La escritora Jazmina Barrera explora el legado de Elena Garro

“La reina de espadas" ofrece un profundo retrato sobre quien fuera pareja de Octavio Paz. Además de explorar su vida a través de fragmentos literarios y materiales personales
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Jazmina Barrera observa que a los muertos los recordamos, principalmente, a través de imágenes y palabras, de una manera similar a cómo se interactúa con los libros. Sin embargo, ninguna vida puede ser contenida en un solo volumen. La vida vasta e inaprensible de Elena Garro, por ejemplo, requeriría múltiples baúles, archivos, bibliotecas y hemerotecas para ser abarcada en su totalidad.

En su libro, La reina de espadas (Lumen), Barrera no pretende crear una biografía definitiva, sino más bien una libreta de apuntes, una colección de historias, ideas, datos y anécdotas.

Para ello, se adentra en la complejidad de Garro, explorando sus pasiones y secretos. Hilvana fragmentos de obras de teatro, novelas, cuentos, diarios, cartas, carpetas personales de la escritora, citas de documentales y materiales del archivo de Princeton. Incluso, incorpora secciones de tarot, tratando de capturar la esencia humana y multifacética de la escritora.

“Estoy contenta de compartir este libro y de platicar sobre Elena Garro con quien se deje; no sé qué tanto aporte este libro a su historia, pero sí espero que acerque algunas personas a sus libros y a su personaje”, cuenta Jazmina a Reporte Índigo.

La reina de espadas arroja luz sobre la figura de Elena Garro, frecuentemente asociada de manera injusta con la discordia. La obra destaca su peculiar manera de habitar el mundo y su capacidad para dotarlo de nuevos significados.

Barrera explora los temas que obsesionaron a Garro: el tiempo, la catástrofe, los gatos, la lucha campesina, las puestas en escena y los viajes, mostrando cómo estos elementos moldearon su vida y obra.

“No quería hacer una biografía convencional, quise hacer una suerte de caleidoscopio en donde, a veces, observamos su vida desde el punto de vista cronológico, pero también del cromático, numérico, astrológico y felino;  esa era la intención, jugar con los temas que le habían interesado con las herramientas que habría utilizado para su escritura”, agrega.

'Tengo la sensación de que el tiempo de Elena Garro está apenas por venir. Estamos empezando a releer su obra con otros ojos y a revalorar la importancia de sus libros y todos los regalos que nos dejó'
Jazmina BarreraEscritora

Su relación con Octavio Paz

A través de sus diarios, reflexiones y cartas, incluidas las que intercambió con Octavio Paz, se desvela una relación que comenzó con violencia.

Hay en las cartas, por lo menos, ocho amenazas de muerte que solamente ahora se pueden considerar retóricas, pues Paz no la mató; sin embargo, le expresa directamente: “así estoy, y con gran rabia y amor por ti, linda mía. Con ganas de tenerte y matarte”.

“Fueron 20 años de relación, un vínculo que pasó por muchas etapas, desde su juventud hasta su transformación a lo largo del tiempo, viviendo en distintos lugares y experimentando muchas situaciones. Eran muy jóvenes cuando se conocieron y fueron transformándose.

“Me cuesta trabajo juzgar de manera panorámica y unívoca una relación en la que claramente hubo muchas violencias; también es difícil distinguir cuáles eran las violencias estructurales de la época, el machismo imperante tan normalizado y cuáles eran específicas de este matrimonio; tampoco quiero imponer mi lectura a nadie,  sólo traté de poner las evidencias que encontré, y que cada quien haga su lectura”, explica Barrera.

La autora de Punto de cruz aclara que en este aspecto de la vida de Garro no puede ser objetiva, porque a lo largo de su investigación forjó un vínculo con “el fantasma de Elena Garro”.

“Claramente estoy de su lado, como si fuera una amiga mía. No hice la misma investigación sobre Octavio Paz. Nos faltan datos, las cartas de Elena, así que es una historia que se seguirá escribiendo y que tiene puntos muy dolorosos, de mucha violencia por todo el mandato del matrimonio, les tocaba casarse, pero lo difícil era separarse”, agrega.

En uno de sus capítulos titulado “Puros chismes”, Jazmina cuenta que pasó meses buscando las cartas que Elena le dedicó a Paz, pero que se “topó con puros chismes”. Dicen que hasta la muerte de Paz esas cartas existían y que la viuda de Paz le dijo a un señor que solo sobre su cadáver se publicarían. Pero Marie José Tramini murió intestada.

Cuentan que el archivo de Paz estuvo mucho tiempo en mal estado, que sufrió incendios, inundaciones, y que ahora lo están restaurando. Nadie le supo decir qué fue de esas cartas, si sobrevivieron a los celos, al mal clima, a las riñas institucionales, o si alguna vez se podrá leerlas.

“Acaban de anunciar que, por respeto a los deseos de Marie José Tramini, el archivo de Paz se abrirá para el año 2043, pero estoy en una campaña mediática para que nos dejen acceder a esas cartas. Del resto del archivo pueden hacer lo que quieran, pero quienes estudiamos a Elena nos merecemos conocer esa parte de la historia”, destaca la autora, quien se comprometió a agregar un capítulo más de este libro agregando este archivo.

Jazmina Barrera revela cómo la vida y obra de Elena Garro han sido objeto de innumerables disputas y controversias. Sin embargo, “hacerle justicia”  a través de su libro sería pretencioso de su parte.

“Elena Garro no me necesita; este libro es para mí. Fue un aprendizaje enorme, especialmente sobre la vida de las mujeres en el siglo XX. Me quedó muy clara la dificultad que enfrentaron estas escritoras, incluida mi propia bisabuela. Vivieron en un siglo en el que existían dos mundos en disputa: uno conservador, con roles de género muy marcados y mandatos de matrimonio y maternidad, y otro lleno de estímulos creativos e intelectuales, donde deseaban ser libres”, cuenta.

¿Elena feminista?

La obra de Garro está llena de ideas sobre el tiempo, la memoria, y denuncias sobre la opresión de los campesinos y las mujeres, así como la violencia física, psicológica e intelectual que sufrían.

“A pesar de que no se consideraba feminista, su obra está llena de denuncias contra la violencia de género y la opresión que impedía que las mujeres estudiaran. Ella describía con inteligencia y honestidad las complejas relaciones de género“, opina.

La obra de Garro ofrece un testimonio muy importante, mostrando a una mujer que no se conformó con lo que se esperaba de ella según las reglas de su tiempo. Buscó su propio camino a través del arte y las luchas sociales, y se expresaba con valentía y protesta, algo muy mal visto en su época.

“Desde cualquier punto de vista, ya sea histórico, literario o sociológico, Garro es un personaje que vale mucho la pena analizar desde el feminismo,” afirma Barrera.

Sobre el título

Elena Garro rompió con las ideas preconcebidas, incluso ante figuras como Octavio Paz, que no concebían a las mujeres como escritoras intelectuales. Por ello, Barrera espera que Garro sea recordada como una “Reina de Espadas”, un título que resuena con la etapa de su vida en el exilio, cuando recurrió al tarot y la lectura de la palma de la mano para sobrellevar la incertidumbre.

“Un episodio en sus diarios describe a un hombre que la visitó, mencionando que alguien le había leído el Tarot y que apareció la Reina de Espadas al revés, simbolizando a Elena, me gustó esa idea y quise rescatarla”, informa.

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