Entre los canales y las lagunas ancestrales de Xochimilco se esconde un espectáculo visual que revive con cada amanecer: patos, garzas, gavilanes y demás aves locales y migratorias se combinan con los tonos azulados, amarillos y anaranjados de las primeras horas del día.
A través de un recorrido en trajinera o kayak por la laguna Tlilac es posible acceder a esta experiencia mágica de la naturaleza, pero para llegar a ella se debe remar a oscuras por el gran lago durante 40 minutos aproximadamente.
Los tours en kayak rondan los 450 pesos por persona, mientras que la renta de trajinera es de 600 pesos por hora, aunque este servicio puede incluir a más de 10 personas. Desde hace seis años, Leonel Hernández Beltrán se dedica a ser guía y remador mediante el proyecto “Experiencias Xochimilco”, en el que ofrece recorridos en trajinera. Inicia sus días a las 8:00 de la mañana y termina a las 6:00 de la tarde. Suele partir del embarcadero Fernando Celada y, en ocasiones, a petición de sus clientes, ofrece servicios extras, como “amaneceres” y “lunadas”.
“La renta de trajineras es algo común, más durante los fines de semana, ya que llegan muchos turistas y extranjeros que quieren conocer más sobre la ciudad y la cultura. Muchas personas también las rentan para realizar eventos familiares”, cuenta.
A pesar de que el espacio llama la atención a visitantes y extranjeros, los canales son el paso diario de trabajadores, chinamperos y habitantes de la zona que, acostumbrados a estar lejos de los bullicios, comparten su lugar de origen con quienes están interesados en conocer las lagunas.
Históricamente y hasta la actualidad, Xochimilco aún sorprende con sus paisajes: remar en sus canales al amanecer es como andar en ríos de fuego. Por su aportación al mundo, el 11 de diciembre de 1987 fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
