La pregunta sobre si la cerveza engorda o adelgaza siempre ha estado presente y se ha extendido debido al mito popular de la famosa panza chelera; sin embargo, la ciencia dice otra cosa.
En primer lugar, la cerveza no tiene un contenido calórico alto, ya que un vaso de 250 ml contiene alrededor de 90 calorías; mientras que la tradicional caña cuenta con únicamente 75.
Además, hay personas que prefieren consumir la cerveza sin alcohol, es decir, conservando el sabor de la bebida, pero evitando la ingesta del alcohol.
En ese sentido, una cerveza sin alcohol también disminuye su contenido calórico; mientras que, por el contrario, las que sí lo contienen son consideradas como calorías vacías.
¿La cerveza engorda?
La cerveza no engorda como tal, ya que todo depende del tipo de cerveza (clara, negra, artesanal) así como de la cantidad que se ingiera.
De ese modo, la cerveza no engorda cuando existe un equilibrio entre las calorías ingeridas y las gastadas, ya que las personas que la consumen en exceso pudieran tener estilos de vida sedentarios.
¿Y los beneficios?
Gracias a sus tres ingredientes principales, agua, cebada y lúpulo, la cerveza ofrece interesantes beneficios a nuestro organismo, e incluso puede jugar un papel preventivo en algunas enfermedades.
* Es nutritiva, rica en vitaminas del grupo B, en especial el ácido fólico, y minerales como el magnesio y el calcio.
* Gracias a su alto contenido en potasio, la cerveza actúa como diurético, facilitando la eliminación de toxinas de nuestro cuerpo.
* Además, contiene una fibra soluble llamada betaglucano, que ayuda a reducir algunos niveles de colesterol.
* El silicio, otro de los componentes de la cerveza, nos ayuda a tener los huesos más sanos. Según señalan algunos estudios, favorece la densidad ósea y evita la pérdida del hueso.