya obra fue exhibida en las primera ediciones de FAMA, cuyas piezas los impulsan a tener una mediana carrera, siguen cercanos al proyecto, mientras que buscan continuar con este legado al incluir a artistas jóvenes como los dos estudiantes de la UDEM que se presentan este año.
Democratizando el arte
Esta feria lleva en su nombre un calificativo poco asociado con el arte: Accesible. Para FAMA está accesibilidad empieza por el precio de las piezas, el costo de las obras en esta edición comienza en los mil 500 pesos y termina en 60 mil pesos más IVA; sin embargo, en opinión de su fundador, la accesibilidad no termina ahí.
“Creamos una feria muy amigable para todo el mundo. Es un lugar de encuentro, pueden venir en familia, con amigos, que recibe a cualquiera y que la gente no sienta que no pertenece”, comenta Rodrigo.
FAMA tiene en la mira convertirse en un punto de referencia en el ecosistema del arte en el norte del país y en México en general, parte de lo que sustenta el proyecto es la calidad de sus colaboradores, muestra de ello es la colocación de más de mil 500 obras de arte de los 150 creadores que han participado en la feria. Para seguir ofreciendo esta calidad el comité de selección lo integran este año expertos del mundo del arte como Isaac Olvera, artista multidisciplinario, Sofía Castillo, art dealer, Leticia Pardo, directora creativa del Art Institute of Chicago.
Como parte de las novedades de este año se encuentra el pabellón organizado por Arquitectas.MX, un movimiento que impulsa, moviliza y visibiliza el papel de las mujeres en la arquitectura
FAMA pretende convertirse en un referente del arte a nivel nacional, un evento obligado para los mejores curadores del país y que refleje los hitos artísticos mexicanos. “Vamos por buen camino. Queremos reforzarlo más aquí en Monterrey, que crezca más, tener cada año más sold outs de artistas que acaben con el estante vacío y que cada vez más gente de fuera se interese por el proyecto”, apunta Rodrigo, quien también señala que ya han recibido invitaciones para replicar la feria fuera de Monterrey y que quizá muy pronto den noticias en ese frente.
