Juntos, ¿pero no revueltos?
Será un negocio enorme”, dijo esta semana Mark Zuckerberg sobre su más reciente adquisición en el escenario del Mobile World Congress (MWC), en Barcelona.
Sus palabras parecieron contradecir a Jan Koum, creador de la app WhatsApp, quien, como mencionamos recientemente en este espacio, expresó en el mismo evento su deseo de mantener la empresa como una startup, con un número limitado de empleados.
Pero el sueño podría quedarse en eso y la pequeña compañía ahora forma parte del gigante que es Facebook.
Ana Paulina Valenciahttps://www.youtube.com/watch?v=00suYFGeHeo
Será un negocio enorme”, dijo esta semana Mark Zuckerberg sobre su más reciente adquisición en el escenario del Mobile World Congress (MWC), en Barcelona.
Sus palabras parecieron contradecir a Jan Koum, creador de la app WhatsApp, quien, como mencionamos recientemente en este espacio, expresó en el mismo evento su deseo de mantener la empresa como una startup, con un número limitado de empleados.
Pero el sueño podría quedarse en eso y la pequeña compañía ahora forma parte del gigante que es Facebook.
Koum se ha incorporado a la mesa directiva de la compañía de Zuckerberg y sus 55 empleados ahora trabajan, oficialmente, para esta.
El discurso de ambos empresarios ha sido sumamente cuidado y tanto en el comunicado oficial como en sus presentaciones en el MWC usaron la misma expresión para justificar su unión. Y, según afirman repetidamente, quieren un “mundo más abierto y conectado”.
Ahora, los usuarios de la aplicación de mensajería sospechan que la historia de patriotismo y realización del sueño americano de Koum son una fachada. Después de todo, el ucraniano vendió su startup en 19 mil millones de dólares.
Si Zuckerberg y Koum están de acuerdo en algo, es en que WhatsApp se manejará como una aplicación independiente y seguirá sin tener publicidad.
El CEO de Facebook también prometió que los datos de los usuarios continuarán sin ser almacenados.
¿Por qué WhatsApp?
Con semejantes condiciones, es difícil comprender por qué una aplicación que cobra 99 centavos de dólar por año fue una compra atractiva.
Sobre todo considerando que el propio Zuckerberg mencionó que la plataforma “vale mucho más” que lo que costó.
La respuesta está en la historia de Facebook y su relación con los dispositivos móviles.
En abril del año pasado la empresa se unió a HTC para crear el HTC First. Este sería el primer smartphone en usar el sistema operativo Facebook Home, una variación de Android creada para dar protagonismo a elementos de la red social, como las fotos, ligas y actualizaciones de estado.
El dispositivo se ofreció exclusivamente a través de AT&T (igual que la primera versión del iPhone) y fue un fracaso.
A un mes de estar disponible, se ofrecía con un sustancial descuento: de 99 dólares a 99 centavos de dólar. Unos días después, el smartphone fue descontinuado.
El sistema operativo tampoco tuvo el éxito esperado en Google Play, la tienda de aplicaciones de Google.
Aunque tuvo un sólido comienzo con 500 mil descargas en su primera semana y alcanzó el lugar 50 en el ranking de la tienda, su auge no duró.
Las calificaciones de los usuarios que lo probaron dejaron mucho que desear. Más de la mitad de ellos dieron al sistema operativo solo una estrella. Muchos comentaron que habían tenido que desinstalarlo.
El primer problema fue que Facebook Home solo estaba disponible para cinco dispositivos, y ofrecía una experiencia radicalmente distinta a la de las demás versiones de Android, lo que no agradó a los usuarios fieles a la plataforma de Google.
La compra de WhatsApp es una forma sin complicaciones de entrar al mercado móvil.
La pregunta es, entonces, ¿podrá Zuckerberg obtener un ingreso respetando los límites impuestos por Koum?
El CEO prometió que trabajarían juntos para que generara ingresos a su empresa, pero con una mala noticia más para él –el servicio de correo electrónico de Facebook fue cancelado por falta de uso– ese deseo también podría quedarse como uno más.
El precio de una ‘startup’
No hay nada despreciable en 19 mil millones de dólares y la cantidad sorprendió tanto al mundo que varios sitios se dieron a la tarea de identificar compras alternativas que Mark Zuckerberg pudo haber hecho con ese dinero.
Facebook pudo haber construido, también, 12 edificios como el Burj Khalifa, el más alto del mundo. Este costó “solamente” 1.5 mil millones. Virgin Galactic cobra 250 mil dólares por hacer un viaje al espacio, así que su CEO pudo haber enviado a 76 mil de sus empleados a una gran aventura.
Según LiveScience, construir una pirámide como las de Giza costaría cerca de 5 mil millones, así que por el precio que pagó por WhatsApp podría tener casi cuatro de ellas.
Equipos de futbol soccer, futbol americano y beisbol, además de obras de arte e islas están entre otras de las posibilidades.
Reconstruir Filipinas después del tifón “Haiyan” costó 6 mil millones.
El potencial filantrópico del costo de WhatsApp es, sin duda, enorme.
El otro lado de millones de monedas
Jan Koum, creador de la aplicación de mensajería, expresó en el escenario del MWC que conservar el espíritu de startup de su empresa era su prioridad. Los aspectos más importantes para él son el respeto a la privacidad y la ausencia de anuncios.