La cultura pop de Funko

Las figuras de vinilo de esta firma estadounidense nacieron para conectar a la gente a través de la diversión y el entretenimiento que consume; a más de dos décadas son tan populares que en México se celebró el Funko Pop Fest de Primavera

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Todos somos fanáticos de algo. Ese es el lema por el que se rige Funko, la compañía estadounidense de juguetes coleccionables.

Las más de mil figuras diferentes de vinilo tienen el propósito de conectar a la gente con la cultura pop que consume: desde los personajes de películas y dibujos animados, hasta los músicos o deportistas

En los últimos años los llamados “muñecos cabezones” se han popularizado debido a las licencias que la firma ha conseguido. Sin embargo, su historia tiene más de dos décadas.

Mike Becker creó la compañía de diversión en julio de 1998; el nombre resultó del juego de palabras “Fun Company”. En la cochera de su propia casa, en Washington, tuvo lugar la primera oficina.

Al proyecto de Becker se sumaron sus amigos Rob Schwartz y Sean Wilkinson, como artistas fundadores. Inicialmente realizaban mascotas para anunciar marcas locales como Microsoft, Sparkys, Big Boy, Brain Work, AlkaSeltzer y Twinkie. Las cajas eran hechas a mano por los tres integrantes del negocio y alquilaban un camión para repartir la mercancía: la regalaban para darse a conocer.

“Conocí a Mike Becker en 1998 cuando vino Seabell Sportswear, la empresa de camisetas en la que yo trabajaba. Era el encargado de ventas, congeniamos en seguida, nos gustaban las cosas retro. Me abrió los ojos a ese mundo de lo que ahora se llama cultura pop”, comenta Schwartz en el documental Making Fun: The Story of Funko, realizado por David Romero para Netflix.

Después, vinieron figuras como monstruos; luego llegaron las primeras licencias de Betty Boop, El gato Félix, Garfield y Austin Powers. La creatividad fue tanta y los recursos suficientes, que Becker decidió que era momento de tener su propia imagen.

“Siempre se dijo que las personas prefieren las mascotas tanto como un logo. Y como yo amaba los años cincuenta, quería que fuera como una cruza entre el chico de Squirt, Big Boy y yo. Así que de cierta forma es mi álter ego. Pensé que debíamos llamarlo Freddy Funko”, pronuncia Becker en el documental.

El proyecto estaba pensado a un plazo de cinco años. Habían pasado siete y Becker decidió vender la empresa en 2005 a un coleccionista y amigo suyo, Brian Marotti, quien ahora es el director general.

“No tenía experiencia, no tenía idea de cómo hacerlo y esperaba que mi amor y mi pasión por la cultura pop, los juguetes y las colecciones de alguna forma superaran mi completa falta de conocimiento”
Mike BeckerFundador de Funkos

Aunque la venta de Funko conservó a los dos artistas fundadores, de 2005 a 2007 muchas cosas no funcionaron, hasta que en este último año consiguieron la licencia de Star Wars y en 2010 Warner Bros les ofreció la posibilidad de utilizar su licencia. Así nacieron los Funko Pop con el diseño de vinilo actual y Batman, Linterna Verde y Joker fueron las primeras figuras.

“La estética resonó en todo el mundo y creo que fue el comienzo de la transformación de Funko de una compañía de coleccionables a una compañía de la cultura pop”, menciona Marotti en el video.

Actualmente, tienen derechos de WWE, Sony Pictures Entertainment, Paramount Pictures, Nickelodeon, DreamWorks, Hasbro, CBS, Fox, Disney, HBO, Peanuts, NFL, Cartoon Network y una variedad de productos como peluches, llaveros, memorias USB, lámparas, cereales y auriculares.

El día de diversión en México

En 2002, Funko realizó su primer evento especial. Mike Becker, Rob Schwartz y Sean Wilkinson invitaron a 70 personas a un desayuno para conseguir ediciones limitadas. Fue entonces cuando el fundador pronunció el término “funáticos” para referirse a los fanáticos de los muñecos.

Funáticos de todas las edades se dieron cita este fin de semana en el Funko Pop Fest de primavera, celebrado en el Colegio Decroly, de la colonia Roma Norte. Emulaban el primer Funday de Funko celebrado hace siete años en Estados Unidos.

VG Toys tiene una sede en el Bazar de Pericoapa y los tres días que duró el Funko Fest exhibió sus muñecos.

“Soy Víctor, propietario de la tienda VG Toys y me dedico a comprar y vender piezas, y cuando queda la oportunidad y me sobran, a coleccionar de Venom. Creo que es ligeramente una adicción, empecé el negocio comprando entre ocho y 12 piezas y ahora ya son más de mil 500”, revela en entrevista con Reporte Índigo

Laura Arriaga, trabajadora de la juguetería Blokke, sostiene que estos muñecos representan a la cultura pop porque rebasan cualquier frontera.

“Los chase son especiales, algunos vienen en una posición diferente o tienen brillo, e incluso hay diferentes modelos y colores. Es lo que los distingue de los Funkos regulares y se hacen en menor cantidad, por eso hay diferencia de costos. Hay de 3 mil o 4 mil y hay hasta quien los da en 15. Los más viejitos son muy difíciles de conseguir y el precio se eleva hasta donde quiere el vendedor”, platica en entrevista.

Jinn Zamorano también se dedica a la venta de mercancía Funko. Lleva dos años en este negocio que comenzó con un Funko Pop de Batman, su favorito.

“Manejamos una colección individual, que es para la empresa. Trabajo para Ateuza Smuggler Toys y contamos con alrededor de 2 mil 500 piezas. Lo más que puede pagar una persona es sinónimo de cuánto quiere la pieza. Nosotros nos dedicamos a piezas raras y exclusivas, que van desde los 500 pesos y hasta Red Skull, solamente son 480 piezas y tiene un costo de 13 mil a 15 mil pesos”, dice Zamorano acerca del personaje de Capitán América.

Funko lanzó un servicio para la licencia de Star Wars, después de la de Marvel, que se llamó Smuggler Bounty, de ahí el nombre de esta juguetería. A los suscriptores les llegaba una caja sorpresa con ropa y accesorios de las diferentes líneas de productos.

La firma estadounidense tiene ahora más gamas de muñecos tales como Mopeez, Dorbz, Vinyl Idolz, Vinyl Vixens, y Super Deluxe Vinyl y figuras de cualquier personaje. Aunque Mike Becker traspasó el negocio a su amigo Brian Marotti, no se arrepiente, no ha perdido contacto con él y logró conectar a los fanáticos de la cultura popular a través de la diversión

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