En 1999, Karina Gidi invitó al director José Antonio Cordero a colaborar en la creación de un monólogo que estuviese basado en algunas experiencias personales de la actriz
Foto: Especial

Karina Gidi reflexiona sobre el amor moderno en su obra Instrucciones para volar

La actriz regresa al teatro tras 18 años con este monólogo de su autoría que mezcla humor, música en vivo y reflexiones sobre el amor a distancia

Karina Gidi encuentra en la obra Instrucciones para volar una libertad renovada, que se siente tangible, como un par de maletas que puede empacar y llevar a cualquier parte. Este proyecto es suyo, y en su autonomía reside una tranquilidad que no había experimentado en tanto tiempo. Le divierte, la hace sentir un poco rebelde, sobre todo porque la gente la asocia con “la actriz seria” que interpretó a Rosario Castellanos o que se sumerge en personajes profundos y dolorosos. 

Ahora, Gidi regresa a las tablas después de 18 años con esta pieza, y a diferencia de aquella época, la invitación es jugar, romper con esa imagen y sumergirse en un espacio donde el humor toma protagonismo. Este monólogo, que se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, le da la posibilidad de desbordar esa seriedad con la que la han etiquetado y presentarse con una energía completamente nueva.

“Me siento muy libre porque es un proyecto mío, me lo puedo llevar de gira y hacer otras temporadas en otros espacios, me gusta ser dueña de eso. También me divierte desde un lugar un poquito rebelde, tengo la oportunidad de hacer esta obra con su nivel de capricho y de locurilla que roza la farsa en algunos momentos; me invita a un nivel de juego y de energía totalmente distintos a lo que me han visto hacer; me siento traviesa.

Mi relación más larga, además del núcleo familiar,  es con el arte teatral. Es a lo que le tengo mayor cariño y fidelidad, lo he tratado con respeto y devoción”

“Por todos lados siento que estoy ganando, porque voy a seguir haciendo personajes de otros tipos en teatro, series y películas, pero este es para mí un juguetito y viviendo en un mundo tan violento como en el que estamos, tan cínico, hacer esta obra para mí es aire fresco”, narra Gidi en entrevista con Reporte Índigo.

¿De qué trata la obra Instrucciones para volar de Karina Gidi?

La obra, escrita por Gidi, bajo la dirección de José Antonio Cordero, presenta una nueva perspectiva que refleja la evolución personal y profesional de la actriz. 

Este regreso al teatro también lleva consigo una adaptación, pues, aunque la esencia de la obra se mantiene fiel a su versión original, Karina y José Antonio Cordero decidieron revisarla a los tiempos actuales. 

“La obra, que se estrenó hace 25 años y su última función fue hace 18 años, está adaptada a mi realidad actual, pero sigue teniendo todo el sentido del humor. La historia, que es aparentemente sencilla, un encuentro de amor entre dos personas que viven lejos el uno del otro, se ve ahora impregnada por una reflexión sobre cómo el tiempo y la tecnología han transformado las formas de relacionarse, especialmente en lo que respecta al amor”, expresa Gidi.

Sin embargo, el regreso al escenario no fue sencillo para la actriz. A lo largo de su carrera, ha atravesado momentos de dolor personal, pérdidas que requirieron tiempo y espacio para sanar. 

“Sané muchas cosas antes de poder volver al teatro, tuve un par de duelos que atender, por varias circunstancias no me sentía con la suficiente energía y fuerza. Durante algún tiempo, ni siquiera con el suficiente deseo de volver a estar en escena, pero hace unos meses me sentí recuperada y con la urgencia de hacer teatro, lo sentía en el cuerpo”, precisa.

Hoy, al revisar la obra, la actriz reconoce que está en un lugar completamente distinto, pues aborda esta historia desde un lugar de madurez, pensando que la vida sigue dando vueltas y que el cambio es la única constante. 

El significado de la obra

Durante el montaje se hace una metáfora sobre qué significa abrir las alas y calcular el riesgo al tomar un vuelo con las relaciones amorosas que alguien pueda tomar, o no, a lo largo de su vida.

“La obra se queda en el universo de lo poético sobre la incertidumbre con respecto al futuro. Tener cinco instrucciones que van orientando a Paloma en la historia y las descripciones de las cuatro fuerzas que intervienen también como metáfora de las resistencias personales o del vuelo personal ayudan para enmarcar lo que le está pasando a esta mujer que tiene muchas ideas que la aceleran, frenan, ilusionan, la impulsan o que la asustan. Siento que la obra tiene un aire de obra infantil para adultos, con un cierto encanto, ingenuidad y simpleza”, comenta.

La adaptación

En el proceso para realizar de Instrucciones para volar, la actriz y el director José Antonio Cordero integraron un discurso sobre el paso del tiempo, los cambios en la vida personal y profesional, así como la evolución del amor, pues en ese entonces, cuando la actriz estrenó la obra en 1999, se preparaba para mudarse a Canadá.

“Ahora entiendo que Paloma, mi personaje, esté con deseos de encontrar una relación con alguien con quien vincularse y transitar el camino. Aunque la historia me divierte igual que hace muchos años, me parece que hay algo de absurdo y hasta de ridículo en la forma en que generamos expectativas o en la forma en que queremos proyectarnos hacia la mirada de esa otra persona”, detalla.

Cuando estrené la obra estaba en una situación completamente diferente. El papá de mis hijas me pidió que nos fuéramos a vivir a Canadá, y me acuerdo que fue un escalofrío para mí pensar eso. Era una actriz joven, con mucho trabajo y cierto nombre, pero al final pensé: ‘es mucho más importante esta empresa amorosa, hay que apostar por el amor, por la familia”, dice.

¿Cómo fue el regreso de Karina Gidi al teatro?

El arte, en general, y sin duda las artes escénicas, pueden tener el beneficio colateral para sanar; y para Karina Gidi hacer teatro nunca había sido planeado con ese propósito; no obstante, hay ciertas piezas que, sin quererlo, pueden tener un impacto a nivel personal. En este caso, Instrucciones para volar le ha ayudado a fortalecer sus habilidades histriónicas.

“Yo abordo el teatro lo más profesionalmente que puedo, pero si llega a suceder, aunque no es su objetivo número uno, para mí, sí vas sanando cosas. En este caso ha sido un nervio muy grande pensar si en estos años habrán disminuido mis habilidades histriónicas, mi capacidad física para interpretar todas estas viñetas y personajes que deambulan en la historia”, expone.

Su sorpresa fue corroborar que todo está en orden, que por algo estudió actuación y es algo que lo ha trabajado con pasión y compromiso, pues es algo inherente para ella.

Actualmente sigue actuando en series y películas, momentos que en escena, le permiten adueñarse del espacio y sentirse privilegiada; sin embargo, para esta nueva temporada, la actriz también quiso hacer ciertos tintes de crítica respecto a su quehacer.

A lo largo de la puesta en escena se pueden ver escenas de castings, en donde Paloma se prepara para hacer una película independiente, de una mamá mafiosa y de un comercial y hasta interpretar  un avión en un show para sobrecargos.

“Hay ciertos momentos en donde puedo mofarme del oficio, es una oportunidad para jugar con eso, que es un oficio que he amado por más de 30 años y lo he tomado con toda la seriedad del mundo, pero me parece que la vida es más importante que el teatro. Lo primero para mí son las relaciones personales; he tomado muchas decisiones laborales pensando en lo mejor para mis hijas, a nivel de tiempo, dinero o de contenido. 

“Yo no quiero que mis hijas me vean en ciertas cosas y no me da vergüenza decirlo, porque a mí me interesan proyectos que construyan y mejoren mi núcleo familiar”, apunta.

Instrucciones para volar tendrá una temporada del 16 de enero al 9 de febrero en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, los jueves, viernes, a las 20:00 horas; sábado, a las 20:00 horas y domingo a las 18:00 horas

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