Después de dos años de confinamiento, las actividades presenciales al fin se recuperan en los espacios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y su ya tradicional Festival Internacional de Cine, FICUNAM, no podía quedarse atrás en su décima segunda edición.
Las modalidades híbridas conquistaron a millones de personas alrededor del mundo, incluidos los mexicanos, por lo que el Festival decidió seguir extendiendo su oferta fílmica para el resto del país; así, de sus 170 producciones, tanto cortometrajes y largometrajes, más de 40 títulos llegarán a plataformas en línea y canales televisivos culturales.
“Justamente, lo que queremos es no dejar desatendido a este público después de la pandemia, que recibiera la oferta de FICUNAM, muchos nos dijeron ‘no nos olviden ahora que vuelvan a las salas’, ese fue un mensaje que nos llegó reiteradamente del interior de la República y que dijimos ‘es un público que ya ganamos y no podemos desatender’ e intentamos tener este equilibrio”, platica, en llamada, Abril Alzaga, directora ejecutiva del Festival.
Al retomar las actividades presenciales, FICUNAM también logró acrecentar su presupuesto, aunque no ha logrado la cifra previa al confinamiento de 10 millones de pesos, sí sobrepasó la del 2021, que fue de 6 millones 800 mil pesos; este año entre intercambios y apoyos en especie, Alzaga estima que están rayando cerca de los 9 millones de pesos.
Algo que también resalta Alzaga es que la programación de la muestra fílmica tiene una mirada hacia un cine distinto, lo que es destacable en un contexto como el que se vive, además de que se acerca el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo (8M).
“Hemos trabajado por esa equidad y por buscar y promover, pero la realidad es que en la producción del año las mujeres siguen siendo un tercio de la producción y lo demás son hombres, la proporción sigue baja, aunque sí va subiendo un poquito”, platica la directora.
La esperanza de Alzaga está en que, al menos en México, las escuelas de cine que pertenecen o están ligadas al Estado ya impusieron una cuota de género equitativo, y esto traerá frutos a futuro, además de que se podrán ver mayores temáticas y discursos cinematográficos.
“De pronto perdemos el foco de que FICUNAM está ocurriendo muy cerca del 8 de marzo y que hay una programación que está dialogando con eso, con esas otras miradas, narrativas, con esas otredades, que siento que también el 8M trasciende la mirada únicamente femenina, que también está buscando abrir otros espacios y reconocimientos de identidades, de esfuerzos y luchas que le preocupan tanto al feminismo”, reitera.
Migración: el tema recurrente en FICUNAM
Pese a que no hay un eje temático en FICUNAM, y tampoco hay una producción exacerbada hacia los tópicos pandémicos, Abril Alzaga observa que desde hace algunos años hay una preocupación constante de los cineastas en retratar el desplazamiento forzado, y esto está latente nuevamente en varias de las secciones del Festival.
“Venimos viendo desde hace ya un par de ediciones que el tema migratorio sigue presente en la preocupación de los cineastas, esta movilidad da también un sentido de inestabilidad económica, política en regiones, temas de desigualdad o de violencia directamente; eso es una constante en la cinematografía”, describe.
Esta violencia, subraya la directora, aparece recurrentemente en el cine hecho en México y que llega al Festival, además de lo que va ligado con la discriminación y exclusión, que también se convierten en problemas de género y raciales.
“Una de las cosas que busca FICUNAM es poner esos temas de diálogo, son temas que nos están atravesando como sociedades, no solo en México sino en toda Latinoamérica, en África, en Asia, son temas que están ahí”, agrega.
Sin censura contra Rusia
Con el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, hay un boicot generalizado hacia el país presidido por Vladimir Putin, por ejemplo, estrenos fílmicos no llegarán a esa nación y han quedado suspendidas actividades deportivas también; pese a estas circunstancias, FICUNAM presenta algunas producciones de esta nación, incluso, con presencia de talentos rusos. Abril Alzaga comenta que no debe predominar la censura en el arte fílmico.
“Creo que es necesario que todas las voces, no solamente las rusas, también las ucranianas, y de todos lados se expresen en torno a esto, y si se expresan a través del arte, creo que estamos aportando a otro tipo de solución o de encarar los conflictos, creo que todas las voces se deben de oír, aunque haya unas con las que no estemos de acuerdo”, considera.