Jorge Méndez Blake y las otras dimensiones de la literatura

Una de las piezas de Jorge Méndez Blake se ha hecho viral en redes sociales: un libro colocado en la base de un muro que distorsiona de forma tenue la rectitud y la solidez de los ladrillos que lo componen. Se trata de El castillo, que al ser apropiada por el público fue renombrada como El impacto de un libro y está siendo expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey. (MARCO).

En dicha pieza, que conjunta la arquitectura y la literatura, dos de las grandes influencias del artista, se presenta como parte de la primera revisión dedicada a la obra de Méndez Blake, Proscenios Literarios, que abarca más de 20 años de trayectoria, y permanecerá hasta el domingo 6 de octubre de 2024.

Blake ha explorado estas dos bellas artes en sus 30 años de trayectoria. En el aspecto literario, aborda lo que se encuentra alrededor de la lectura y la escritura, algunas veces asumiendo el ejercicio de un escritor al presentar imágenes, retratos, narraciones en videos, anotaciones en los márgenes de las páginas, o poemas enmarcados que el público puede leer.

El segundo interés se vincula con su formación como arquitecto. En sus obras, esta disciplina la utiliza como un lenguaje en formato de maqueta en diversos materiales, desde los más accesibles como el acrílico, hasta los más sofisticados como el mármol.

En dichas maquetas resalta Querido Tomás, te escribo desde Utopía (2017 – 2020), un proyecto que muestra la experiencia del artista en un viaje cuyas estancias fueron hoteles de diferentes partes del mundo que llevan el nombre de Utopía, concepto del filósofo Tomás Moro.

En cada estancia, el artista redactó las misivas con una máquina de escribir que carga consigo, para establecer un diálogo con Tomás Moro y su libro Utopía, publicado en 1516, donde el autor plantea una sociedad igualitaria, pacífica y democrática. Una manera de convertir en tangible un concepto filosófico.

Hay una obsesión muy explícita del artista hacia el espacio y los materiales los cuales protagonizan varias de las piezas. Un ejemplo es Pabellón negro / Biblioteca abierta // 200 x 450 x 350 cm., un cubo de libreros con espejos en la base que distorsiona la dimensión del espacio y ofrece una perspectiva diferente a la hora de escoger un libro para leer.

Otra parte de sus proyectos está vinculada a las bibliotecas, un tema que ha investigado para darle sentido a este tipo de espacios, desde su fundación hasta su contenido y la posibilidad de acceso al conocimiento que ofrece al usuario. El artista, a través de su gran talento para el dibujo, ofrece varias piezas en las que retrata una búsqueda en medio de un bosque hacia una biblioteca.

Para abordar esos dos intereses, Víctor Palacios, el curador de la obra, propone ver su producción a partir del término “proscenio”, que en la estructura de un anfiteatro es el sitio tras bambalinas entre el público y el escenario. Funciona como un umbral en el que se puede transitar hacia el espacio de la audiencia o bien encaminarse al escenario y formar parte de la obra.

El impacto de un libro

El Impacto de un libro, pieza de Méndez Blake titulada originalmente El Castillo, por el libro de Frankz Kafka y que el público se apoderó y renombró, forma parte de la última sala de la exposición Proscenios Literarios bajo el nombre de Amerika. Libro firmado/ Ladrillos”, edición de Amerika de Franz Kafka/185.1 x 30.2 x 1016 cm.

“Sí, pues es bastante peculiar la historia de El Castillo, la que está en la exposición en realidad es otro libro que se llama Amerika. He hecho tres de ese tipo de piezas, la primera que es el castillo, hice otra con El Capital de Marx y esta última que es América. Las tres en contextos distintos. Hice esa trilogía y la de Amerika es la más reciente y no la había presentado en México. Era pues para cambiarle un poco y para que se viera diferente. Otra pieza”, compartió.

La obra empezó a hacerse viral en redes sociales hace siete años, bajo el título de El impacto de un Libro, nombre que el público le asignó. Para Jorge fue toda una sorpresa. La viralidad de la pieza ocurrió justo cuando las amenazas de Donald Trump de levantar un muro en la frontera con México eran recurrentes. Y como toda gran obra conceptual invitó a la discusión y reflexión.

“Para mí es un misterio cómo funcionan las redes sociales. Claro que me da gusto de repente amanecer y ver, pero luego ya ni me meto a ver los comentarios porque hay positivos y negativos. O sea, también hay gente que dice que podría ser cualquier libro, o que es una tomada de pelo y es libre de opinar si no te late y si se te hace la peor obra de arte del mundo, lo puedes decir.  Por el contrario, también hay comentarios bastante positivos”, señaló el artista.