Frida Escobedo considera que cada quien nace con una forma de entender el mundo o de poder comunicarse con él, ella lo hace por medio de un lenguaje visual, a través de la arquitectura y el diseño.
La arquitecta mexicana está celebrando 20 años de carrera profesional. En 2003 se tituló de la Universidad Iberoamericana, para después realizar una maestría en Harvard y, finalmente, fundar su estudio homónimo en la Ciudad de México. La renovación del Hotel Boca Chica (2008), el Pabellón El Eco (2010), y la ampliación de La Tallera Siqueiros en Cuernavaca (2012) son proyectos importantes que han marcado su carrera.
Pero, sin duda, el alcance global lo consiguió al ser elegida para diseñar el Serpentine Pavilion, ubicado en Kensington Gardens, Londres, convirtiéndose en la arquitecta más joven hasta esa fecha en llevar a cabo dicha comisión.
“Empecé a trabajar de manera independiente desde que salí de la carrera —que creo que es una forma difícil de aprender—, pero, por otro lado, me siento muy agradecido de haberme encontrado con gente muy particular en el camino que me ha ayudado a atender el mundo de una manera muy particular y que han influencia muchísimo mi trabajo”, comparte la arquitecta, en entrevista con Reporte Índigo.
Escobedo comparte que durante estos años de trayectoria la han inspirado colegas, amigos y curadores con los que ha trabajado y que han estado presentes para ella, como José Esparza Chong Cuy, quien ahora dirige Storefront for Art and Architecture; Mauricio Rocha, quien fue su tutor cuando estuvo en el programa de Jóvenes Creadores; o la curadora Ana Elena Mallet, con quien trabajó para la exposición El diseño de Cartier: Un legado vivo, que ahora se exhibe en el Museo Jumex.
También reconoce la influencia de sus maestros de la maestría y de las personas que forman el equipo de su estudio como Iva Keselicová, Rogelio Morales, Clara Chapus, Lucero Arenas, Valeria Villanueva, o Amanda Kemeny.
Amante del diseño
Frida Escobedo siempre ha pensado que la arquitectura ofrece un abanico muy grande de posibilidades, en las que te puedes conectar a nivel constructivo, teórico o de diseño, como ha sido su caso.
“Mi relación con el diseño siempre ha sido muy cercana, me interesa también mucho lo que pasa en las artes, entonces, trabajar para una museografía ha sido un interés particular porque también me permite entender mucho más de lo que se presenta”, dice.
Este interés la ha llevado a colaborar en diferentes proyectos con el Museo Jumex, como cuando diseñó la escenografía de la exposición Lina Bo Bardi: Habitat, que aborda la vida, el trabajo y el legado de esta arquitecta, diseñadora, curadora, directora de museos, escritora, editora y escenógrafa italo-brasileña.
“Tenemos ya varios años de trabajar con el museo, hemos hecho varias museografías, la primera que hicimos fue Bajo un mismo sol: Arte de América Latina hoy, curada por Pablo León de Barra. Es una relación que se siente de largo plazo con el museo, el equipo siempre es increíble y presenta propuestas muy interesantes y nos dan libertad creativa para hacer las museografías. Ahora trabajar con Ana Elena Mallet ha sido un verdadero privilegio”, confiesa.
Su amor por el arte y el diseñó llevará a Frida a renovar en el Museo Metropolitano de Arte (Met), en Nueva York, las salas de arte moderno y contemporáneo, ahora Ala Oscar L. Tang y H. M. Agnes Hsu-Tang. El proyecto abarcará una reconceptualización completa, con lo que se crearán 7 mil 400 metros cuadrados de salas y espacios públicos. Se estima que el costo de la renovación será de 500 millones de dólares.
“Frida Escobedo es una destacada arquitecta de nuestros tiempos. En su práctica, ejerce la arquitectura como una vía para crear poderosas experiencias espaciales y comunitarias, y ha demostrado destreza y sensibilidad en el uso elegante de los materiales, al tiempo que señala con honestidad los problemas socioeconómicos y ecológicos actuales”, aseguró Daniel H. Weiss, presidente y CEO del Met.
Esta reconceptualización permitirá al Met abordar el arte de los siglos XX y XXI desde una perspectiva global, enciclopédica, lúdica y sorprendente. De Escobedo, el museo destacó su capacidad de crear un espacio duradero para el arte y, al mismo tiempo, reconciliar la relación de esta ala con el edificio y el parque ya existentes.
La arquitecta afirmó que el Met es uno de los sitios culturales más relevantes a nivel mundial, por lo que es un honor darle nueva vida al arte de los siglos XX y XXI del Museo.
“Apenas estamos en la propuesta conceptual, es un proyecto que va a tardar un poquito de más años. Desafortunadamente, no puedo hablar nada más del Met”, comentó la arquitecta.
Para seguir luchando
A nivel social a Frida Escobedo le importa que se logre una paridad salarial y el reconocimiento del trabajo doméstico, aspectos fundamentales para entendamos que la labor de las mujeres no nada más está en la vida profesional y que son fundamentales para la economía en todas sus capas.
“Creo que una de las cosas que sí es urgente resolver es la paridad salarial, porque hay muchas mujeres talentosas, pero definitivamente los salarios siguen siendo muy dispares y, obviamente, las oportunidades están ahí. Me siento muy afortunada y privilegiada de poder estar haciendo lo que hago y poder vivir de lo que amo hacer, pero entiendo que también hay muchas barreras y que es una lucha que a mí no me tocó luchar, fueron nuestras madres y nuestras abuelas las que realmente caminaron el tramo más difícil, pero de todas maneras sigue un camino muy grande de recorrerse y no están sucediendo los cambios de manera tan rápida como debería”, opina.
Por lo que Escobedo hace un llamado para que las mujeres sigan luchando juntas y vivan una verdadera sororidad para que sucedan las cosas.
Escobedo se siente orgullosa de todas las decisiones que ha tomado a lo largo de estos 20 años de trayectoria, por lo que no quitaría ni una, porque asume que es la suma de todas las pequeñas decisiones, incluso, las que la han llevado a fracasar son importantes.
“He fracasado muchas veces, miles de veces. Pasa todo el tiempo que proyectos no funcionan, que los presupuestos no se ajustan a la realidad o que los proyectos cambian, eso pasa todos los días, es parte de la vida del arquitecto y sí creo que es importante decirlo”.
Escobedo, a pesar de que lleva 20 años de trayectoria y de los múltiples premios que ha ganado como el Architectural League of New York’s Young Architects Forum Award (2009), el Premio BIAU (2014), el Architectural Review Emerging Architecture Award (2016) o el Architectural League Emerging Voices Award (2017), considera que esto apenas está empezando y que su mayor meta es seguir haciendo lo que más le gusta.