Mucho se puede esperar acerca del destino de “Boyhood” en la gala de la 87 edición de los Oscares, a celebrarse este domingo en el Dolby Theatre.
Hace poco más de una semana el filme de Richard Linklater, rodado a lo largo de 12 años que capturan la transición de la niñez a la adolescencia y madurez, logró el BAFTA de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión a la Mejor Dirección y Película del Año.
Esta cinta en la que vemos crecer a los personajes frente a cámara también triunfó en la 72 entrega anual de los Globos de Oro, al ganar los premios a Mejor Película de Drama, Mejor Actriz de Reparto y Mejor Director.
“Boyhood” compite en una categoría de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas que hace de este experimento de Linklater una de las nominaciones consideradas de las más extrañas: Mejor Fotografía.
¿Será? El crítico de cine estadounidense Owen Gleiberman argumenta en la BBC que no se puede negar el hecho de que una película que relata el paso del tiempo a través del crecimiento de los mismos personajes es un gancho que “ayudó a vender muchos boletos”. Pero “si eso fuera todo lo que hay sobre ‘Boyhood’, el filme no sería tan extraordinario (…) como lo es”.
Muestra de ello es lo que el crítico con sede en Nueva York define como “el ingrediente secreto de su estética relajada (de la película)”: una “serie de momentos” de los que no depende el flujo de la vida de los personajes.
Un recurso del que se valen las series de televisión con múltiples episodios.
La película, analiza Gleiberman, “es una serie de momentos de tres horas, pero otra forma de verla es como una serie de episodios que se suman para formar un todo”, una razón “por la cual un filme como “Boyhood” es lo suficientemente mainstream para ganar el premio a Mejor Fotografía.
Y es que los tiempos han cambiado, asegura. En la Academia de Hollywood se pueden ver más miembros de la Generación X –padres de los llamados millennials–, otra de las “razones que explican por qué la lista de nominados a los Oscar de este año está dominada por las películas independientes que no recaudaron, en el esquema de las cosas, un montón de dinero”, como “Boyhood”, “Birdman”, “El Hotel Gran Budapest” y “Whiplash”.
De hecho, tanto “Boyhood”, como “Birdman” del mexicano Alejandro González Iñárritu, se perfilan como las favoritas para llevarse las categorías principales.