Hasta siempre, Gato Macho
El eterno “enfant terrible” del arte mexicano y máximo representante de la Generación de La Ruptura, el artista José Luis Cuevas, falleció ayer en la Ciudad de México dejando en luto a México y un gran legado artístico.
Cuevas falleció a la edad de 86 años en el Hospital Médica Sur, donde estaba siendo atendido luego de haber sido ingresado el fin de semana.
El día de hoy las autoridades tienen previsto realizar un homenaje en el Palacio de Bellas Artes, según adelantó anoche la Secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda.
Hidalgo Neira
El eterno “enfant terrible” del arte mexicano y máximo representante de la Generación de La Ruptura, el artista José Luis Cuevas, falleció ayer en la Ciudad de México dejando en luto a México y un gran legado artístico.
Cuevas falleció a la edad de 86 años en el Hospital Médica Sur, donde estaba siendo atendido luego de haber sido ingresado el fin de semana.
El día de hoy las autoridades tienen previsto realizar un homenaje en el Palacio de Bellas Artes, según adelantó anoche la Secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda.
“Estamos en espera de obtener información de la familia y si la familia lo desea, por supuesto que las puertas de Bellas Artes están abiertas para José Luis Cuevas”, comentó ayer la funcionaria federal.
Por la noche, Ximena, María José y Mariana Cuevas hablaron con Milenio Televisión y señalaron que ninguna de las instituciones gubernamentales como el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) o la Secretaría de Cultura se han puesto en comunicación con ellas, por lo que no están enteradas del homenaje en Bellas Artes o de lo que pueda proceder con los restos del ilustrador mexicano.
Además, al cierre de esta edición, desconocían las causas de muerte de su padre.
“Artista de México y el mundo, José Luis Cuevas será recordado siempre como sinónimo de libertad, creación y universalidad. Descanse en paz”, escribió el presidente Enrique Peña Nieto en su cuenta de Twitter.
María Cristina García Cepeda publicó un mensaje en el que externaba que Cuevas fue “uno de nuestros máximos creadores plásticos del siglo 20”.
“La muerte de José Luis Cuevas representa una gran pérdida para las artes plásticas. Mis condolencias para su familia y la comunidad artística”, escribió el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade.
“Muero cada día. No hay nada nuevo en ello”, dijo alguna vez Cuevas.
Pintor, escritor, grabador, escultor y una de las principales figuras de la Generación de la Ruptura, nació el 26 de febrero de 1934, en la Ciudad de México.
Sin embargo, según uno de sus hermanos, Cuevas habría nacido en 1931, pero lo ocultaba por vanidad.
“El güerito pintor”, como lo llamaban desde muy pequeño, logró demostrar con un talento nato un aprendizaje autodidacta y su autorretrato llamado “Niño obrero” –el cual realizó a los seis años– que la edad no era límite para el arte y con ello obtuvo el primer lugar del concurso de dibujo infantil promovido por la Secretaría de Educación Pública (SEP), ése año.
A mediados de los años 50, la obra del pintor comenzó a ser reconocida por coleccionistas y críticos especializados, entre ellos José Gómez-Sicre, quien lo invitó a exponer en la Unión Panamericana, que 1954 tuvo su sede en Washington, D.C.
Para 1953 logró presentar su primera exposición individual en la Galería Prisse, donde se dieron cita grandes artistas del entonces conocido movimiento de la Ruptura.
Su segunda oportunidad llegó a la Galería David Herbert, en Nueva York, donde realizó su segunda exposición individual, además fue calificado como uno de los grandes dibujantes del mundo, algo que solo se comparaba con Pablo Picasso.
Reconocido y admirado
A Cuevas, el alimentador de las ideas “antinacionalistas”, se le atribuye también la creación de la llamada “Zona Rosa” en la Ciudad de México, bautizada así como homenaje y muestra de admiración a la artista cubano-mexicana Rosa Carmina.
En dicho espacio expuso su obra “Mural Efímero” en 1967, que posteriormente llevó a Ciudad Universitaria como apoyo a los movimientos estudiantiles que se desarrollaron ese año y como una crítica al muralismo mexicano.
El ilustrador de “El Mundo de Kafka y Cuevas” exhibió en 1970, durante la Primera Bienal del Grabado Latinoamericano en San Juan de Puerto Rico, 100 dibujos creados para la edición limitada del libro “El mundo de José Luis Cuevas”. Ahí, el escritor mexicano Octavio Paz le dedicó el poema “Totalidad y Fragmento”.
En 1971 hizo notable su aspiración política y se postuló como candidato independiente a una diputación por el entonces Distrito Federal.
Entre sus reconocimientos más destacados se encuentran el Primer Premio Internacional de Dibujo, Bienal de Sao Paulo, 1959; el Primer Premio Internacional de Grabado, I Trienal de Nueva Delhi, 1968; el Premio Nacional de Bellas Artes, por el gobierno de México, 1981; el Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Sinaloa; el Premio Internacional del Consejo Mundial del Grabado, San Francisco 1984; la Orden de Caballero de las Artes y de las Letras de la República Francesa, 1991; entre otros.
A su vez, se distinguió por haber sido nombrado en 1992 “Artista de la Ciudad” por el Gobierno del Distrito Federal. Ese año se inauguró el Museo José Luis Cuevas.
Actualmente parte de su acervo se encuentra exhibiéndose en el Centro Cultural Tijuana (CECUT) bajo el nombre “Obra reciente, homenaje a sus 86 años”, pero su legado artístico se mantiene principalmente en el Museo José Luis Cuevas en la Ciudad de México.
De su faceta como escritor destacan obras literarias como “Cuevas por Cuevas”, “Cuevario”, “Cuevas contra Cuevas” y “Gato Macho”.
A final de su vida, el destacado pintor se vio involucrado en un problema familiar, en el que sus hijas Ximena, Mariana y María José Cuevas pelearon por su herencia, quienes también alegaron que José Luis fue víctima del maltrato físico y psicológico por parte de su ahora viuda, Beatriz del Carmen.