El caso de Judith Barsi es uno de los más dolorosos en los Estados Unidos, pues la pequeña actriz de 10 años dio voz a varios personajes icónicos, como Ducky en ‘Pie Pequeño‘; sin embargo, fue asesinada brutalmente por su padre.
Judith Barsi nació en 1978 en Los Ángeles y fue descubierta por un cazatalentos en un pista de patinaje cuando ella apenas tenía 5 años y sufría un déficit congénito en la hormona del crecimiento.
Pese a ello, la pequeña incursionó en el mundo de la publicidad así como en el doblaje de películas animadas, entre las que destacaron En busca del Valle Encantado.
Tiempo después obtuvo roles en cintas como Tiburón: la venganza (1987) y varias series de televisión, entre las que destacan: Remington Steele (1982), Punky Brewster (1984) y Vacaciones en el mar (1985).
Pero fue su padre, Jószef, quien bebía alcohol en exceso y maltrataba físicamente a su familia por lo que la menor de edad vivía en un ambiente histil debido a que ella se había convertido en el principal sustento económico de la familia.
De hecho, tanto era el daño que Judith sufría a manos de su padre que durante una audición para la película Todos los perros van al cielo sufrió una crisis nerviosa por lo que su madre la llevó a un psicólogo infantil.
Fue el psicólogo quien la diagnosticó con claros signos de abusos, por lo que decidió denunciar la situación. No obstante, nunca continuó con los trámites legales.
Cuando Judith se preparaba para viajar con la producción de la película Tiburón, su padre la amenazó con cuchillo en mano, indicándole que si no volvía, le cortaría la garganta.
En este momento la niña solo contaba con 10 años de edad, pero su decidió continuar con su carrera y tras dos meses de filmaciones, un miércoles 25 de julio de 1988, las amenazas de su padre se hicieron reales.
Mientras Judith dormía en su cama, Jószef se acercó a su habitación y con un disparo en la cabeza acabó con la vida de la pequeña actriz.
La madre de Judith corrió con la misma suerte, pues en un arranque de ira descontrolado, el padre arremetió de la misma manera contra su esposa.
Aparentemente con la intención de borrar las evidencias, el sujeto le prendió fuego a los cuerpos, para posteriormente quitarse la vida en el garaje de la casa.
Los restos de la menor y su madre aún descansan en un cementerio de Los Ángeles a 32 años del aniversario luctuoso, mientras que la ubicación del cadáver de Joszef Barsi nunca se dio a conocer. El hermano mayor de Judith terminó siendo alcohólico y suicidándose en 1995.
