A México comenzaban a llegar noticias de un nuevo virus que le estaba arrebatando la vida a las personas. Poco se sabía de él y menos si es que llegaría al país; sin embargo, las actividades comenzaron a detenerse y la incertidumbre apareció. El SARS-CoV-2 llegó. Ante este panorama, Jorge Andere Martínez se cuestionaba el significado de romper, cambiar y abandonar planes, así que decidió empezar a escribir un diario.
“Me estaban llegando todos los días noticias que eran inéditas, sorprendentes, y se me ocurrió escribir, porque creo que este acontecimiento marca la historia de la humanidad, de nuestro país. Se me ocurrió escribir a partir de cómo se caen los proyectos y los planes, escribir un diario que arrancó con la música de Georges Moustaki que dice ‘non, je ne suis jamais seul, avec ma solitude’ (ya no estoy solo, estoy con mi soledad) y desde ahí empecé a escribir”, cuenta el escritor a Reporte Índigo.
Este diario se convirtió en la novela Sin respuesta, que cuenta la historia de amor entre Juan y Sofía, a quienes el COVID-19 los separa. Ella es doctora, así que representa la parte médica que tuvo que accionar, no podía parar, mientras que él es la cara de las personas que tuvieran que quedarse en casa, evitando cualquier contacto.
“Decía Octavio Paz que casi todo lo que uno escribe tiene algo de biográfico, no digo que sea exacto, pero pueden ser las vidas noveladas de cualquier autor. Un poco este tema de una persona que está esperando consolidar una relación de pareja, de amor, con pasión”, describe el autor.
Debido a su profesión, Sofía está casi que encuartelada para atender a sus pacientes y aunque Juan tiene el deseo de verla ella le dice “perdón, pero mi misión está en el hospital, no estoy ahorita para darle tiempo al amor”.
“Recuerdo un poco la canción de ‘siempre que te pregunto que cuándo, cómo y dónde, tú siempre me respondes quizás, quizás, quizás’; entonces, el eje de la novela es la pandemia, de hecho, el libro se iba a llamar Soledad en la pandemia, pero agonizó con Sin respuesta, porque la ventaja de un diario es que tiene la frescura de cada día, no tiene la secuencia de una novela con todo el proceso de entrada, de clímax, de desenlace, aquí no sabes qué va a pasar”, confiesa.
Puntos clave en Sin respuesta
Jorge Andere Martínez comparte que, aproximadamente, se tardó un año y ocho meses en realizar Sin respuesta; a veces, escribía al momento, día por día, y en otras ocasiones tenía que recurrir a la memoria para narrar.
La novela también enfatiza en dos grupos vulnerables: los niños, a través de los nietos de Juan, y las personas mayores, los abuelos.
“Se da mucho la interacción entre el abuelo y los nietos, esos dos tiempos, el nacer y el tiempo de morir. De los niños mostramos cómo se ven atrapados en las pantallas y cómo no sabemos qué consecuencias tendrá a futuro, porque quitarles el contacto, la relación y las caricias, por encierro, seguramente ha traído en los niños una especie de estrés, que si no se maneja puede traer un trauma”, considera Andere.
Además de la importancia del cuidado de la salud, la novela también habla sobre la importancia del contacto humano y lo hace a través de la relación entre el abuelo con los nietos y de la pareja.
“Sabemos qué cantidad de enfermedades vienen por falta de contacto, de relación, y al quedarte en la soledad, encerrado en un cuarto, puso en evidencia la injusticia social”, explica Jorge.
Durante la escritura de Sin respuesta, Jorge sufrió la pérdida de cinco personas cercanas, quienes murieron, lo que le permitió poder tener testimonios de dichos seres queridos y conocer su actitud frente al destino.
Para el autor, escribir esta novela fue una manera de catarsis, donde pudo meditar ante todo lo que estaba azotando a la humanidad. Dice que el tener una pluma y por medio de letras plasmar cada una de sus experiencias lo enfrentaron a la vida, pero también lo salvaron.
El título
Jorge Andere Martínez asegura que el primer nombre que pensó para la novela fue Soledad en la pandemia; sin embargo, cambió por Sin respuesta. Aquí explica el porqué.
“Encontré que hay muchas respuestas, pero que cada quien tiene que encontrar la propia, no hay una absoluta, no hay una verdad absoluta”, considera.
Te puede interesar: La novela Olvidarás el fuego narra una historia silenciada por más de cuatro siglos