Karma y yo es una obra que nace de una reflexión sobre la soledad y el deseo humano de pertenecer. La autora Virginia Smith, inspirada por sus vivencias cuando era becaria en la Royal Academy of Dramatic Arts, Londres, utiliza esta comedia para explorar la empatía y la necesidad de conexión en la sociedad.
La historia, que se presentará en México, en el Centro Cultural Del Bosque, en la Sala Xavier Villaurrutia, del 13 de junio al 07 de julio, se centra en las pequeñas tragedias cotidianas y lo que significa ser escuchado.
“En ese momento sentí un rechazo, no tanto por los ingleses, sino por los propios extranjeros, eso me llamó mucho la atención; ahora con el tiempo todo se ha transformado y llegó este año con la reflexión de cómo hacemos sentir a las personas que son diferentes, ya sea por la nacionalidad, por su preferencia sexual, o por alguna deficiencia física.
La pieza se presentará en el Centro Cultural Del Bosque, en la Sala Xavier Villaurrutia, del 13 de junio al 07 de julio los jueves y viernes a las 20:00 horas, el sábado a las 19:00 y el domingo a las 18:00 horas
“Es una invitación a ser más empáticos, porque la soledad está cañona, no somos hongos, necesitamos la conexión. En esta temporada el mensaje es sobre la empatía y en cómo miramos al otro”, cuenta la directora y dramaturga Virginia Smith a Reporte Índigo.
La protagonista es Mía, una joven que regresa del trabajo y descubre que Peter, un cantante callejero al que llevó a vivir a su casa, le robó todo. Ante el espacio vacío y silencioso, Mía comienza a hablar sin parar con el único ser vivo en la habitación: su mascota, un camarón llamado Karma.
Durante el monólogo, la joven cuenta todo lo que ha hecho durante su vida para encajar, tener amigos y ser considerada como alguien “normal”.
“¿Qué es ser ‘normal’? Es algo que el personaje cuestiona todo el tiempo. Ella quiere encajar, pero ¿qué significa realmente? Además, el fenómeno de las redes sociales nos hace mirar mucho hacia afuera y desear cosas que quizás no resuenan realmente con nosotros, y sufrimos por intentar encajar en algo que no somos.
“Yo mismo lo viví. Nunca he sido una persona tímida, pero aun así nadie me hablaba porque ‘era diferente’. Es muy duro. Hablamos mucho del concepto de ‘normalidad’, pero creo que no deberíamos etiquetar a nadie ni a nosotros mismos. Simplemente somos, y aunque suene filosófico, está presentado de una manera cómica en la historia”, agrega.
Su estreno en México
La pieza fue estrenada en Londres, dentro del marco del Camden Fringe en el 2016, y estrenada, en su versión en español, en el Centro Cultural San Martín en el 2017 en Buenos Aires, Argentina.
En cada uno de estos escenarios, la obra adoptó una identidad propia, mezcla de la influencia del lugar, y la cultura, haciendo que la misma historia tomará diferentes rumbos y se enriqueciera.
Para su presentación en México agregó momentos de humor y sarcasmo, pero también un énfasis más profundo sobre el uso de redes sociales o el bullying en las escuelas.
“Escribirla fue un poco doloroso, pero también un ejercicio, casi de exorcismo, para liberarme”
“Al final, se volvió algo bonito, porque con el tiempo he podido decir de cómo de una situación fea, si le ponemos una mirada distinta y tratamos de transformarla, se puede volver algo bonito; a mí me ha dado mucha felicidad, reacciones muy bonitas del público de poder transformar una experiencia traumática a lo positivo.
“Por eso me daba mucha emoción presentarla en México, porque trae toda esta nostalgia, pero también parte del humor, muy local. Al final, la hice pensando mucho en mi país”, explica Smith sobre la pieza que cuenta con música original a cargo de Edwin Tovar, quien para estas funciones realizó una composición con marimba y timbales.
La importancia del monólogo
Para Virginia Smith era crucial presentarla a manera de monólogo, este formato casi se decantó solo, ya que refleja el diálogo interno que todos llevamos dentro.
“Todos tenemos un monólogo interno, todo el tiempo nos estamos diciendo cosas como: ‘La habré cagado diciendo esto’; ‘me veo pesimo’, somos súper críticas con nosotras mismas. Entonces justo invitó al público a reírse un poco de las cosas que nos decimos”, piensa.
Este tipo de reflexiones personales, asegura, son algo universal que invita al público a reírse de las cosas que nos decimos a nosotros mismos. En su obra, el personaje principal se comunica con un camarón, lo cual puede parecer excéntrico pero añade un toque de ternura y simpatía.
Mía regresa a casa y descubre que Peter, el cantante callejero al que había invitado a vivir con ella, le robó todo. En medio del silencio, Mía habla sin parar con Karma, su peculiar mascota, sobre un pasado que intentaba olvidar.
Inditeatro presenta: “Karma y yo” pic.twitter.com/PaHa9IMent
— Coordinación Nacional de Teatro (@teatroinbal) May 16, 2024
“La pieza abre una puertita para que vean el mundo de esta persona, cómo piensa, pero no es sólo esta persona. Yo creo que todos nos decimos muchas cosas, pero quisiera que la gente se llevara un mensaje para decir que por más solo puedes estar, encerrado en un cuarto, tienes que enfrentarte a ti y a tus propias discusiones internas”, destaca.
Smith también aborda temas profundos como la autocompasión y la necesidad de la compañía. Por ello, espera que su obra inspire a las personas a ser más amables consigo mismas y con los demás.
Señala que esta obra, aunque se centra en lo cotidiano, habla de la aceptación y la comprensión sin necesidad de cuestionar o juzgar.
“Igual y no tomaste las mejores decisiones, pero se vale pedir perdón, se vale empezar de nuevo y perdonarse. De no juzgar a los demás, del que siempre decimos ‘ ay, está loquito’, pues por qué mejor no nos acercamos a hablarle y ver cómo es su mundo”, puntualiza.
Conoce al equipo
Dirección:
- Dennis Smith
- Ishbel Rose
- Virginia Smith
Dramaturgia:
- Virginia Smith
Diseño de Iluminación:
- Carmen Mercado
Música Original:
- Edwin Tovar
