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La falta de vitamina D es un peligro

Expertos de la Universidad Johns Hopkins realizaron un estudio a más de 6 mil pacientes en el que determinaron que el déficit de esta vitamina está ligado al aumento de padecer la enfermedad pulmonar intersticial

¿Cuántas veces a la semana comes pescado? ¿Cuánto tiempo tiempo te expones al Sol? Sabías que pasar 15 minutos al día disfrutando de los rayos solares y tener un régimen alimenticio compuesto de pescado podría salvarte de padecer una de las mayores enfermedades progresivas, incapacitantes e irreversibles.

Una nueva investigación descubrió que el déficit de vitamina D en la concentración sanguínea aumenta el riesgo de sufrir la enfermedad pulmonar intersticial (EPI), un grupo de trastornos, relativamente raros, que se caracterizan por la inflamación y la formación progresiva de cicatrices en el tejido pulmonar, y pueden provocar un daño.

De acuerdo con el estudio de Johns Hopkins, en los Estados Unidos se diagnostican 200 mil casos al año, la gran mayoría de ellos producidos por toxinas ambientales como el asbesto o el polvo de carbón, pero también a causa de algunas enfermedades autoinmunitarias, debido a infecciones, a los efectos secundarios de los medicamentos y, en ciertas ocasiones, por causas desconocidas. La mayoría de los pacientes no sobrevive por más de cinco años.

Por ello, los investigadores se dieron a la tarea de recopilar información de más de 6 mil adultos para encontrar factores nuevos con la posibilidad de ser tratados y ser identificados con imágenes por tomografía computarizada, que estuvieran vinculados a los primeros indicios de la enfermedad para poder ayudar a guiar las futuras estrategias preventivas.

Los resultados de los análisis, publicados en la revista Journal of Nutrition, indican que el déficit de vitamina D puede ser uno de los factores activamente implicados en el desarrollo de la enfermedad pulmonar.

La información de Johns Hopkins respalda la necesidad de realizar estudios futuros para investigar si este déficit puede responder al tratamiento médico, ya sea con suplementos o con la exposición solar, para potencialmente prevenir o retrasar el progreso del trastorno en aquellos que se ven amenazados por ella.

La relevancia del estudio es porque actualmente no existe ningún tratamiento comprobado, o cura, para la enfermedad pulmonar intersticial

“Ya sabíamos que la hormona activada de la vitamina D posee propiedades antiinflamatorias y que ayuda a regular las alteraciones del sistema inmunitario causadas por la EPI”, explica Erin Michos, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

Y agrega que “en la literatura existente hay pruebas de que la vitamina D juega un papel importante en las enfermedades pulmonares obstructivas y el asma, ahora hemos descubierto que también existe un vínculo con este tipo de enfermedad pulmonar con tejido fibrótico”.

La investigación

Michos y su equipo utilizaron los datos del Estudio Multiétnico de Ateroesclerosis, que reclutó a 6 mil 814 personas entre el 2000 y el 2002. La edad promedio de los participantes fue de 62 años, y un 53 por ciento fueron mujeres, 38 por ciento de los participantes fueron blancos, 28 por ciento afroamericanos, 22 por ciento hispanos y 12 por ciento chinos.

Durante la primera visita a la clínica, miembros del personal tomaron muestras de sangre de cada participante para medir, entre otras cosas, las concentraciones de vitamina D. A aquellos con concentraciones con menos de 20 nanogramos por mililitro— un 20 por ciento de los participantes— se les clasificó como pacientes con una concentración del nutriente de nivel “intermedio” aunque no óptimo, mientras que a aquellos con concentraciones de 30 nanogramos por mililitro o más, se les clasificó como pacientes que contaban con las concentraciones o niveles recomendados.

A todos los participantes les hicieron tomografías computarizadas del corazón durante su primera visita, y también durante las consecutivas; esas imágenes brindaron una visualización parcial e incidental de los pulmones.

Durante el décimo año, las tomografías de los pulmones de 2 mil 668 de los participantes fueron evaluadas por un radiólogo para detectar la presencia de tejido cicatrizado y otras anomalías.

Los participantes con un déficit de vitamina D manifestaron, como promedio, un volumen elevado de manchas pulmonares claramente visibles, lo que sugiere un daño en los tejidos, en comparación con aquellos con niveles adecuados de esta vitamina.

Estas diferencias se detectaron después de implementar ciertas modificaciones, entre ellas, la edad de los participantes y sus factores de riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares debido a su estilo de vida, como: si eran fumadores o no, un cálculo de la cantidad de los paquetes de cigarrillos fumados durante sus vidas, el sedentarismo y la obesidad.

Al examinar los datos de las tomografías de los pulmones, los investigadores explicaron que también las personas con un déficit de vitamina D de nivel intermedio tenían una propensión de un 50 a 60 por ciento de manifestar anomalías en sus tomografías pulmonares, una indicación de los primeros síntomas de la enfermedad pulmonar intersticial, comparados con aquellos con niveles óptimos de vitamina D.

“Nuestro estudio propone que los niveles adecuados de vitamina D son un factor importante de la salud pulmonar. Ahora debemos considerar añadir su déficit a la lista de factores vinculados a los procesos patológicos, junto a los factores de riesgo de la EPI ya conocidos, como las toxinas ambientales y el tabaquismo”
Erin MichosMédico

Además cree que “es necesario realizar más investigaciones para determinar si la optimización de las concentraciones de vitamina D en la sangre puede prevenir o retardar el progreso de las enfermedades pulmonares”.

Funciones

La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, un mineral que sirve para la formación normal de los huesos

En la niñez el cuerpo utiliza el calcio y el fósforo para producir huesos

La deficiencia de vitamina D puede producir osteoporosis en adultos o raquitismo en niños

Fuentes alimenticias

Muy pocos alimentos contienen vitamina D de manera natural. En consecuencia, muchos son enriquecidos con esta vitamina

El cuerpo produce la vitamina D cuando la piel se expone directamente al Sol

Los pescados grasos (atún, salmón y caballa) están entre las mejores fuentes de vitamina D

El hígado de res, el queso y las yemas de los huevos suministran sólo pequeñas cantidades

Algunos champiñones que están a la venta en tiendas tienen un mayor contenido de vitamina D

La mayor parte de la leche en los Estados Unidos viene fortificada con 400 UI de esta vitamina

La vitamina D se le agrega a muchos cereales, jugos y yogurts para el desayuno

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