La ‘Esperanza’ del Ártico

Las aguas (des)congeladas del Ártico esconden el tesoro más grande del mundo. No por nada la empresa petrolera Shell ha gastado 4.5 mil millones de dólares en litigios, permisos, cabildeo, investigación, planeación y desarrollo para el nuevo proyecto de exploración de la zona... hasta ahora sin haber extraído una sola gota de petróleo y ni un solo metro cúbico de gas. 

Juan Antonio Zertuche Juan Antonio Zertuche Publicado el
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"Queremos revelar la singularidad y la diversidad del mar de Chukchi, un área de inmensa productividad que proporciona un hábitat crítico para mamíferos como los narvales y osos polares, un área que está a punto de ser explotada”
Anna PommerCientífica alemana, voluntaria a bordo del “Esperanza”

Las aguas (des)congeladas del Ártico esconden el tesoro más grande del mundo. No por nada la empresa petrolera Shell ha gastado 4.5 mil millones de dólares en litigios, permisos, cabildeo, investigación, planeación y desarrollo para el nuevo proyecto de exploración de la zona… hasta ahora sin haber extraído una sola gota de petróleo y ni un solo metro cúbico de gas. 

El problema es que se trata, una vez más, de fuentes de energía no renovables, de combustión, señaladas por científicos e investigadores como uno de los principales motores del cambio climático del planeta. 

La ironía está en que es gracias a este cambio, el incremento de la temperatura y el descongelamiento de hielo en la zona del Ártico –el nivel de hielo está en su nivel más bajo en 45 años–, que por primera vez será posible explorar y perforar en búsqueda de petróleo y gas.

Lo que nos recuerda la incapacidad –y/o falta de voluntad– para desarrollar fuentes de energía alternativas para detener este ciclo vicioso de dependencia hacia las fuentes de energía no renovables. 

Defensores del medio ambiente y nativos de Alaska se oponen a los planes de perforación en la zona por considerar que pondría en riesgo uno de los ecosistemas que se ha mantenido vírgen en el planeta. Y si se había mantenido así era por el hielo ártico que impedía la navegación en la zona, mucho menos pensar en planes de exploración petrolera. 

Es por eso que desde junio la organización Greenpeace inició una de sus campañas más importantes por la defensa de esta zona: #SaveTheArtic, con la participación inicial de Jarvis Cocker, vocalista de la banda inglesa Pulp, como principal vocero del pop para crear conciencia ambiental en este tema. Ahora, Greenpeace comienza la segunda etapa de esta defensa lanzando simultáneamente una campaña viral con un video protagonizado por un oso polar, musicalizado por Radiohead y con la narración del actor Jude Law. 

El video de esta campaña muestra a un desorientado oso polar, o más bien una osa (Paula), deambulando por las calles de Londres entre basura y el desdén de las personas. El humor negro llega con la música de fondo, la canción “Everything In Its Right Place” (que se traduce a “todo en su sitio”) de Radiohead, mientras se muestran escenas de Paula, la osa, entre un campo de futbol  y el tráfico londinense. 

El cuadro lo completa la voz del actor británico Jude Law, que dice que “mientras el Ártico se derrite, la carrera para explotar sus recursos ha comenzado”. En 90 segundos el impacto del video es instantáneo: la osa polar remite a los que usa la campaña navideña de Coca-Cola, que asociamos con felicidad, en contraste con Paula que se ve triste y amenazada por la combustión de gasolina (en este caso, Shell). 

La “Esperanza”

Greenpeace no solo tiene en mente una campaña publicitaria con figuras como Jarvis Cocker, Radiohead, Jude Law y la osa Paula, también en esta segunda etapa de #SaveTheArctic pretenden sustentar científicamente de qué manera se afectaría el ecosistema de la zona.

Para ello eligieron a uno de sus barcos favoritos –el más grande que tienen de hecho–, “Esperanza”, que zarpó el 6 de julio desde Dutch Harpor en Alaska con rumbo al Mar de Bering y que en una primera etapa viajará a las profundidades de los cañones del Mar de Bering para realizar investigación submarina. Después, utilizará tecnología de punta como equipo sumergible y de monitoreo acústico para documentar el peligro que corren los hábitats marinos y la fauna silvestre de esta área.  

Para esta travesía, Greenpeace se ha armado hasta los dientes: con pequeños submarinos, equipo de monitoreo acústico e incluso con vehículos aéreos no tripulados (conocidos como “drones”).

Según dio a conocer Greenpeace México, “será la primera vez que se realice exploración submarina de investigación en el mar de Chukchi, en las áreas de perforación previstas por Shell”. 

En una entrada en el blog de la científica alemana Anna Pommer, tripulante voluntaria que escribe desde el “Esperanza”, se resume la intención de la organización. 

“Nuestra adicción al petróleo ha llevado a la humanidad a más sitios de perforación a distancia que conllevan riesgos cada vez mayores. En lugar de elegir un futuro sostenible, las grandes compañías petroleras se están alineando para una fiebre del petróleo sin precedentes en estos ambientes extremos”.

En entrevista vía telefónica con Reporte Indigo, Beatríz Olivera, coordinadora de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace México, comenta que no solo se trata de Shell, “(…) hay otra empresa rusa que es Gazprom, que también ya está preparada para perforar en el Ártico (…) Shell es nuestro primer target porque es la que ya está mayor enfocada, la que tiene mayor ventaja”, dice. 

“Lo que estamos buscando es lograr que la ONU emita una resolución para que el Ártico sea proclamado como un santuario global”, añade Olivera, y es que el Ártico “(…) no tiene como tal un dueño (…) por eso nosotros estamos proclamando que el Ártico es de todos (…) es una zona que hasta ahora no pertenece a ningún país”. 

A la par, Greenpeace lanzó una petición en línea con la que buscan recaudar un millón de firmas digitales para diciembre. Hasta el cierre de esta edición, se habían recolectado más de 560 mil firmas que servirán para reclamar a la Organización de las Naciones Unidas que se declare al Ártico como un santuario global. De llegar al millón de firmas electrónicas, la organización plantará simbólicamente una “Bandera por el Futuro”, al fondo del océano Ártico con los nombres de todos los firmantes.

Equipo ‘esperanzador’

Estos son solo tres de los integrantes de la tripulación del barco de Greenpeace que buscará evidenciar el peligro que representa la perforación petrolera en el Ártico. 

Hu Haiquan

Ella es la mitad de Yu Quan, quizá el dúo de pop más reconocido en China. Hu forma parte de la tripulación para crear conciencia en Asia.

John Fletcher

Científico cuya especialidad es el uso de satélites para determinar el grosor del hieo ártico. Greenpeace lo considera el “geek” a bordo.

Sena Blankson

Con tan solo 19 años, es la tripulante más joven. La exploradora –o scout– es originaria de la región central de Ghana, en África. 

500+ mil firmas 
Video que invita a llegar a la meta

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