¿La depresión puede disminuir el placer sexual? Aquí te contamos
La depresión es un trastorno que también afecta al ámbito sexual. Al respecto habla Ana Torres, sexóloga y psicóloga
Karina CoronaCansancio, tristeza, mal ánimo y alteraciones del sueño son algunas de las alertas que pueden indicar que se padece depresión, enfermedad que está tipificada en el manual de diagnóstico de trastornos mentales y que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 30 millones de personas de todo el mundo sufren.
Existen diferentes niveles y grados de severidad, puede ir desde una depresión provocada por algún acontecimiento, como la pérdida de un ser querido, a la depresión mayor de extrema gravedad; incluso, desembocar en trastornos bipolares. Sin embargo, detalla la psicóloga y sexóloga, Ana Torres, ésta debe ser diagnosticada por un profesional.
“No en todos los casos es necesaria la medicación, en algunas ocasiones, basta con hacer algunos cambios de hábitos, si es que no es muy profundo o de mucho tiempo. Generalmente, el tratamiento más efectivo es con medicamentos más terapia; no es que un día el cerebro diga ‘ya no quiero producir serotonina’, sino que pasan cosas en nuestra vida que detonan el padecimiento”, explica Torres.
En términos del medicamento todos generan algún tipo de efecto sobre la conducta sexual en el ser humano, pues están vinculados a las respuestas fisiológicas, cognitivas y emocionales.
“Si me tomo el antihistamínico probablemente dará más sueño y, así, ya no dan ganas de tener el encuentro sexual, también hay menos secreciones, es decir, hay menor lubricación. En el caso de los antidepresivos, en particular las primeras semanas, pueden tener efectos, muchos de ellos no disminuyen el deseo sexual o, incluso, puede haber una disminución en la erección, pero aquí es donde se necesita tener en cuenta que la depresión por sí misma produce un efecto sobre el disfrute de las personas y en el líbido”, detalla.
Los medicamentos psiquiátricos y neuropsiquiátricos, abunda la sexóloga, tienen un efecto en el organismo aproximadamente después del mes de comenzar a consumirse..
“La gente cree que es como una píldora de la felicidad y no funciona así, ya hay una neuroquímica que hay que cambiar y para eso se necesita tiempo. ¿Qué voy a ver como resultado de esta terapia? Empiezo a disfrutar un poco más, cambió la manera en la que percibo las circunstancias, ya no lo veo tan gris, mirar las cosas desde una óptica distinta y eso favorece que pueda vincularme con mi deseo y otras personas”, especifica.