La feminista que enfrentó a Díaz

La duranguense nacida hace 143 años fue periodista, editora, precursora del voto de la mujer y opositora a la administración de Porfirio Díaz
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Toda mujer revolucionaria debe ser reconocida no sólo por sus seguidores o investigadores, sino por las personas que creen en la justicia y la verdad.

Este día se conmemorará la vida y obra de Juana Belén Gutiérrez, una mujer duranguense nacida hace apenas 143 años, el 27 de enero de 1875, quien fuera periodista, editora y precursora del voto de la mujer a través de sus letras y la educación que le brindaba a sus alumnas cuando fungía de pedagoga.

Juana Gutiérrez será recordada en un evento realizado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de los Revolucionarios de México (INEHRM) en conjunto con el Tribunal Estatal Electoral de Chihuahua.

Las actrices Inet Simental y Rocío García realizarán una lectura dramatizada en la que narrarán pasajes de la vida de la editora de diarios como “Vésper” y “El desmonte”.

Las ideas liberales, los actos de lucha y pensamiento pro impulso de la mujer son rasgos que caracterizaban a Juana quien, con los pantalones bien puestos y la mirada bien enfocada, reflejó en sus escritos su carácter opositor.

Juana Belén Gutiérrez fue hija de Santiago Gutiérrez Lomelí, un campesino de jalisciense quien había emigrado en busca de mejores oportunidades de trabajo, y de Porfíria Chávez, mujer devota y rígida.

La familia Gutiérrez Chávez se estableció en una hacienda del pueblo de San Pedro del Gallo, Durango, un lugar que era paso obligado de arrieros que caminaban hacia otro lugares, tal vez lejos de la pobreza o por simple azar de seguir y encontrar algo más. Era un lugar enclavado en una zona aislada del movimiento migratorio entre los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila.

En San Pedro del Gallo existía un ojo de agua, que en aquellos años era abundante, y había también, por la gran cantidad de agua, una vasta extensión de plantas llamadas Tule de cuya hoja los habitantes fabricaban sillas o canastas.

A los 22 años, Juana Gutiérrez, un joven de cabello oscuro y rasgos finos, empezó a colaborar en periódicos locales como “El Diario del Hogar” y “El Chicano”, haciéndolo de manera anónima.

Animada por la difícil situación de vida de los mineros, sus letras constituían denuncias que los ojos de la duranguense veían y por lo que al descubrir su identidad fue encarcelada

Publicó el semanario “Vésper”, con el lema “¡Justicia y Libertad!”, el cual le sirvió para criticar y atacar a la administración de Porfirio Díaz y a la Iglesia, dándose a conocer dentro del círculo de los liberales opositores, lo que sería un empuje de expresión de sus ideas en varias épocas de su vida.

Gutiérrez fue también precursora del voto de la mujer, reclamando sus derechos como fémina y como revolucionaria. Su arma de lucha fue siempre su pluma, extensión que hoy en día sigue siendo la bala de muchos y pistola de otros.

El feminismo lo promulgó como garantía del movimiento reivindicador y lo contrastaba con la defensa de los intereses de la nación mexicana.

Asimismo, Juana Belén fue una mujer educadora, papel que fungió en torno al mejoramiento de la educación femenina para que sus alumnas no cayera en la miseria.

La única batalla que no pudo defender Belén fue el enfrentamiento con la muerte un 13 de julio de 1942, acto que ni el máximo alentador de feministas, educador o escritor puede ganar.

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