“Tantas historias… no quiero que se pierdan, pero son como arena entre mis dedos”, declara la actriz Verónica Langer en un evocador comienzo que encapsula la esencia de la obra unipersonal Detrás de mí la noche. Más que una simple representación teatral, la pieza, cocreada con el dramaturgo Noé Morales Muñoz y dirigida por Juan José Tagle, se convierte en un viaje a través del tiempo y las fronteras, desentrañando las migraciones y arrojando luz sobre la realidad socio-política de Argentina.
La trama, tejida en clave de autoficción, se sumerge en la búsqueda apasionada de los orígenes familiares de Langer, marcados por desplazamientos desde la Viena del siglo XX hasta el exilio en México. La migración se presenta como el hilo conductor de una historia que no solo se desarrolla en el pasado, sino que también proyecta sus sombras sobre la contemporaneidad argentina.
“Ha sido una obra que hasta ahora me ha acompañado durante un buen rato y que siempre se está reinventando. Siempre la estamos afinando y dando guerra. La obra habla de la migración y, en el caso de mi familia, fue causada por situaciones policiales.
“Este año se vuelve un reto muy complicado debido a todo lo que está sucediendo actualmente en Argentina. Y por todas las implicaciones, no solo a nivel cultural, lamentablemente, sino también a programas muy prioritarios, como médicos y apoyo para medicinas. Todo se ha incrementado: el pago a los servicios médicos se detuvo, todos los apoyos que había, y la gente está desesperada. Todo eso también lo aborda la obra, la necesidad de encontrar una solución”, confiesa Langer a Reporte Índigo.
Verónica Langer fue en busca de su origen en Argentina
Detrás de mí la noche plantea la búsqueda vertiginosa de los orígenes familiares en un escenario donde la migración se convierte en el hilo conductor. En sus declaraciones, Verónica Langer conecta las raíces de la obra con la contemporaneidad argentina, subrayando los desafíos que enfrenta actualmente el país.
“Diariamente me hablan personas de Argentina que dicen que la gente quiere venir a México a vivir debido a una posible situación de persecución. Hemos recibido amenazas. Por ejemplo, pertenezco a la Academia Mexicana de Cine, y un director de cine argentino que hizo una declaración ya está siendo procesado. Parece que también en lo ideológico y en lo político van a empezar represalias. Estamos retrocediendo; justamente el año pasado se celebraron 40 años de democracia en Argentina. Si vamos a empezar con este tipo de persecuciones, estamos yendo hacia atrás de una manera muy alarmante”, declara la actriz.
Al incorporar elementos de la realidad, Detrás de mí la noche resalta la necesidad de que la obra se conecte con el momento actual, donde las guerras, ya sean personales o colectivas, parecen omnipresentes.
Langer destaca cómo, aunque la trama tiene un matiz personal, las experiencias de inmigración, exilio y violencia resuenan en la mayoría de los seres humanos, conectándose con la audiencia de una manera que va más allá de una época específica.
“Todo el tiempo estoy incorporando elementos de la realidad, pero en estas funciones, hago énfasis o de algún modo menciono esta situación, a modo de que la gente que vea la obra se sienta reflejada en el momento que estamos viviendo. Lamentablemente, estamos viviendo tiempos muy oscuros, donde parece que las guerras están ahí constantemente”, agrega.
La actriz platica sobre su incursión en la novela
Verónica Langer, conocida por su destacada trayectoria en el teatro y el cine, sorprendió a finales del año pasado al incursionar en el mundo de las novelas con su primera obra, titulada Sobre las larvas. Lo que inicialmente comenzó como un proyecto teatral tomó vida propia, inspirando a Langer a explorar el potencial narrativo del texto.
“Fue una experiencia muy interesante que, de hecho, empezó como un proyecto teatral. Pero el texto sentí que tenía su propia vida y que tenía ganas de volar. A lo largo de mi vida he escrito muchas veces cosas; nunca pensé que iba a ser capaz de escribir una novela. Me parecía algo inalcanzable. Pero a veces, la vida nos sorprende con la capacidad de hacer otras cosas que se salen de lo que siempre hemos hecho”, dice.
La transición de las tablas a las páginas se consolidó cuando encontró en Hachette, parte del Grupo Larousse, el interés para publicar su obra. Sobre las larvas no solo representa un cambio de medio para Langer, sino también una exploración profunda de temas sociales y psicológicos. La novela se sumerge en reflexiones sobre la discriminación y la salud mental, cuestionando la percepción de la cordura en la sociedad.
“¿Qué es la salud mental? ¿Quién está loco? ¿Quién está cuerdo? Y cómo la sociedad, a veces, aísla a las personas. Me resulta muy fascinante pensar en este mundo y qué pasa dentro de la cabeza de estas personas que a veces no pueden expresar lo que sienten. Vemos una cara, pero no sabemos qué está pasando por dentro. A veces, por eso mismo, resulta difícil acercarse. Por eso el título, porque una larva es un misterio”, remata.