Juan Pablo Medina, quien en julio de 2021 sufrió una trombosis que lo llevó a la amputación de una de sus piernas, aseguró que se enfoca más en lo que ganó tras este episodio, que es vivir, pues importa más que lo que perdió.
En una plática con GQ México, el actor se sinceró acerca de lo que sucedió entonces, además de hablar acerca de cómo vive ahora y sus perspectivas para el futuro.
Medina, quien posee una amplia trayectoria en cine y televisión, en proyectos como Soy tu fan, La Casa de las Flores, Cásese quien pueda, entre otras, se convirtió en noticia por algo más que su trabajo el 15 de julio de 2021, cuando se supo que una crisis de salud lo llevó a terapia intensiva.
Días después fue conocido por sus familiares, amigos y el público que el actor había sufrido una amputación, sin embargo, hasta ahora comenta cómo se sintió al respecto y qué pasó por su cabeza al momento.
La verdad de Juan Pablo Medina
Juan Pablo Medina comentó en entrevista que el hecho, que llevó a su amputación, sucedió en medio de un llamado para la serie Horario Estelar, y que poco a poco va recordando qué sucedió el día que cambió su vida para siempre.
“Con el tiempo voy rememorando poco a poco lo que ocurrió. Lo que recuerdo es que me encontraba en llamado, grabando en un hotel, y de repente me empecé a sentir mal del estómago. Llamé al médico de la producción porque sí me encontraba mal, pero sentía la presión de no dejar parada la filmación por respeto al resto del equipo. Sin embargo, el dolor fue a más. Tengo la suerte de que mi padre es médico y pedí que me llevaran con él. Quería estar al lado de mi papá”, relató el actor.
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Tras agudizarse más y más el dolor, la producción lo trasladó al Hospital Ángeles, donde al inicio creyeron que se trataba de una intoxicación por alimentos.
“De ahí pasaron tres o cuatro días de los que no recuerdo casi nada. Hasta la fecha me han ido llegando poco a poco recuerdos, como si los hubiera bloqueado por el mismo dolor que experimentaba. El cuerpo y la mente son muy hábiles. Algo de lo que sí me acuerdo es que decían que me tenía que quedar algún día más y de repente despierto y estoy en una cama de sanatorio, volteo y me veo rodeado de cables y máquinas”, explicó.
Pese a que su estado de salud se estaba agravando, Medina aún no medía la magnitud del problema y solo pensaba en volver y cumplir con su deber en las grabaciones de Horario estelar.
Finalmente, tras una serie de estudios, el diagnóstico de lo que le ocurría llegó.
“Me hicieron una tomografía con contraste y vieron que tenía coágulos en el intestino y en las piernas. Por fin encontraron el diagnóstico definitivo: había sufrido un infarto silencioso. Tenía un coágulo en el corazón y éste aventó coágulos por todas las arterias. Esa fue la valoración. Yo tenía mucho dolor y para poderme operar el intestino y las piernas me tuvieron que dormir. Cuando desperté, me vi todo hinchado, mis manos parecían enormes bolas… Todo fue muy traumático”, comentó.
Al verse en ese estado de salud, y sabiendo que estaba incumpliendo con su trabajo como actor, le provocaron una serie de sentimientos negativos, pues además de estar enojado, no deseaba que nadie lo viera en ese estado.
“Cuando desperté en terapia intensiva, recuerdo todo a la perfección. Fue un mes más en el hospital de no poder mover los brazos. Hubo más intervenciones, porque vieron más coágulos en las piernas. Mi primera reacción fue de enojo. Estaba muy encabronado. ¿Por qué estoy jodiendo a la producción? No me veía las manos y no quería que nadie me viera en esas condiciones. Mi novia, vino a México desde Colombia, porque estaba filmando una serie allá. Yo no quería que me viera en ese estado. Sólo quería que mis padres, mi hermano Chava, quien también es médico; mi cuñada Daniela, y mi primo Jerónimo, me acompañaran. Las veces que he estado en el sanatorio no me gusta que me vayan a ver. Así de sencillo”, dijo.
Después de que su padre comenzara a explicarle su estado de salud y le pidiera que pensara en sus prioridades, y su novia, Paulina Dávila, le recordara lo importante que era haber logrado sobrevivir, cambió su manera de ver las cosas.
El diagnóstico
Sin embargo, fue en ese momento cuando le dijeron que su salud no haría sino empeorar y que debían recurrir a la amputación, algo que aceptó de manera inmediata para salvar su vida.
“Después de una cirugía para extraerme los coágulos, mi cuerpo empezó a no responder del todo bien. Mi papá me dijo que el hematólogo quería hablar conmigo y me adelantó lo que me iba a decir. Habían prometido rescatarme de los coágulos sin poner en riesgo mi vida, pero que ya me encontraba en una situación grave. Me ofrecían salvarme la vida, pero la solución era la amputación. Y cuanto más tiempo pasara, las cosas se tornarían más y más complicadas, por lo que había llegado el momento de tomar una decisión. Yo aposté por vivir. Reuní a mi familia y les transmití que aceptaba. Todos me apoyaron. No había otra opción. No había vuelta atrás”, aseguró Juan Pablo Medina.
Durante esos desesperantes momentos, la familia de Medina lo mantuvo aislado de los rumores en torno a su salud, a la vez que las personas cercanas al actor lo llenaron de cariño.
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“Todo el tiempo sentí el respeto de los demás. Era algo muy curioso, porque no quería ver a nadie; pero también quería dar las gracias. Sentía una buena vibra de todo el mundo. Me enviaron videos amigos, sobrinos… Experimenté mucho amor. Eso te da mucha fortaleza. Vi algunos mensajes en mi celular, algo que hasta entonces había evitado por completo, y me quebré. Los mensajes de amor eran muy poderosos y los sentía”, relató.
Además del apoyo de su familia, para que Medina transitara por esta situación, necesitó de apoyo profesional.
“Cuando se tomó la decisión de la amputación, a las dos horas entró una persona en mi habitación y se presentó. Era un psiquiatra. Empezamos a hablar de la decisión desde antes de que se hiciera la intervención médica y eso hizo toda la diferencia. Es necesario entenderlo y que los especialistas te apoyen. Es algo muy cabrón, pero pude contar con esa ayuda. Nunca tomé terapia en mi vida y ahora estoy decidido a no dejarla por nada. Bajé de peso porque no pude dormir en tres semanas y los doctores me decían que la manera de empezar a recuperarme era básicamente descansar, pero no me daban medicamentos para dormir y el insomnio hace que tu cabeza gire. El no dormir me afectó mucho, me alimentaban y me hacían exámenes diarios, y me obligaban a comer. Ahora entiendo que todo fue parte de un proceso. Tenía que entender las cosas para poder seguir adelante”, recordó.
“Creí que mi vida se había terminado”
Antes de la amputación, Juan Pablo Medina y sus familiares comenzaron la búsqueda de una prótesis adecuada para el actor, quien al saber que no iba a contar más con una de sus piernas, creyó que la vida tal y como la conocía, había terminado para él.
“Paulina empezó a investigar y habló con Triana Casados, alguien a quien no sólo quiero mucho, sino que también se encarga de todos mis temas de comunicación. Entre las dos sopesaron opciones, encontraron una firma muy puntera y los llevaron a conocerme. El proceso de obtener una prótesis ha sido un viaje. Cuando me dijeron que me iban a amputar, lo primero que me vino a la mente es que mi vida, como la llevaba, se había terminado. Es ahí cuando te preguntas qué vas a hacer y cómo será el cambio. Lo que yo quería era simplemente vivir y a partir de ahí empecé a pensar de manera positiva”, dijo.
La operación, sin embargo, no pondría punto final a los problemas de salud del actor, pues tendrían que pasar varias semanas antes de que la situación se resolviera por completo, dar por descartado el peligro y evaluar si podría usar una prótesis.
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“Hay una persona que usa una similar y ella nos proporcionó los datos de Ottobock, la empresa alemana que desde el primer día ha estado presente en mi rehabilitación. Tengo la prótesis Genium X3, la cual cuenta con lo mejor en tecnología, es mecatrónica. Incluso, ya pude ir a jugar tenis”, mencionó.
Juan Pablo Medina vive día a día el proceso de rehabilitación, el cual ha sido complicado para él.
“Mi rehabilitación es un proceso que lleva su tiempo. Ha sido un procedimiento tardado, pero yo quiero hacer todavía mucho más y esto requiere tiempo, dedicación y paciencia. Por el momento mi recuperación va muy bien. Yo pensé que en chinga caminaría con la prótesis, pero no es así. Estoy reaprendiendo. A veces el muñón duele, pero ahí vamos”, explicó.
Pese a que creyó que su vida actoral había terminado, Medina sabe que podrá retomar su carrera cuando esté listo.
“Hasta creí que ya no iba a laborar más como actor, que mi carrera había terminado. Por eso no me quiero adelantar y sé que debo atravesar todos los procesos. Por ahora, lo más importante es la salud mental y sanarme, poder dominar la prótesis y continuar con la recuperación física; para después llegar a poder interpretar los personajes que me lleguen en el futuro. Las cosas tienen que ir paso a paso”, aseguró.