La culpa es de las disqueras

"El enemigo verdadero no está entre las descargas digitales o el streaming. El verdadero enemigo, la verdadera lucha está entre la opacidad y la transparencia”.

Así lo expresó el vocalista de la banda U2, Bono, durante la conferencia Web Summit realizada en Dublín, en diciembre de 2014. Bono defendió a Spotify de las críticas desatadas en su contra respecto a la baja remuneración que reciben los músicos por la reproducción de sus discos en el popular servicio de música en streaming.

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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60
millones de usuarios activos en Spotify
"Espero que esto (modelo de negocios) llegue a algunos de los artistas que no se quieren comprometer con nosotros. No podemos ser acusados de esconder las cosas: esto somos nosotros siendo transparentes y explicando nuestro modelo"
Mark WilliamsonDirector Spotify Artists
Entre 0.006 y 0.0084 dólares paga Spotify por reproducción de canción
"Los artistas pueden enfadarse todo lo que quieran con las cantidades que perciben de Spotify, pero mientras hagan responsables de sus males a Spotify en lugar de a sus propias discográfica, simplemente están apuntando a la dirección equivocada"
Enrique DansProfesor de la Escuela de Negocios IE

“El enemigo verdadero no está entre las descargas digitales o el streaming. El verdadero enemigo, la verdadera lucha está entre la opacidad y la transparencia”.

Así lo expresó el vocalista de la banda U2, Bono, durante la conferencia Web Summit realizada en Dublín, en diciembre de 2014. Bono defendió a Spotify de las críticas desatadas en su contra respecto a la baja remuneración que reciben los músicos por la reproducción de sus discos en el popular servicio de música en streaming.

“El negocio musical ha estado históricamente involucrado en engaños”, comentó Bono. Lo hizo en la misma semana en que una de las artistas pop más poderosas del mundo, Taylor Swift, retiró todos sus álbumes de la plataforma musical creada por el sueco Daniel Ek en la que, un mes atrás, cerca de 16 millones de los más de 40 usuarios de Spotify habían escuchado su música. 

El golpe de Swift contra el mercado de la música en streaming no es nada nuevo. Pero ha desencadenado una controversia en la industria de la música que ha desviado la atención hacia el modelo de negocios y la estructura del reparto de ingresos de Spotify, mismos que en 2013 fueron puestos en evidencia a través de un ejercicio de transparencia realizado por la compañía, algo que no han hecho las empresas discográficas.

Porque, de hecho, las discográficas son las malas del cuento. No Spotify, que reparte casi el 70 por ciento de sus ingresos totales a los propietarios de los derechos de la industria musical –discográficas, editores y sociedades de gestión–, quienes son responsables de pagar la parte que corresponde a los músicos y compositores. No Spotify. 

Disqueras, tras el pez gordo

El sitio Web Music Business Worldwide publicó los detalles de un estudio realizado por la firma Ernst & Young y el sello discográfico del grupo comercial francés SNEP –que incluye a los miembros Universal Music, Sony Music y Warner Music–, que da cuenta de la distribución de los porcentajes de ingresos de los servicios de música en streaming Deezer y Spotify generados por los suscriptores. 

El “gordo” se lo llevan las casas discográficas. Los artistas reciben solo 68 por centavos de cada 9.99 euros (11.31 dólares) que las personas pagan por la suscripción mensual premium de música en streaming. 

Y los principales sellos se quedan con 73 por ciento del pago total. Los artistas reciben menos del 7 por ciento de dicho porcentaje de ingresos que reparte Spotify a los sellos discográficos. 

Techdirt reportó que el informe afirma que 95 por ciento de ese cerca del 75 por ciento de ingresos que se reparte a las compañías discográficas se destina a cubrir todos los “gastos que esas pobres” disqueras “tienen que soportar” para grabar y cargar la música con un solo click. 

“Claro, en el pasado, pudo haber sido razonable que las disqueras se llevaran grandes cuotas para la distribución —pero ello era cuando se tenían que fabricar toneladas de plástico y vinilo y luego enviarlas a miles de tiendas de discos en todo el mundo. En este caso no hay manufactura y la distribución es un botón de ‘carga’”, señaló el blog de análisis en política gubernamental, tecnología y cuestiones jurídicas.

Como indicó en Business Insider Steve Cooper, líder de la banda de rock Spirit Animal, “la verdadera causa de que los artistas no hagan dinero es el propio negocio de la música. Es caro. Es agotador. Es arriesgado. Los números de paga de Spotify son simplemente un síntoma de esto”. 

Cooper explicó que al momento que los artistas se van en contra de los servicios de música en streaming, están ignorando el hecho de que la música “siempre ha sido un negocio terrible para estar”, que más o menos el 0 por ciento de los artistas nunca han hecho dinero real en este negocio; y cuando ha habido dinero, en su mayoría éste se ha hecho por los dueños, no los creadores.

O como argumentó en la revista Medium Enrique Dans, profesor de la Escuela de Negocios IE, en Madrid, “la ira ventilada por algunos artistas cuando se enteran de cuánto gana Spotify no tiene sentido cuando sabes que el modus operandi de la empresa es transparente y perfectamente razonable, y que su viabilidad está fundamentalmente restringida por las restricciones impuestas por tener que trabajar con un producto como la música, y que lo que hace ridículas las ganancias de los músicos es la proporción que la propia industria de la música decide aplicar al final de la cadena de valor”. 

Papelito habla

Ali Sternbur, especialista en temas de derechos de autor en línea y otras áreas de la política de propiedad intelectual, explicó en Techdirt que una razón potencial por la que los artistas culpan a servicios de música en streaming en lugar de disquera y sellos discográficos es que los músicos no están tomando las decisiones, sino las compañías de música, porque son las propietarias de los derechos y tienen el poder de negociación. “Pero a menudo son esos contratos la razón de que no les estén pagando lo suficiente, no los servicios”.

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