La escritora Dolores Reyes espera que las nuevas masculinidades contrarresten los feminicidios en Latinoamérica
La autora, docente y activista argentina Dolores Reyes conversa acerca de los cambios estructurales que tendrían que suceder en Latinoamérica para frenar los feminicidios y la violencia de género y así tener una sociedad que sane; la escritora estuvo en México para presentar su libro Cometierra
Hidalgo NeiraComenzó escribiendo cuentos, alrededor de 2014, en el taller de escritura de la periodista y escritora Selva Almada. Fue ahí donde Dolores Reyes empezó a darle forma a Cometierra, libro en el que externa a manera de ficción sus inquietudes como mujer y argentina que, sistemáticamente, ha sido violentada por el Estado. En él, los feminicidios se hacen presentes y los demonios reales se vuelven novela.
El volumen tuvo una acogida impresionante entre las nuevas lectoras, jóvenes de toda Argentina lo leyeron en secundarias, preparatorias y hasta en universidades, incluso, se volvió parte del programa de estudios en algunas ciudades, lo que generó un choque con grupos de ultraderecha y provida; sin embargo, al final, Cometierra siguió su camino y continúa llegando a miles de estudiantes en Argentina.
Dolores Reyes visitó México para promocionarlo y platicó con Reporte Índigo acerca de lo que se tiene que aprender de la violencia de género y lo que hay por cambiar o mejorar a nivel Latinoamérica. La autora reconoce que no hay un decálogo mágico para frenar los problemas que viven constantemente las mujeres, pero ella apuesta por generar nuevas maneras de educar a los hombres desde la familia.
“Hay que empezar a construir masculinidades que no tengan que ver con la crueldad, la violencia o que se les castigue el velar los sentimientos, como si un hombre se caracterizara solamente por esas cuestiones, esto se está empezando a abordar y repensar”, comenta Reyes.
Lo que se ha manejado durante siglos como la hombría, donde el valor, la fuerza y su carácter radica en ocultar su fragilidad como cualquier ser humano, son máscaras que actualmente empiezan a caerse, explica Reyes, quien empuja porque sea así.
“Eso sí, se está empezando a conversar, son mandatos que hemos naturalizado así durante tanto tiempo: los hombres no lloran, son machos, son potentes, porque si no parece que la hombría está en riesgo, pero, bueno, ahora se empieza de a poquito a problematizar”, indica la también docente argentina.
La escritora subraya que tanto en México como Argentina o en cualquier parte del mundo, los gobiernos tienen que velar por la vida de las mujeres y hacer que las investigaciones sean claras, sin que haya una opacidad por parte de los cuerpos judiciales o legales.
“Vemos que una y otra vez, al menos en Argentina, hay muchísimos feminicidas que se producen por armas del Estado, por la fuerza de seguridad, por policías; entonces, esto está fallando y las sentencias judiciales son absolutamente violentas hacia las mujeres, a veces, las cifras y condenas son irrisorias, cuando las hay, porque en la mayoría de las veces ni siquiera sucede, por los daños hechos sobre los cuerpos y vidas de las mujeres”, expresa la profesora.
Afortunadamente, Dolores Reyes observa que el feminismo más allá de los años del confinamiento, en Latinoamérica, tiene un diálogo constante, las mujeres impulsan avances en los distintos países y esto ayuda para seguir replanteando la misión del movimiento social.
El espejo del feminismo
Antes de la pandemia, el feminismo ya era latente entre las mujeres de América Latina, tuvo un gran momento de visibilidad previo a 2020, y, ahora, nuevamente empieza a recobrar su fuerza. Reyes, quien es una activista constante y domina el tema, dice que lo que sucede es el constante diálogo entre los colectivos de distintos países en el continente.
“Siento que hay una ola muy activa en este momento y que nos estamos mirando mucho entre nosotras, cuáles son las intervenciones que hacen en Chile o qué pasa en México o qué ocurre en Argentina, porque la violencia machista nos afecta, por supuesto, a todas”, describe Reyes.
Algo que también observa es que esta discriminación y violencia de género se actualiza conforme pasa el tiempo y en los distintos territorios, por lo que algo que aplaude es que el feminicidio ya se encuentre tipificado tanto en Argentina como en México.
“El feminicidio determina teóricamente lo que está pasando y eso hace 40 años no existía, en Argentina recién, en 2012, el feminicidio es un agravante incluido en el código penal, en el caso de crímenes hacia mujeres, antes no había ni siquiera esas herramientas, pero, bueno, falta todavía muchísimo más”, señala.
Dolores Reyes busca escribirles a los jóvenes
Al buscar a Dolores Reyes en internet, lo primero que se encuentra es que ella es “docente, feminista, activista de izquierda y madre de siete hijos”, antes de su formación en Letras clásicas en la Universidad de Buenos Aires, lo cual no le molesta en absoluto, porque esa es su naturaleza: su familia lo es todo.
“Tiene que ver muchísimo con mi escritura, yo escribo historias con personajes jóvenes que tiene muchísimo que ver con mis alumnos y con mis hijos, son diálogos que hemos tenido, son formas de pasar el tiempo, amistades, maneras de jugar que están ahí actuando en mis personajes”, reflexiona la autora.
La maestra comenta que Cometierra ya lo han leído la mayoría de sus hijos, no por instrucción suya, sino por cómo es que el volumen se volvió parte del programa de estudios. Así que ha observado cómo es que esta lectura los ha forjado como personas, pese a su edad.
“Pienso que los interpeló bastante, de hecho, hemos hablado algunas cuestiones y otras no, siento además que es hacia los jóvenes y hacia ellos también, que es donde apunta muchísimo la tierra que se cuenta en Cometierra, que es la hija de un feminicida la que habla”, ahonda Dolores Reyes.
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