Una de las tantas cosas que la actriz y cantante Susana Zabaleta aprendió durante la pandemia fue a ser paciente, pues siempre ha estado acostumbrada a hacer muchas cosas al mismo tiempo, ya sea actuar, cantar o escribir un libro. Y, a pesar de ser tiempos complicados y que, confiesa, ha tenido problemas en su vida porque la gente siempre le comenta que es muy inquieta, no ha parado sus actividades.
“Siempre estoy haciendo tres cosas a la vez, o más, y es que si no me vuelvo loca, la gente dice ‘es que haces demasiadas cosas para ser feliz’, pero, en realidad, hago muchas cosas para no volverme loca, porque pienso en el legado que hay que dejar, espero y sea uno bueno para mis hijos, porque me importan mucho. He pensado y dejado muchas cosas, pensando que a lo mejor ya no me alcanza el tiempo de explicarles a mis hijos todo lo que los quiero y me han enseñado, en eso he estado ocupada”, detalla Zabaleta a Reporte Índigo.
Una de las cosas a las que se ha enfocado durante estos meses es a la publicación de El otro libro de los abrazos, con el cual desea compartir su experiencia y hablar sobre la relevancia que este gesto tiene, no sólo abrazar a los seres queridos, sino ser capaces de reconocer a los otros y darles un abrazo sin importar quiénes son.
En 2012, Susana Zabaleta inició este proyecto, convocó en espacios públicos a personas a quienes les hiciera falta un abrazo largo y reconfortante, pues quería abrazar a gente que no conocía. Como la experiencia fue tan enriquecedora, la repitió en 2014 y en 2018. En las tres ocasiones se presentaron cientos de personas de distintos géneros, edades y rangos socio-económicos, las cuales se formaron para recibir su abrazo.
“Estamos a punto de acabar la primer edición y eso me llena de orgullo, quiere decir que hay mucha gente, como yo, que se ha sentido, tal vez, poco abrazada en su niñez y es un poco entender que en esta vida hay que darse, abrazar a la gente que más amas, que está más cerca de ti, a la gente que realmente quieres. Siempre he pensado que nos quedamos con las ganas porque ‘no vaya a decir’, ‘no vaya a ser’, los subtextos nos cuestan mucho trabajo”, detalla.
Al inicio, su mánager y gente cercana le dijeron que estaba loca por querer hacer el proyecto de los abrazos, incluso, personas cercanas. Recuerda que muchos museos también le negaron la posibilidad de prestar sus instalaciones para realizarlo, no obstante, ella decidió seguir con su idea de abrazar a gente en los museos. Ahora, con mucho orgullo, platica el haber logrado dar alrededor de 500 abrazos, algo que le sorprende, pues a dos años, el acto del abrazo se ve como algo inimaginable en tiempos de pandemia.
El otro libro de los abrazos está diseñado en un formato experimental: dos libros conectados por la encuadernación, una lectura infinita, porque gira y no termina; es un objeto mágico sencillo de leer, pero escultórico a la vez
El abrazo en pandemia para Susana Zabaleta
Ante las nuevas condiciones de convivencia, Susana Zabaleta confirma la relevancia de este libro y de mostrar a gente abrazada para no olvidar las cosas importantes de la vida y de lo significativo que resulta hacer sentir al otro. Asimismo, gracias a la pandemia, ella ha recapacitado sobre la muerte y reflexionado sobre que los humanos no son eternos, por ello hace un llamado para recapacitar y entender que se está sólo de paso.
“El legado que dejemos es lo único que se va a quedar, cada uno va a tomar lo que le sirva y van a seguir adelante con sus vidas. Esta pregunta va a los políticos, ¿por qué no dejar algo maravilloso? Un legado, en lugar de las estupideces que dejan que realmente, a veces, es muy fuerte. Ahora con este tiempo de elecciones dices, ¡qué miedo! Es como el arrebatarle la vida a la gente con todas estas manipulaciones, por eso mejor pensar en los abrazos y no balazos, es lo único que saco bueno de nuestro señor presidente”, expresa la actriz.
El libro consta de cinco partes: un relato en el que Susana comparte su experiencia y cómo era su vida previa a comenzar el proyecto de los abrazos y lo que aprendió compartiendo este gesto; un análisis histórico, cultural y fisiológico de los abrazos; un ensayo fotográfico con 46 imágenes de los mejores fotógrafos documentales de nuestro país.
Además, también se recopila un conjunto de ensayos breves con diferentes formas de pensar, abrazos de Juan Villoro, Rubén Albarrán, Adela Micha y Armando Manzanero, entre otros personajes cercanos a Susana, en los que manifiestan diferentes formas de pensar el abrazo.
Zabaleta considera que recibir un abrazo te hace mejor persona y que, ahora, la gente ha aprendido abrazar con los ojos, a comunicarse a través de la vista. Al no tener oportunidad de leer los labios ha sido un proceso de descubrimiento, que implica el uso de la imaginación, pues reta a construir el rostro de quien se tiene al frente.
“Esta comparación de darse como el mar, así lo considero, así que después que le aventamos la mierda, porque, perdón, pero cómo le aventamos mierda, al final, igual nos abraza a todos. Ahora he estado yendo mucho a Acapulco porque es un lugar que me fascina y veo cómo las olas abrazan al más feo, al más gordo, al político pendejo, así como hace el mar, así deberíamos ser nosotros con la gente que queremos, por lo menos. Sin pensar en géneros, pensar diferente a ti no quieren decir que sean tus enemigos”, abunda.
La actriz considera que un artista en el encierro te convierte en un loco angustiado o en un loco creativo, en su caso, fue el momento adecuado para reinventarse y entender quién está verdaderamente a su lado, para reconocer lo que se “debe tirar a la basura”, como todos aquellos sentimientos nefastos que invaden al ser humano. Han sido momentos de comprender que el tiempo ha pasado y sólo queda un camino hacia delante.
“Con esta locura que se nos viene con las elecciones, digo, ‘pobres los que no han hecho lo que se tiene que hacer’, que es voltear y decir ‘vamos a darle vuelta a esto, vamos, eres mi enemigo, pero por eso no te voy a partir la madre, nada más te voy a decir que piensas diferente que yo’, pero no, ‘por eso te voy a denigrar y hacer mierda’, ha sido interesante lo que se está viviendo”.
“Hay que aplaudirlo, aplaudirte y aplaudirnos, por las cosas que hemos logrado y que hemos vivido. Yo he tenido la oportunidad de voltear y decir, ‘pues no ha estado para nada mal Zabaleta’ para haber venido de Monclova, Coahuila, un lugar donde son súper misóginos, lo has hecho bien, no está tan mal. Yo creo que esto nos sirve para aplaudirnos y ver las cosas que hemos logrado”, confiesa.
De regreso al cine de terror
Susana Zabaleta participará en Fantasmas y la última pesadilla, ópera prima del joven cineasta Ian Martin, género al cual regresará después de casi 25 años. En la cinta también actuarán María Barracuda, Giussepe Gamba, Facundo y Ricardo Fastlich
En conexión
Instagram: susanazabaleta
Twitter: SusanaZabaleta
Sitio: http://www.susanazabaleta.com/
