El compositor Juan Pablo Contreras vive un momento muy alegre y especial de su carrera, uno en el que está cumpliendo sus sueños, aquellos que imaginó cuando emprendió el camino dentro de la música orquestal a los 17 años.
Uno de sus temores más grandes era nunca escuchar sus composiciones bien tocadas y grabadas con una orquesta; sin embargo, nunca se cumplió y ahora está preparando su segundo disco orquestal con Universal Music México, con una orquesta nueva que él inició y que está dirigiendo: la Orquesta Latino Mexicana. Además, está presentando completamente su proyecto La Minerva, un homenaje a la mujer.
Esta pieza es un concierto para violín compuesto por tres movimientos: “Canción de amor”, “Polka taconeada” e “Himno a la mujer”, que estrenó el pasado 31 de agosto. Fueron ocho meses de trabajo.
“Al saber que iba a escribir esta obra me imaginé a la diosa Minerva, que también es un símbolo muy tapatío, sosteniendo un violín en lugar de su escudo y un arco de violín en lugar de una lanza, frente a una orquesta llenando un teatro con su sonido y me pareció como una imagen muy fuerte, muy impactante que podía llevar esta temática de homenaje a la mujer y de ahí surgió la inspiración para hacer esta composición, que para mi gusto es una de las mejores que he escrito. Es un concierto para violín, que significa que hay una solista protagonista (Angélica Olivo) que está acompañada por la orquesta”, cuenta el compositor a Reporte Índigo.
La Minerva dura 17 minutos y ya está disponible en todas las plataformas digitales y de video, como YouTube. La gran novedad es que este tercer sencillo, “Himno a la mujer”, se lanzó en formato Dolby Atmos; es decir, con tecnología de sonido envolvente.
Su proceso de composición
“Himno a la mujer” empieza con la solista rasgueando con su violín, como si fuera una guitarra, y luego poco a poco se van uniendo las diferentes secciones de cuerdas: más violines, violas, chelos y contrabajos, hasta que toda la orquesta se une “en este canto que encarna el espíritu de lucha y fortaleza de la Minerva”.
“Es como la idea de una voz individual, una mujer individual, de repente teniendo la fortaleza de unir a toda una orquesta en este mensaje de solidaridad. Es un himno muy sencillo, son tres notas, pero que van evolucionando y se van haciendo más grandes y más grandes hasta que al final ya están todas en acuerdo entonando este himno”, explica el compositor.
Para darle vida a este concierto, Juan Pablo estuvo trabajando muy de cerca con la violinista venezolana Angélica Olivo durante ochos meses para 50 músicos en escena. Cada que Contreras tenía un avance sustancial se reunía con ella para presentárselo, ya fuera presencial o virtual; Angélica iba probando lo que él escribía y le daba consejos o alguna idea.
“Hicimos cosas muy novedosas, durante el segundo movimiento se la pasa casi tocando el violín mientras taconea en el piso, en el escenario, algo que casi no se ve en la música clásica, y en este tercer movimiento también esta idea de rasguear el violín como guitarra no se ve en la música clásica.
“Es el lujo ser un compositor vivo y no estar muerto como la mayoría de los compositores clásicos y de tener esta confianza con una solista que está tan comprometida con una nueva obra, así salen cosas muy buenas”, afirma.
Normalmente, Juan Pablo Contreras escribe en desorden, pero en La Minerva fue la excepción; lo hizo en orden, uno, dos y tres. El primer movimiento lo desarrolló, después de que mejoró todo el tema de la pandemia, ya que confiesa que era difícil sentarse y escribir. “Canción de amor” fue su mayor reto, pero después todo fluyó.
Nuevas oportunidades
Juan Pablo Contreras posee una carrera envidiable, es el compositor y director de orquesta mexicano más joven en ser nominado a un Latin Grammy, su música ha sido interpretada por 50 de las mejores orquestas del mundo y es el primer compositor mexicano en firmar un contrato discográfico con Universal Music México, entre tantos otros logros.
Todo ello, dice, es gracias a la apertura y el interés de las orquestas de todo el mundo y de los públicos por conocer nuevas propuestas y darles la oportunidad.
“Creo que recientemente estaba todo muy centralizado en Europa y en los compositores muertos como Mozart y Beethoven, los clásicos, pero poco a poco ha habido más interés por saber qué se está haciendo en países como México y con más oportunidades de poder escribir música para estas grandes orquestas”, opina.
Contreras tuvo la oportunidad de ser compositor residente de Los Angeles Chamber Orchestra y ganar el prestigioso BMI William Schuman Prize; además tiene presentaciones planeadas en países como Colombia, Estados Unidos y España.
“Creo que el hecho de que se esté tocando tanto mi música es una muy buena señal de que hay interés, tanto por parte de las orquestas como de los públicos de escuchar un repertorio más variado y muy mexicana, como es mi caso”, expresa el compositor.
Finalmente, comparte Juan Pablo, de las cosas más increíbles de La Minerva es que no solo le tocó escuchar el concierto ya terminado, sino ser el director de la orquesta que lo estrenó y grabó.
“Escribir la receta y meterme a la cocina a cocinarla, eso estuvo increíble. Pudo ver nacer la obra desde mi batuta, desde mis manos, y moldearla como yo siempre la imaginé, la soñé. Es una obra que me mostró el mucho jugo que se saca siendo muy práctico, escribiendo para los instrumentos y no tratando de meterle tanta complejidad o de querer sonar inteligente a la hora de hacer música, creo que es una obra muy directa, muy digerible y disfrutable. Esa es la mejor música que uno puede escribir”, opina.