El teatro y la danza, así como las y los maestros que la actriz Eileen Yáñez ha tenido a lo largo de su vida, le han enseñado la disciplina, la concentración y la disposición para poder dar vida a sus personajes en el cine. Estas experiencias forjaron un carácter y un compromiso con y para el séptimo arte: el mostrar otras narrativas.
Su nominación al Ariel por coactuación femenina en Noche de fuego, de Tatiana Huezo, da ejemplo de ello. La actriz comparte con Reporte Índigo que es parte de los proyectos que merecen ser vistos, pues retratan la realidad e invitan al espectador a reflexionar sobre diversos temas como la violencia, el clasismo y el racismo.
“Siempre es un placer y un cariñito que hagan este tipo de reconocimientos a una nominación a tu trabajo, es muy lindo. Estoy sorprendida, la verdad no lo esperaba. Los últimos años he tratado de hacer proyectos que me interesen contar, ya sea por la historia, el personaje y las personas con las que se va a trabajar”, asegura la actriz.
Por ello, que se difunda el trabajo de Tatiana Huezo o de Ángeles Cruz, actriz y directora de la cinta Nudo Mixteco, en la cual también participa Yañez, son un motivo de orgullo.
“Ángeles Cruz, como actriz y ahora como directora, me dio mucha emoción. Qué orgullo trabajar en dos películas dirigidas por mujeres, tan inteligentes y que están siendo reconocidas”, indica.
Para Eileen, los resultados creativos tienen que ver con el momento histórico y social en el cual la humanidad se desarrolla, es decir, siempre hay estímulos que contribuyen a la creación de una película o cualquier obra de arte.
Así que el cine mexicano contemporáneo, como Nudo Mixteco o Noche de Fuego, a decir de Yáñez, tendrían que hablar y reflexionar sobre las realidades de este momento.
“Cada obra de arte tendría que dialogar sobre la diversidad, cómo las mujeres e infancias son violentadas profundamente en México. Son una reacción al momento histórico en el que se está viviendo y eso siempre será interesante y maravilloso de observar y contribuir con tu granito de arena”, piensa.
Desde su primera obra titulada Las Gelatinas, de Claudia Ríos, hasta su participación en Desierto Adentro, de Rodrigo Plá, cinta que le mereció su primer Ariel a Mejor Coactuación Femenina, para después participar en La Zona, la actriz aclara que cada proyecto en el que participa tiene su propia esencia y le gusta descubrir sus características especiales.
“No sé si tengamos las condiciones universales para estar pensando en qué quiero como carrera, para mí es más sano pensar en cada proyecto y lo que quisiera es encontrar nuevas narrativas, es decir, las historias son las mismas de siempre, ya no hay mucho más qué intentar, pero sí la forma en la que cuentas las cosas, de crear.
“Ahorita, como actriz, me interesa encontrar un trabajo donde el actor sea considerado un creativo y no un ejecutante, es importante para mí ser parte del equipo creativo, no sólo que me digan en qué lugar ponerme, cómo quieran que diga el diálogo, me interesa tener este proceso creativo”, relata.
Proceso que, por ejemplo, vivió junto con Ángeles Cruz, quien tuvo la sensibilidad de platicar y construir en equipo una dinámica de escuchar y proponer.
Estas experiencias y aprendizajes le han enseñado que justo hacia allá va su interés artístico, así como tener cada vez más espacios para la creación desde la conciencia y la sensibilidad.
Otros proyectos de Eileen Yáñez
A finales de este año se estrenará la película Luna negra, ópera prima de Tonatiuh Garcíal, la cual habla sobre la defensa del pueblo de Jalcomulco, Veracruz, un lugar en el cual destaca el Río de los Pescados.
“Es una historia basada en hechos reales y habla sobre la ecología, la comunidad y la defensa de los recursos naturales, temas que poco tocamos en el cine, es algo padre y divertido. Son parte de estas nuevas propuestas, donde hay nuevos directores y cine desde otra perspectiva”, comenta.
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