Juan Gabriel se despidió de su pueblo en Bellas Artes, el máximo recinto cultural del país, donde el tenor Fernando de la Mora interpretó la canción que se hizo himno en las serenatas y que este lunes ayudó a decirle adiós.
La espera de sus cenizas desde Ciudad Juárez, Chihuahua, duró varias horas desde la mañana de este lunes, hasta que sus hijos y nietos entraron por el portón que conduce al vestíbulo del Palacio, acompañados por el secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa.
Ante una urna de madera con las iniciales A.A.V. y una Virgen de Guadalupe en relieve (1950-2016) el tenor Fernando de la Mora y la intérprete de música mexicana Aída Cuevas cantaron las piezas más célebres del compositor originario de Parácuaro, Michoacán, pero juarense de corazón.
No fue un desfile de luminarias ni pasarela de artistas famosos, sino más bien una reunión de amigos cercanos.
Desde las primeras horas del lunes cientos de personas se congregaron en las inmediaciones del palacio, en el Centro Histórico de la Ciudad de México con pancartas, fotos y flores entonaban los éxitos del intérprete conocido mundialmente.
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La amenaza de lluvia no impidió que los corazones de los fanáticos del “Divo de Juárez” se apagaran y con el paso de las horas se fueron sumando cientos y cientos. Pasado el mediodía ya era miles de almas proclamando su “amor eterno” al michoacano.
Periodistas de más de 500 medios nacionales e internacionales se apretaban buscando el mejor lugar para conseguir la toma más emotiva de la llegada de las cenizas de Juanga.
Por su parte, el secretario de Cultura Federal, Rafael Tovar y De Teresa, anunciaba la llegada de la urna del ídolo, hoy convertido en leyenda.
“Llegará con sus hijos y nietos en presencia de al menos 15 invitados que estarán interpretando los éxitos del querido Juan Gabriel”, señalaba al tiempo de prever una concurrencia de más de 600 mil personas.
Cerca de las 17:00 horas el cielo gris y lluvioso, despedía a su manera al autor de “la ciudad y la lluvia” y así en medio de una brisa melancólica el palacio de mármol recibía la urna con las cenizas de Juan Gabriel.
“Como quisiera que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca”, cantaba el tenor Fernando de la Mora, quien se quedó con ganas de realizar el dueto que ambos habían planeado.
Su gran amiga y comadre, Aída Cuevas se despedía suplicando “no me dejes nunca, te lo pido por favor”. Apenas pudo terminar su interpretación, pues la voz se ahogó en su garganta por un momento mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas al recordar a su máximo maestro y ejemplo.
Aunque muchos esperaban la presencia de Daniela Romo, Marco Antonio Solìs, “El Buki”, o Maribel Guardia, en las primeras horas sólo llegaron algunas luminarias cercanas al cantante.
Roberto Perea, director de difusión del Instituto Nacional de Bellas Artes, explicó en entrevista para Reporte Índigo, que los invitados especiales se acercaron personalmente.
“Algunos fueron contactados a petición de la familia, pero no podría decir quién”, dijo.
“Los que no vinieron fue porque no tuvieron oportunidad, pero la familia no le negó el acceso a nadie”, comentó el funcionario.
Cientos de personas desfilaron por el vestíbulo de Bellas Artes mientras cantantes como Pablo Montero, Alejandra Ávalos, Lucía Mendez y el propio grupo de músicos y coristas de Juanga recordaban a quien conmovió a miles de personas por cerca de 45 años.
Fuera del recinto, en la explanada y calles aledañas se vivía un ambiente de fiesta y de fervor al ídolo fallecido el pasado 28 de agosto a los 66 años por un paro al corazón.
La llegada de amigos de la familia Aguilera que les brindaba palabras de aliento conmovía a los hijos, quienes entre abrazos y sollozos seguían atentos el paso de las miles de personas que lloraban su dolor.
Entre las visitas inesperadas que llamaron la atención estuvo la presencia de Martha Sahagún, esposa del expresidente Vicente Fox, quien a decir de Silvia Urquidi, representante del cantautor, fue el autor de una persecución política por gaber apoyado al candidato oficial en las elecciones del 2000.
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La fiesta en la que se convirtió el homenaje Nacional se prolongará toda la noche del lunes y madrugada del martes, pues la gente sigue llegando a la zona centro y sigue formando inmensas filas en busca de estar un último momento contemplando a su “divo”.
El martes seguirá la fiesta en memoria del autor de más de mil 800 canciones, y será a las 19:00 horas, cuando los hijos de Alberto Aguilera Valadez se retiren con el cuerpo incinerado de su padre para dejarlo reposar en la chimenea de su casa, tal como era su última voluntad.
La transmisión del Canal 22 concluyó a las 22:00 horas dle lunes, pero repetiría la transmisión a partir de las 3:00 del martes.