No hay mejor edad sobre la cual hacer canciones que los 17 años.
Desde The Sex Pistols a The Beatles y Rick James, esa edad parece ideal para inspirar a los artistas a crear canciones.
Quizá no haya mejor manera de explicarlo que escuchando “Edge of Seventeen” de Stevie Nicks. El clásico riff de la canción más popular del disco debut de la cantante de Fleetwood Mac siempre te mantiene a la expectativa de lo que vendrá, algo similar a lo que sucede con la adolescencia. Lo que vino fue “Bootylicious”, la canción de Destiny’s Child que basó su poder en ese mismo riff de guitarra. Debe ser la libertad asociada con esa edad lo que llama a los músicos a situar canciones en ella; “Jacqueline”, la canción que abre el disco debut de Franz Ferdinand, es prueba de esto.
La intensidad de la vida de la protagonista adolescente está proyectada con las guitarras de Alex Kapranos y Nick McCarthy y el coro en el que sentencian que Jacqueline vive mejor de vacaciones y solo trabaja cuando necesita el dinero.
Los Kings of Leon también decidieron que era una buena cantidad de años para darle a su protagonista en “17”, una de las joyas escondidas en su disco “Only By The Night”. La edad es, de acuerdo a Caleb Followil, una en un millón.
Pero no importa cuántos tantos intentos hagan los artistas anglosajones, para mi la canción definitiva de esta edad es la políticamente incorrecta “17 años” de Los Ángeles Azules, a quienes parece no importarles el qué dirán ante la inocencia de la callada, tímida e inocente protagonista.
Más allá de la letra, me gusta esta canción porque tener esa edad debe sonar a fiesta y baile. A fin de cuentas es la edad mágica donde todo es posible aún.