Como ya es tradición desde el 2010, se entrega la presea Cervantina a diversas personalidades que, a través de su trabajo creatividad y compromiso promueven las artes del país y que, además, con su ejemplo han logrado superarse en la conquista de la excelencia a través de la belleza de sus obras.
Este año celebraron la vida y trayectoria de José Miguel Sabido, dramaturgo y poeta, quien en palabras de la directora del Festival internacional Cervantino, Mariana Aymerich Ordoñez, es considerado el “padre del entretenimiento educativo”.
Aymerich destacó en Sabido sus cargos como director de teatro, escritor, teórico de la comunicación, promotor de los géneros rituales tradicionales mexicanos en especial de las pastorelas.
“Debo contar que mi primera pastorela en vivo fue una del maestro Sabido y, a partir de eso, me encantaban las pastorelas esto es sólo pues alguna de las muchas qué ha logrado un avance en las artes de nuestro país, esos espacios que nos invitan a reflexionar a confrontarnos y que se vuelven necesarios para entender nuestro mundo y lo que nos rodea a través de las creaciones”, declaró.
Durante la ceremonia también se destacó su ingenio, con el cual hizo a razonado nuestros día nuestros días de Ingenio nos hizo reír y emocionar a quien pudiera admirar alguna de sus creaciones. Reconocer la felicidad pura y el camino que ha tenido en el Festival Internacional Cervantino.
“Es una invitación a detenerse en biografías ejemplares en esa parte inmutable de la vida que es la inquietud artística, su trabajo ha sido muestra de cuestión social de aspiración a la libertad, de esa diversidad y pluralidad que nos caracteriza a los mexicanos a través de su arte y su obra ha contribuido a hacer de México un mejor lugar para vivir. Muchas gracias maestro Sabido.
En compañía de su hermana, la productora Irene Sabido, el dramaturgo agradeció este reconocimiento.
“Amo mucho a Guanajuato, a la universidad, al festival, la historia de amor con ellos ha sido desde que tenía yo siete años. Me siento muy, muy contento,realmente honrado”.
Sabido recordó que en 1957 conoció el maestro Ruelas en la Facultad de Filosofía y fue compañero y amigo para toda la vida de la gran poeta Margarita Villaseñor y de Blanca Malo, ellas lo invitaron a Guanajuato y tuvo el privilegio de ver los entremeses desde el campanario de San Roque donde tocaban las campanas conforme una partitura musical.
“Quiero dedicar el premio con que hoy me honra el festival a la memoria de Margarita Villaseñor, Blanca Malo y Enrique Ruelas de Josefina echanove de Luz María Villalobos. Gracias a todos, nuestro pueblo es ceremonial”, indicó.
Por último, rindió unas palabras con dedicatoria al Festival Cervantino.
“Quiero destacar el valor social de la cultura, la cultura no es un lujo ni se puede, ni se debe suprimir por arrebatos. La cultura es generadora de humanismo y decencia, el glorioso fruto del quehacer humano y eso es lo que hoy celebramos en este festival de cultura el festival Cervantino” concluyó.
