La cantante regiomontana Paola Decanini apuesta por el bolero para hablar del amor

Diversos momentos en la vida de una persona le marcan para hacerlo quien es en el presente, en el caso de la cantante y compositora regiomontana Paola Decanini quizá fueron los trayectos en el coche de su papá hacia el colegio, amenizados con música de José Afredo Jiménez, de Los Tres Caballeros, Roberto Cantoral y un gran arsenal de boleros rancheros.

“Yo no lo sentía tan ajeno, crecí con eso a pesar de que mis compañeros de colegio decían la música que era de viejitos. Fui creciendo y Luis Miguel sacó un disco de boleros, me hice súper fan, a lo mejor porque crecí con las mismas canciones, el bolero estuvo siempre en mi vida, así fue que lo quise mucho”, expresa Decanini a Reporte Índigo.

Este encuentro tan natural con el género es la base de su nuevo material discográfico, Dual, integrado por 10 canciones, ocho de ellas de su autoría y dos covers: “Nube viajera” y “Paloma querida”.

Decanini, además de haber crecido con el bolero, es una de las sonoridades que más disfruta explorar. Por lo que decidió dejarlo como base, adaptándolo a su esencia, y mezclarlo con otros géneros como chachachá, blues, jazz, ranchero y vals peruano.

“Todas tienen como base el bolero y trato de hacer cierta adaptación para que no sea 100 por ciento bolero tradicional para darle un toque moderno”, indica.

Dual recopila anécdotas personales e historias que le han contado sus amigos, amigas y seres que han transitado por su vida. Con este material desea que la gente sienta empatía con las emociones plasmadas, mismas que, asegura, mucha gente ha pasado.

Es el caso de “La apuesta”, último sencillo que compuso para este álbum y que narra su experiencia con un viejo amigo.

“Yo siempre estuve enamorada de un amigo de la prepa y un día le dije que estaba enamorada de él, pero nunca me hizo caso, él respondió que nunca se lo expresé, que se enteró hasta este 2022. Ya pasaron muchos años, la vida dio otras vueltas, pero de eso trata este sencillo, para que ayude a la gente a decir las cosas directamente, sinceras, de corazón ‘me encantas, siempre me has gustado, me encantaría andar contigo’”, platica.

De esta manera, la cantante quiere dejar en Dual una invitación personal, un viaje por las historias pasadas, pues considera que cada ser humano es una colección de anécdotas, aprendizajes que surgieron de los momentos más felices, pero también del dolor.

“Una vez una chava me dijo que ella se casó con una canción mía, que le encantó porque son las palabras que ella no podía decir, y es un gran halago al compositor, nuestro trabajo es ese. El hecho de hacer canciones es para que las puedan dedicar, expresar y no nada más saquemos algo que vaya a pegar”, indica.

El sonido del romanticismo de Paola Decanini

Al son de estas melodías muchos románticos y románticas dedicaban sus letras al ser amado, a un amor no correspondido, a un dolor y un pesar; el bolero era el género ideal para expresar estos sentimientos algo que, nota Paola Decanini, ha cambiado, incluso, a nivel social, pues ya no existe ese romanticismo y amor “a la antigüita”.

Para ella una pieza tiene más esencia cuando el o la compositora se la dedica a una persona especial, expresándole sus sentimientos.

“Es una gran responsabilidad saber qué estás cantando y cómo estamos educando a la gente en el arte. Han cambiado muchas cosas, otras han permanecido; en la música actual hay cosas que me encantan, pero no las entiendo muy bien, las veo más relacionadas con la mercadotecnia, o canciones que las hicieron 15 compositores o con siete productores, entonces pierde un poquito el corazón”, expresa.

Estos aprendizajes que le ha dejado la música los adquirió desde los cuatro años de edad gracias a su abuela materna, quien era pianista, así como por pertenecer a un linaje en el que todas sus tías tocaban este instrumento.

La formación que le brindaron desde el hogar le permitió hacerse de un carácter y una posición respecto a la música que quería componer y compartir.

“Si quería ser parte de la familia, mi herencia era tocar piano, al menos, de niña, y siempre seguí la onda a mi abuelita. Era ir a colegio y estudiar piano, se volvió algo casi extracurricular; cuando estudias música es como el deporte, al principio no le encuentras el lado, vas enojada y ves a tus amigos jugando y yo en las clases de piano, después pasa algo que hace click y lo ves de otra forma”, comparte.

Fueron sus cimientos para las decisiones que tuvo que tomar y cumplir sus sueños, como el dejar la carrera de medicina, cuando en algún momento de su vida vio amenazado su futuro con la lírica.

“La música era algo que daba por hecho, como cuando respiramos, uno luego no se da cuenta de lo afortunado que es de haber crecido con eso, y no lo veía como algo privilegiado. Al salir de la prepa yo quería estudiar música, pero estuve en medicina por dos años, aunque defendía la música con uñas y garras, batallé demasiado para regresar a ella”.

“Cuando mi mamá me dijo que tener una banda era un hobby me cayó el veinte y no lo aprecié, porque antes lo era todo. Decidí dejar medicina para estudiar música, fue un parteaguas en mi vida y aprendí muchas cosas, como dedicarme de manera más profesional, coherente y consciente posible”, narra.

Paola Decanini cree que tuvo que vivir estas cosas para hoy posicionarse en el medio artístico y mostrarse tal cual es con sus letras y propuesta musical.

“Este proyecto me encanta y decidí sacarlo hasta ahora, cuando más preparada y sincera me siento. Es algo que quiero hacer toda la vida y hasta donde me alcance, seguir cantando con la raíz y la premisa de siempre ser sincera con el público, de pulirme y si lo logro sería la mujer más feliz del mundo”, puntualiza.

“‘Paloma querida’ me recuerda mucho a mi infancia, a mi pasado, y me encanta cantarla. Algo que admiro de José Alfredo Jiménez es su forma tan directa de hablar y tan bonita. Con ‘Nube viajera’ recuerdo a mis papas cuando estábamos chicos y decidí hacerles un arreglo personal nuevo, a mi forma”, indica.

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