Conoce la cinta que habla sobre el despertar sexual de las mujeres en la época revolucionaria

Isabel Cristina Fregoso dirige La arriera, película que explora la fortaleza de mujeres que desafiaron el machismo en Jalisco en los años 30
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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La directora Isabel Cristina Fregoso capturó la esencia del pasado y la fortaleza de las mujeres en su película La arriera. Con una profunda conexión con sus raíces familiares, tejió una narrativa que honra el legado y la resiliencia de las mujeres que la precedieron.

Su inspiración surgió de sus ancestras: mujeres valientes que desafiaron el machismo arraigado, desde sus abuelas hasta las hermanas de su padre en Jalisco.

“Tenía la necesidad de hablar de las mujeres, de nosotras de lo que sentimos, porque sentimos muchas cosas y nadie nos escucha. Pensé desde mi abuela y mis tías,  y de cómo el machismo las marcó y nos ha marcado; muchas se revelaron  y pudieron romper moldes, pero eso también es muy doloroso, no siempre es sencillo lograrlo”, cuenta Isabel a Reporte Índigo sobre la cinta que cuenta con  la producción de Edher Campos de Machete y Regina Vergara Perezcastro de Al Pasito Cine.

Isabel Fregoso presenta su película como un retrato íntimo y sutil de Emilia, una adolescente que enfrenta el desafío de explorar más allá de los límites impuestos por la vida ranchera. Ambientada en Jalisco durante la década de 1930, la historia sigue a esta joven mientras oculta su identidad y se aventura por la Sierra Madre.

De acuerdo con su directora, este viaje no solo representa una travesía geográfica, sino también un proceso de descubrimiento personal y feminidad en un contexto marcado por los valores tradicionales del México de postrevolución.

Se espera que La arriera llegue próximamente a sales de cine comercial

Una de las temáticas centrales de La arriera es la exploración de la sexualidad femenina y el despertar sexual en un contexto histórico y cultural restrictivo.

“Quería contar ese momento especial en la vida de una mujer joven cuando todo es muy sensorial y sensual. En el caso de las mujeres, la sexualidad ha sido matizada y silenciada. Descubrimos qué es lo que siente y cómo llegó a ser una rebelde, por decirlo de alguna manera, porque al ser así creemos que ya será feliz y no, al contrario, o sea, en la rebeldía hay un costo personal y emocional.

“O, por ejemplo,  mi abuela tuvo 19 hijos y siempre ha habido esta duda entre mis tías si estaba enamorada, o no. ¿Cuántas abuelas realmente estuvieron enamoradas de sus maridos? A lo mejor querían estar con una mujer, con nadie o vivir solas, entonces esa es la lo que a mí me motivó a investigar ,explorar y hacer esta cinta”, comenta.

Para la directora era importante rescatar las voces de aquellas mujeres cuyas historias han sido silenciadas. Por lo que este proyecto se volvió un acto de reconocimiento al sufrimiento y las dificultades que enfrentaron estas mujeres, quienes a menudo tuvieron que callar sus historias y sentimientos.

Desde los sacrificios personales hasta los dilemas emocionales, la película busca plantear preguntas profundas sobre la identidad femenina y el legado ancestral.

Hasta la raíz del patriarcado

La arriera, cinta galardonada en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) por su dirección y fotografía, representa para su directora, Isabel Fregoso, una manera de honrar a su linaje: mujeres que enfrentaron adversidades y transformaron sus vidas de manera única y valiente.

También confiesa que otro de sus grandes motores fue su pasión por la figura del arriero, los caballos y las complejidades de las relaciones humanas en entornos rurales.

Para ella es fundamental resaltar las historias no contadas y reflexionar sobre las repercusiones contemporáneas de estas narrativas, incluyendo la violencia y la lucha que han marcado el camino hacia la igualdad y el reconocimiento de las mujeres.

“Las mujeres feministas de ahora venimos de un camino que ha sido muy complejo para otras mujeres, donde ha habido sangre y violencia. Pero también me hace pensar cuántos hijos no son reconocidos y eso es una herida muy profunda que tenemos en México y como sociedad; se habla muy poco de eso y yo creo que las consecuencias son muy evidentes y muy dramáticas”, narra.

Desde una perspectiva crítica, Isabel enfrenta la normalización de la violencia, desafiando la tendencia a ignorar estos actos violentos. Además, cuestiona el patriarcado arraigado en la sociedad, celebrando su lenta pero progresiva desaparición.

“Venimos del patriarcado, ese es el origen de nuestra sociedad de ahí y políticamente es un patriarcado lo que hasta el momento hemos tenido, que se ha ido rompiendo, ya hemos ido ganando espacios, pero la idea es desde lo contemporáneo poder visitar el pasado para decir ‘así vivíamos’, y eso ha sido muy fuerte.

Ignoramos la violencia, y eso es mucho más fuerte. Hay hijos que no pueden expresar su voz, decir quién son o qué les gusta, algo que en el pasado era imposible y ahora se puede un poco más, pero todavía hay familias que dicen ‘no, tú no puedes hacer eso porque eso no es para niñas‘”, opina.

Rescata saberes milenarios

La maternidad, la violencia ignorada y la profunda conexión de las mujeres con la tierra fueron los elementos fundamentales que inspiran tanto su vida como su obra. Además, de cómo la concepción de ser mujer ha cambiado desde la época revolucionaria a la actualidad.

“Se tienen ideas de ‘eso no es para mujeres’ o te cuestionan si vas a ser madre, tantas exigencias que vivimos. Todo el mundo se siente con derecho a exigirnos, porque nos sentimos con la obligación de cumplir con todo eso, no queremos quedar mal con nadie,  eso  me genera también una melancolía, tristeza y dolor”, expone.

En La arriera, además de reivindicar el papel de la mujer, también se busca rescatar el legado de los saberes ancestrales y el contacto con la naturaleza, todo a través de una narrativa, a decir de su directora, más poética.

“Las mujeres tenemos una relación con la tierra muy profunda, yo así lo vivo y veo. Ese es el personaje que quise construir y por eso tenemos imágenes con la naturaleza, tratando de proyectar sus sentimientos, exaltar los valores y lo bello del pueblo indígena, lo que tiene que ver con la medicina ancestral  y la partería.

“Espero que esta cinta ayude a tener una sociedad maternal y ya no haya más patriarcado. Puede sonar utópico, pero espero, al menos, exista la reflexión de que exista una mejor comprensión entre todas y todos”, concluye.

'Trabajar con un equipo tan talentoso fue mi mayor satisfacción y el reto más grande. Recuerdo esos momentos especiales durante la filmación, cuando volteaba y veía a todo el crew como espectadores. Esos momentos fueron muy bonitos para mí porque ahí es donde siento que realmente surge la magia'
Isabel FregosoCineasta

El papel de las cineastas

En la actualidad, aunque hay más personajes femeninos protagonistas en el cine, persiste la necesidad de representaciones que vayan más allá de estereotipos superficiales o victimizantes. Para Isabel Fregoso es crucial que estos personajes sean complejos y fuertes de manera auténtica, evitando caer en narrativas simplistas o explotadoras.

“La responsabilidad de la cineasta es trascender las visiones patriarcales para ofrecer historias que inspiren y desafíen, promoviendo una representación equitativa y empoderadora. Este enfoque, además de enriquecer la narrativa cinematográfica, también contribuye a una sociedad más consciente y reflexiva sobre la diversidad de experiencias humanas”, opina.

La cinta cuenta con las actuaciones de:

  • Andrea Aldana-Emilia
  • Luis Vegas -Martín
  • Ale Cosío -Caro
  • Damayanti Quintanar -Nicolasa
  • Mayra Batalla -Inés
  • Waldo Facco -Secundino
  • Christian Ramos -Jesús
  • Sasha González -María
  • Guadalupe Gutiérrez- Laidita
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