La condición física de las mujeres que participaron en el estudio, mejoró hasta un 111 por ciento
Al escuchar la palabra “futbol”, es común que pensemos en los equipos formados por hombres, y es frecuente que las niñas crezcan viendo a sus papás jugar.
Pero en los últimos años se ha incentivado la participación de mujeres en este deporte, y un estudio de la Universidad de Exeter indica que esta tendencia tiene efectos positivos sobre su salud.
El estudio involucró a un grupo de mujeres de alrededor de 40 años, con una vida sedentaria, sobrepeso u obesidad y problemas de alta presión. La mitad de ellas (21 mujeres) comenzó a jugar futbol tres veces a la semana, mientras que el resto no hizo ningún cambio a su estilo de vida.
Tras 15 semanas, las que habían adoptado el hábito de participar en juegos de futbol –supervisados por un experto para asegurarse de que fueran competitivos– mostraron una reducción en su presión arterial. La presión sistólica, que es el primer número que se menciona al leer la presión, bajó un promedio de 12 puntos; la diastólica, el segundo número, bajó seis.
En cambio, en el grupo de control, la presión arterial incrementó ligeramente.
Pero los cambios para bien no solamente estuvieron relacionados con la presión sanguínea de las jugadoras, quienes además perdieron cuatro veces más grasa corporal que sus compañeras del grupo de control.
Y es que, en términos de condición física, se detectó una mejoría de 111 por ciento, mientras que en el grupo de control solamente hubo uno por ciento de incremento.
Su nivel de triglicéridos también disminuyó –al principio solo 43 por ciento de ellas se encontraba dentro del rango normal de este tipo de grasa; después del ejercicio, 77 por ciento de ellas se hallaba en él.
No es una sorpresa que el futbol es un ejercicio excepcional. Los jugadores de este deporte pueden correr hasta 15 kilómetros durante un partido, y lo hacen con gran intensidad, ya que suelen estar en búsqueda del balón y cubriendo a sus oponentes.
