Juan Ugarte, el rostro de la realidad
Luego de estrenar Hijo de Monarcas en el Festival Internacional de Cine de Morelia, el actor comparte lo que significó para él ser parte de este proyecto, el cual se enfoca en la migración, y cómo es seguir representando filmes independientes, como Emboscada, su próxima película a presentarse en el Festival Internacional de Cine de Mérida y Yucatán
Fernanda MuñozPor seis años, Juan Ugarte vivió lejos de México, de sus amigos, de sus tradiciones y costumbres. Así, sin un centavo y sin el apoyo de su familia, España lo recibió para desarrollarse en la actuación, una carrera a la que le había apostado todo.
En octubre pasado, meses después de su experiencia en Europa, Juan se encontró con una historia parecida a la suya: Hijo de Monarcas, una película que cuenta la vida de un joven mexicano que decide salir de su país para encontrar un mejor futuro.
En dicho proyecto, Juan le dio vida a Pablo Quintero, un científico mexicano que en Estados UniJuan Ugarte, dos conoce a Mendel (Tenoch Huerta), personaje que debe regresar a su natal Michoacán tras enterarse de la muerte de su abuela.
“Para mí, de verdad que al ver la película se me erizaba la piel, porque justamente me hacía recordar ese momento donde yo estuve sin ver a mi familia, a mis amigos, sin comer mis platillos favoritos; simplemente lo hacía buscando un sueño, y esto fue más por decisión, pero lo complicado es que en México se da más por necesidad, la necesidad de buscar una mejor oportunidad, y ahí creo que es el problema que tenemos que encarar como sociedad”, comparte Juan.
Para él, el trabajo que realizó en España como mesero, repartidor de flyers, chofer y hasta profesor de inglés para mantenerse, no se compara en nada con el que llevan a cabo los jornaleros, las personas que trabajan en la industria manufacturera y todos aquellos que salen de su país para buscar un mejor futuro para su familia, a quienes también dejan de ver por tiempo indefinido.
Desde ese punto, Ugarte considera importante reflexionar sobre el por qué no se están generando oportunidades en México para que los mexicanos puedan crecer, y no se vean obligados a salir de su país para conseguirlo.
Así, el artista destaca, en entrevista con Reporte Índigo, que le ha llenado mucho personal y profesionalmente trabajar en proyectos como lo fue Hijo de Monarcas, una película que se estrenó en la última edición del Festival Internacional de Cine de Morelia y que pudo ser vista virtualmente.
“La verdad es que creo que el resultado y sobre todo los comentarios que he recibido alrededor de la película han sido muy satisfactorios, enriquecedores. Estoy muy contento con cómo la gente la ha recibido, y sobre todo por el tema, que creo que es muy actual”, destaca el actor, referente a la migración.
‘Hay cine para todo tipo de espectador’; Juan Ugarte
Antes de participar en Hijo de Monarcas, Juan Ugarte protagonizó Escuela para seductores, un proyecto con un giro más comercial que también le dejó múltiples aprendizajes, como reconocer que hay filmes hechos para todo tipo de espectador.
“Para mí, ahí reside la magia de lo que hacemos. Finalmente hay cine para todo tipo de espectador, como Escuela para seductores, una película de corte mucho más comercial (…) Y creo que también ahí hay algo que siempre he querido encontrar, ese equilibrio entre la parte que es más comercial, y que puede llegar a más personas, pero también la parte más íntima de historias mucho más personales”, señala.
En los próximos días, Juan estrenará el filme Emboscada en la sexta entrega del Festival Internacional de Mérida y Yucatán, una película en la que no recibió ningún pago por su trabajo, pero que decidió realizar por el cariño al proyecto.
Emboscada es un thriller que expone la historia de Frank (Ramón Medina) y Largo (Juan Ugarte), “dos gandallas” que son perseguidos tras la desaparición de un botín.
“Cuando leí el guión dije ‘me encantaría estar’, entonces hicimos la prueba y afortunadamente René (Herrera, el director) confió en que yo pudiera ser el adecuado para poder interpretar al personaje de Largo. Fue muy divertido, fue una película que nació del corazón y muy independiente, se filmó en apenas 14 días en una sola locación, y en la que muchísimos de los actores dimos nuestro trabajo a cambio de la satisfacción personal, nada más, no hubo una remuneración, pero que finalmente nos apasionó la historia y el contexto alrededor de lo que se podía contar”, afirma el actor.
Para él, este nuevo proyecto será del interés del espectador sobre todo porque en México no hay muchos thrillers, lo que podría abrir esa ventana y tener un trabajo muy interesante.
Por otra parte, Juan destaca que el valor del cine no sólo está en los actores, sino en el público, pues todos han encontrado una historia en la que se han podido reflejar o identificar.
Asimismo, según el actor, el cine es algo que, como muchas otras artes escénicas, es ese punto de fuga que la gente puede encontrar como ser humano para poder explorar otro lado de sí mismo y emocionarse, divertirse, llorar y disfrutar.