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“Nunca hablé de mis primeras relaciones amorosas porque quería que fuera solo algo mío. Odiaba que los detalles de mi vida estuvieran siendo convertidos en una mercancía y fueran comercializados por todo el mundo”
Siempre estuvo rodeada de la farándula. Su padre es un director y productor de televisión que trabajaba en 20th Century Fox y su madre es una guionista. Así que habría sido extraño que Kristen Stewart no se dedicara a actuar, modelar y/o dirigir como lo hace actualmente.
Fue descubierta por un agente cuando tenía nueve años, en una obra escolar navideña. Pero su salto a la fama internacional se dio con la saga de “Twilight”, cintas que protagonizó con quien también fue su pareja en la vida real, el actor Robert Pattinson.
Tras años de estar envuelta en el mundo de la saga sobre vampiros y los lobos, de ser perseguida por la prensa rosa por su noviazgo con Pattinson y por el supuesto affair que tuvo con el director Rupert Sanders, Kristen decidió salir del clóset y comenzó a salir con mujeres, entre ellas la cantante francesa Soko y la productora Alicia Cargile.
Y a nivel profesional su vida también tomó un giro de 360 grados. De ser la protagonista de una saga juvenil, comenzó a hacer filmes de mayor trascendencia como “Still Alice” (2014), “Clouds of Sils Maria”, ese mismo año, y “Café Society” (2016), dirigida por Woody Allen.
De esa manera, en lugar de aparecer en portadas sensacionalistas, se le comenzó a ver en las alfombras rojas de festivales como Cannes.
A su vez emprendió un camino por la industria de la moda, en donde ha formado parte de la imagen de marcas como Chanel y Balenciaga.
Esta semana, Stewart sorprendió con un cambio drástico de look, pues se rapó la cabellera y se la tiñó de rubio platinado. Pero lo radical no es simplemente esa nueva apariencia, sino su actitud, pues Kristen se ve segura, satisfecha consigo misma y con mayor madurez.
