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“Yo nunca huí, nunca me escondí. Yo siempre estuve en mi casa y todo mundo sabe donde vivo y eso fue otra de las cosas que se dijeron, que yo me estaba escondiendo y eso no era cierto”
A poco más de un año de que se desatara el escándalo en donde Kate del Castillo se vio involucrada con el capo del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, México no olvida las conversaciones que tuvieron y la visita que el actor Sean Penn realizó al país para entrevistarse con el hombre a cargo de uno de los imperios más grandes del narcotráfico a nivel mundial.
Y es así como entre el furor y el morbo llega mañana a Netflix la nueva serie donde Del Castillo es el rostro principal, producida por Argos, empresa a cargo de Epigmenio Ibarra.
La actriz tuvo un enlace digital con los medios de comunicación mexicanos desde Los Angeles, California (Estados Unidos), ya que cuando empezó el caso de investigación de su nexo con el narcotraficante ella prefirió quedarse en ese país.
“Yo nunca huí, nunca me escondí. Yo siempre estuve en mi casa y todo mundo sabe donde vivo y eso fue otra de las cosas que se dijeron, que yo me estaba escondiendo y eso no era cierto”, afirma Del Castillo en conferencia de prensa.
También dijo que ella puede volver a México, sólo que no desea hacerlo hasta que se cierre el caso que le vincula con “El Chapo”, además de que hay otro caso nuevo, pero no quiso revelar más detalles al respecto.
“Hemos ganado todos los amparos, poco a poquito los hemos ido ganando, empezaron a decir al final que yo ya podía ir porque no tenía orden de localización ni presentación, pero no se ha cerrado el caso. Entonces hasta que no se cierre el caso y mis abogados me digan que puedo ir no podré ir, además de que se abrió otro caso… no es que no pueda, de poder si puedo, nada más que no quiero”, dice nerviosa.
De su experiencia al haber conocido a Guzmán Loera dijo no arrepentirse, además de hacerse responsable de sus actos.
“De si me arrepiento de haber ido a Sinaloa, no me arrepiento de absolutamente de nada (…) también me hago responsable de los actos, de las cosas que están en mis manos, de las decisiones que yo tomo, no las hago de entrada para la aprobación de absolutamente nadie”, aclara.
Kate, la ingobernable
Epigmenio Ibarra, cocreador de la serie, precisa que la decisión estaba tomada para que Del Castillo tuviera el protagónico desde antes que pasara el escándalo de “El Chapo”, por lo que defiende a la actriz calificándola con el título de la serie.
“Casi les puedo decir que el papel fue pensado para una mujer así, porque Kate es ingobernable, le quedaba de maravilla, y la elegimos mucho antes de que sucediera lo que sucedió y nosotros consideramos que estaba en su pleno derecho de buscar hacer una historia”, comenta Ibarra ante los medios.
“Ingobernable” retrata, a lo largo de 15 episodios, la vida de la Primera Dama mexicana Emilia Urquiza (Del Castillo) huyendo de la justicia, pues es sospechosa del asesinato de su marido, y presidente, Diego Nava (Erik Hayser) quien, tras una disputa entre los dos, cae de un balcón, pero Urquiza niega haberlo asesinado, ya que ella se encontraba inconsciente.
El fracaso del Estado
Ibarra cree que México tiene una ingobernabilidad crónica y lo califica de estado fallido, explicando que el problema es la sumisión de sus ciudadanos.
“Eso es crítico porque es una población sometida a un estado inepto y fallido (…) hay que ser ingobernable en un país desgobernado”, reitera el realizador.
El también activista social indica que “Ingobernable” no pretende ser una serie de chismes presidenciales, pero sí el poner a esas figuras a un nivel terrenal, más humano y menos intocable.
“Vamos a desacralizarlos, el presidente de la república es un servidor público, no es el tlatoani, el tlatoani era semidios, pero aquí lo miramos con un respeto que él no le tiene al pueblo de México”, agrega Ibarra.
Erik Hayser, quien interpreta al presidente del país en la ficción, también apoya la idea del estado fallido porque dice no creer en la política de la nación.
“Tengo una historia de terror por ahí con el gobierno del Distrito Federal cuando yo produje un festival de reggae y me cerraron todas las puertas (…) me bloquearon por todos lados hasta que económicamente, prácticamente, me destruyeron”, recuerda el actor.
¿Son o se parecen?
El actor Erik Hayser revela que fue en parte intencional que su personaje se pareciera físicamente al ejecutivo federal, una propuesta que él se atrevió a hacer.
“Como tal, nunca me basé, como en alguno de los presidentes, ni en el actual mandatario, porque revisé a muchos, pero me parecía importante –como la historia toca muchas cosas de la situación política, social y económica del México actual– me pareció interesante y divertido de repente tener algunos guiños a nivel físico con el mandatario actual”.
Tepito y Los Pinos: universos paralelos
Dos ejes en los que se sostiene este programa es mostrar dos caras de México que se anteponen por completo: la vida de opulencia y oligarquía en Los Pinos y el barrio bravo de Tepito, que se encuentra en resistencia.
La producción se metió de lleno al centro de la Ciudad de México para grabar con drones secuencias del exterior de la vecindad tomada por la fuerza por sus colonos, aunque sus interiores fueron hechos en otras locaciones de menos peligrosidad.
México que no es México
Como Kate del Castillo prefiere vivir en Estados Unidos desde el año pasado, la producción de Argos se dividió en dos para poder filmar secuencias tanto en México como en el país del norte.
Los productores no quisieron revelar el presupuesto que tuvieron para hacer la serie, aunque es notorio que se invirtieron grandes recursos monetarios para tener que hacer esta doble filmación por igual y trasladar a actores que tuvieran escenas junto a Del Castillo entre los dos países. Las escenas donde aparece Kate fueron realizadas en el estado de California.
