Juancho Marqués vuelve a su raíz con Paraíso 39
Sin expectativas, pero muy ilusionado, el artista español Juancho Marqués llega por primera vez a la Ciudad de México para presentar su nuevo material discográfico Paraíso 39, proyecto en el cual recurrió a la introspección para hablar sobre la vida, la muerte y la vulnerabilidad
Karina CoronaEl paso del tiempo y las marcas que deja en la vida de una persona, la tristeza, la vulnerabilidad y la muerte son temas que desde hace mucho tiempo han inquietado al artista español Juancho Marqués, mismos que ya son parte de su ADN, pues, a veces, sin darse cuenta, han quedado plasmados en sus canciones.
Además de mirar de frente estas heridas, para luego plasmarlas en su música, Juancho Marqués estudió Sociología, otra de las grandes herramientas para entender cómo el entorno influye en él, a pensar sobre las cosas que ha hecho y componer desde un autoanálisis, incluso, poder cambiar comportamientos negativos.
“Nos hemos educado en un mundo de testosterona, de tener que demostrar todo el rato, con ciertos valores aprendidos, pero creo que reconocer la sensibilidad te hace más hombre, te conviertes en alguien más seguro de ti mismo, y que hay comportamientos inútiles y hasta negativos para uno mismo y para los demás, esa experiencia te la da el aprendizaje”, relata el artista.
Han pasado 10 años, en los cuales ha podido crecer y aprender a través del ejercicio de composición y de las diversas presentaciones que ha hecho por casi todo el continente europeo.
Su meta ahora está fija en Latinoamérica, específicamente, en México, país donde se presentará, por primera vez, de manera oficial para hacer un recorrido de su material discográfico.
Juancho Marqués cantará este sábado en la sala Supremo, donde, confiesa, acudirá sin expectativas, pero emocionado y con mucha ilusión de encontrarse con su público mexicano.
“Venir aquí es plantar una primera semilla, con la intención de convertirlo en una plaza habitual. Me siento como en casa gracias a la gente. Venimos en marzo, en el Parque México a componer y obtuvimos una respuesta maravillosa”.
“Ahora llego con ganas, de poco a poco, ganarnos al público mexicano, con todo el respeto que se merecen, porque la gente viene a verte, hace un viaje, paga el boleto, es un esfuerzo y me gustaría devolverles ese cariño y respeto que nos muestran”, relata.
Para el artista implicaría un gran reto tocar en México, pues indica que el país tiene una cultura musical sorprendentemente nutrida, factor que, aclara, es mucho mejor que en España.
“En mi país escuchas la música repetitiva y aquí tienen cabida todos los estilos. La gente tiene una cultura musical muy amplia, además viven la música de una forma muy especial, acuden a muchos conciertos, consumen mucha música, es algo que envidio de su país”, comparte.
Juancho Marqués llega con nuevo material
Para Juancho Marqués la pandemia representó un parteaguas, tanto para su vida personal como en su carrera musical. Después de vivir una “vorágine” de dar conciertos, vino esta pausa en la que tuvo que poner freno a todo el trabajo que llevaba acumulado.
Experimentar este proceso le sirvió para valorar las cosas importantes, incluso, crear un disco, dedicándole más tiempo a la composición sin pensar en un objetivo a corto plazo.
De esta reflexión surgió Paraíso 39, un disco que define con mayor calidad musical y de haber tenido la fortuna de crearlo junto a sus amigos.
“Es volver a la raíz, recuperar las cosas que dejaste en el camino, pues con la inmediatez del día a día olvidas ciertas cosas. Me di cuenta de que la música es una herramienta para compartir, de tener libertad para decidir qué hacer y qué no. El leitmotiv de este disco era disfrutar con mis amigos haciendo música en una casa recluida y la experiencia que tuvimos en ese momento”, cuenta.
Paraíso 39 verá la luz en 2023; no obstante, este último semestre del año ha lanzado un par de sencillos como “Todo bien”, “Tú qué ves en mí” y “Los ojos del nativo”.
El eje del álbum es poner sobre la mesa cuestiones como la esencia, la evolución y el aprendizaje.
“‘Los ojos de nativo’ es una adaptación de una sonata de música clásica a ritmo urbano. Se divide en tres partes ABC, donde la B rompe con el esquema y el C vuelve al origen. Utilizamos esta estructura para explicar mi visión de la vida, la infancia, adolescencia y la juventud, entorno cuando te separas del núcleo familiar y la C es la que he empezado a conocer y cuestionar todo”, relata.
La experiencia que le deja este álbum ha sido poder mirar de frente todos sus miedos, rencores y contrastes. Mirar atrás y redescubrirse, tomar el vuelo para seguir plasmando temas que pueden ser tabú como el sexo.
Hasta recuperar cosas que lo hacían sentir especial, como, por ejemplo, cuando era niño, reencontrar esa inocencia para hacer las cosas por gusto y no por otro motivo, ni obtener un reconocimiento o alguna clase de éxito superficial. Con este disco se identifica porque está contando gran parte de mi vida.
“No deja de ser una radiografía de tu vida y a veces tener esa perspectiva de lo que hacías hace 10 años, aunque algunas cosas te avergüencen dan cuenta de lo que eras y cómo has crecido. En mi caso no puedo entender mi vida sin la música, las relaciones sociales que he generado han sido en el entorno musical.
“Como las fotografías antiguas, miras atrás y da vergüenza cómo estabas vestido o peinado. La música te hace reforzar lo que eres ahora y darte cuenta del camino recorrido de forma más plausible, te da la oportunidad de conocerte mucho más, de haberlo dejado escrito y revisar, te recuerda lo que fuiste y lo que eres”, concluye.
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