La Biblioteca de la tierra
Los árboles nacen en la tierra y los libros, el papel, también.
Pero los singulares libros de Mariana Dellekamp "crecieron en un árbol frondoso cultivado" desde el 2008 por generosos viajeros que han acarreado tierra para este poético proyecto colectivo.
Yolanda BarreraLos árboles nacen en la tierra y los libros, el papel, también.
Pero los singulares libros de Mariana Dellekamp “crecieron en un árbol frondoso cultivado” desde el 2008 por generosos viajeros que han acarreado tierra para este poético proyecto colectivo.
Y así nacieron los libros de la Biblioteca de la Tierra que guardan muestras de polvo de los cinco continentes. Con esta exposición la Casa del Libro celebra dos años de vida en el marco del 80 aniversario de la UANL. En los estantes contrasta la convivencia entre los libros de papel y letras con los libros de acrílico y tierra.
El pesado y frágil cargamento llegó a Monterrey en 39 cajas en cuyo contenido intervinieron 300 personas, el meticuloso embalaje fue realizado por Dellekamp, artista originaria de la Ciudad de México y ganadora en el 2012 de la Bienal FEMSA en instalación.
La Biblioteca de la Tierra evoca una enorme pieza orgánica que se ha ramificado de voz en voz y de país en país “echando raíces” en viajeros conocidos y desconocidos.
Ver la pieza mueve, inquieta, inspira. De entrada, los libros parecen asépticos y fríos contenedores de laboratorio, pero al conocer su historia se transforman en entrañables objetos llenos de símbolos y metáforas.
La tierra de los libros guarda cientos de trayectos, sudor y afecto de las manos que la recogieron, fragmentos de historia y tiempo tanto de Mariana como de los viajeros, todo está acumulado en estos recipientes transparentes.
Proceso
Dellekamp hizo un llamado por correo electrónico, luego con volantes y después en las redes sociales invitando a los viajeros a volver al país con un puño de tierra.
“Tocando puertas virtuales lancé un mensaje pidiendo ayuda y tierra de un lugar que les significara algo”.
Y aunque solo pedía tierra, la creatividad de los participantes convertidos en coautores, incluye conchas, plantas, semillas, piedras.
Mariana explica que, de todos los continentes, por la grandeza y pluralidad del lugar, África es el más pobremente representado. Ha recibido tierra por correo, de persona a persona, y en centros de recolección cuando viaja.
“Abrir el año de actividades con la exposición de Dellekamp es muy significativo y estimulante porque su trabajo implica una reflexión en torno al libro: su vigencia, sus posibilidades y todo lo que suscita”, afirma el Dr. José Garza, Director de Publicaciones y de la Casa Universitaria del Libro.
La Biblioteca: proyecto comunitario
“Me interesa cómo forma para generar comunidad y un cambio donde la comunidad se conecta, convive sin fronteras, es un proyecto donde nos relacionamos para construir la Biblioteca.
“Es un esfuerzo comunitario que apela a la proximidad, al sentido global del mundo en movimiento, en donde lo que hacemos siempre repercute constructiva o destructivamente”, expresa la artista.
La idea surge a raíz de una intervención en sitio que hizo de la biblioteca de un coleccionista de arte que la invitó a hacer un proyecto con sus libros especializados.
“(…) me pregunté como haría mi propia biblioteca, con qué llenaría los anaqueles. Tuve claro que me gustaría que tuviera un carácter de biblioteca pública y sería a partir del tema de la tierra”, afirma.
La Biblioteca de la Tierra es una obra en proceso, lleva más de cuatro años de creación, ¿cuánto tiempo más seguirá sumando ejemplares de tierra?
“Sigue, pero sé que en algún momento tengo que cerrarla, tengo que dejarla para irme a otro proyecto, tengo que permitir que camine por sí sola.
“Mi deseo es que forme parte de un espacio público, para que siga creciendo la sensación de colectividad con la que la Biblioteca nació y creció”.
En Monterrey:
Los regios pueden “leer” los 400 volúmenes que presenta la Casa del Libro hasta esta primera semana de abril.