El cambio climático es uno de los grandes enemigos a vencer para asegurar el futuro de la vida en la Tierra, sus efectos están haciendo estragos en nuestro planeta, ejemplo de ello es el deshielo de la Antártida, su masa ha disminuido en las últimas décadas.
Andrew Shepherd, de la Universidad de Leeds, Reino Unido, y Erik Ivins, del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA, han dirigido a un grupo de 84 científicos procedentes de 44 organismos internacionales en un estudio que ha dado lugar a la panorámica más completa hasta el momento de los cambios en el manto de hielo antártico.
Su investigación, publicada en Nature, muestra que hasta 2012, cuando se llevó a cabo el último estudio de este tipo, la Antártida perdía 76 mil millones de hielo al año. Esto hacía que el nivel de los mares subiera a un ritmo de 0.2 mm por año. No obstante, desde entonces la Antártida ha ido perdiendo hielo a una velocidad tres veces mayor.
Entre 2012 y 2017, la Antártida perdió 219 mil millones de toneladas de hielo al año, por lo que el nivel del mar aumentó a un ritmo de 0.6 mm anuales.
Esta información resulta clave para comprender cómo el cambio climático está afectando a la parte más remota del planeta y cómo esto influye en el resto del mundo.
“Llevábamos mucho tiempo sospechando que los cambios en el clima terrestre afectan a las capas de hielo polares. Gracias a los satélites lanzados por nuestras agencias espaciales, ahora podemos hacer un seguimiento fiable de la desaparición del hielo y de su contribución al nivel del mar”, explicó Shepherd.
Y agregó que de acuerdo con su análisis, se ha producido una aceleración en la pérdida del hielo en la Antártida durante la última década, lo que está provocando que el nivel del mar aumente a mayor velocidad que en los últimos 25 años. “Esto debe preocupar a los gobiernos a los que confiamos la protección de nuestras ciudades y comunidades costeras”.
Para el estudio se utilizaron datos de CryoSat y la misión Sentinel-1 de Copernicus, de la Agencia Espacial Europea (ESA). Josef Aschbacher, aEl director de los Programas de Observación de la Tierra, señala que “están contribuyendo de forma significativa a que comprendamos cómo las capas de hielo responden al cambio climático y afectan al nivel del mar, algo que nos preocupa sobremanera”.
Para los expertos de la ESA es importante contar con más satélites que sigan midiendo el hielo terrestre para mantener un registro de los datos climáticos. La pérdida tres veces mayor del hielo de la totalidad del continente se debe en parte a que los glaciares fluyen más rápido en la Antártida Occidental y la península Antártica.