La ‘capital’ del suicidio
Suiza es el destino por excelencia de turistas de distintas nacionalidades que buscan un mismo fin: suicidarse.
De hecho, el número de los llamados “turistas suicidas” que acudieron a Suiza para quitarse la vida se duplicó de 86 casos en 2009 a 172 en 2012, de acuerdo a un informe emitido por Saskia Gauthier, del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Zurich.
Eugenia RodríguezSuiza es el destino por excelencia de turistas de distintas nacionalidades que buscan un mismo fin: suicidarse.
De hecho, el número de los llamados “turistas suicidas” que acudieron a Suiza para quitarse la vida se duplicó de 86 casos en 2009 a 172 en 2012, de acuerdo a un informe emitido por Saskia Gauthier, del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Zurich.
El cáncer y las enfermedades reumáticas o cardiovasculares estaban entre las razones principales de las personas para quitarse la vida. Pero las enfermedades neurológicas representaron la mitad de los casos.
En el estudio, cuyos resultados fueron publicados este mes en la revista científica Journal of Medical Ethics, los autores señalaron que, si bien el suicidio asistido está restringido en muchos países, en Suiza no está claramente regulado por la ley, lo que contribuye a una afluencia de personas que viajan al país, particularmente al cantón de Zurich, “con el único propósito de cometer suicidio”.
Y es que en dicho país existen seis organizaciones que ofrecen suicidio asistido por el derecho a morir.
Cuatro de estas asociaciones también ayudan a ciudadanos de otras latitudes a quitarse la vida.
El informe, que forma parte de un amplio proyecto destinado a investigar el suicidio asistido en Suiza desde hace 30 años, refirió que 611 personas que no residían en Suiza fueron asistidas en su suicidio entre 2008 y 2012.
Los turistas suicidas eran procedentes de 31 países, la mayoría provenían de Alemania y Reino Unido.
Para el estudio, los investigadores se valieron de las investigaciones y los análisis postmortem de la base de datos del Instituto Legal de Medicina de Zurich.
De los 611 casos que fueron estudiados en el periodo de 2008 a 2012, 58.5 por ciento eran mujeres. La edad de los pacientes oscilaba de entre 23 a 97 años. La edad promedio fue de 69 años.
La organización por el derecho a morir DIGNITAS fue a la que acudieron la mayoría de las personas, de acuerdo a los datos publicados en la investigación.
Y es que, a excepción de cuatro casos en donde los suicidios se cometieron a través de la inhalación de helio, el resto se consumó mediante la ingesta de pentobarbital de sodio, un fármaco que, al tomarse, duerme al paciente en los primeros dos a cinco minutos, antes de que éste caiga en coma.
“Después de un tiempo, el pentobarbital sódico paraliza el centro respiratorio que conduce a la muerte”, indica el sitio Web de la asociación.