Jimi Hendrix: La historia del mejor guitarrista de rock en las filas del ejército

Durante su carrera, Hendrix mostró en más de una ocasión su animadversión hacia la guerra y el ejército, sin embargo, pasó varios meses de su vida enfundado en un uniforme militar.
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Jeans acampanados, camisas con mangas anchas, colores estrafalarios, cabello desalineado y una banda en la cabeza; esa es la imagen que millones personas conservan de Jimi Hendrix. Sin embargo, durante varios meses de su vida el guitarrista tuvo que vestir un uniforme verde militar.

La música y las letras de Hendrix se convirtieron en uno de los estandartes del movimiento juvenil que se oponía a la Guerra de Vietnam en la década de los 70, por lo que el artista intentaba no hablar mucho de su participación en las fuerzas armadas de los Estados Unidos.

Hendrix no se enroló en las filas del ejército en un arranque de patriotismo y compromiso por servir su país, de hecho, llegó allí por su mal comportamiento y problemas con la policía, lo que lo tuvo a un paso de la cárcel en 1961.

El guitarrista fue detenido por la policía luego de ser descubierto manejando un auto robado en dos ocasiones, por lo que Hendrix tuvo que decidir entre ir a la cárcel o unirse un tiempo al ejército; el artista escogió el segundo camino.

Esto fue años antes que Hendrix se convirtiera en un fenómeno del rock and roll. Tras varias semanas de entrenamiento, el músico fue asignado a la División Aerotransportadora de Fort Campbell, Kentucky, donde recibió entrenamiento de paracaidismo.

“En dos semanas no ha habido más que entrenamiento físico y hostigamiento, y después cuando vas a la escuela de salto... llega el infierno”, escribió Hendrix a su padre, a quien le pidió que le enviara su guitarra para sobrellevar la situación, según ha narrados Steven Roby, biógrafo del músico.

Hendrix recibió su guitarra en el cuartel, una Silvertone Danelectro color rojo, y como era de esperarse, comenzó a dedicar mayor tiempo a perfeccionar su técnica con el instrumento que al entrenamiento militar, lo que no hizo muchas gracias a sus superiores y compañeros.

Roby narró en el libro Becoming Jimi Hendrix que el artista sufrió abuso por parte de los demás reclutas, quienes en más de una ocasión le escondieron su guitarra, a tal grado que el músico rogó hasta las lagrimas para que se la devolvieran.

En sus ratos libres, Hendrix tocaba en algunos clubes de la armada, justo en uno de esos lugares conoció al recluta Billy Cox, un bajista con el que formó uno de sus primeros grupos musicales, conocido como King Casuals.

Hendrix dedicaba más y más tiempo a la música, lo que provocó que más de una vez se quedara dormido en el servicio y rara vez logrará terminar los entrenamientos del día, por lo que sus superiores comenzaron a idear la manera de deshacerse de él.

“En mi opinión el soldado Hendrix nunca alcanzará los estándares necesarios para el ejército. Creo que el servicio militar se beneficiará de licenciarle lo antes posible”, escribió en un reporte su superior, el Capitan Gilbert Batchman; el 29 de junio de 1962 Hendrix obtuvo su licenciamiento.

A partir de allí, el músico mostró una clara animadversión hacia el ejército y la guerra, sentimientos que quedaron plasmados en varias de sus canciones, las cuales sirvieron a miles de jóvenes que se oponían a la intervención de Estados Unidos en distintos puntos del mundo.

Quizá el momento más patriótico en la vida de Hendrix se presentó un 18 de agosto de 1969 en el Festival de Woodstock, donde interpretó una versión del himno estadounidense llamada The Star-Spangled Banner, en la cual explotó todos los efectos sonoros de su guitarra eléctrica.

A Hendrix se le acusó de antiestadounidense por esa versión del himno, algo que el músico negó y argumentó que el hecho de estar contra la Guerra de Vietnam, no era sinónimo de odiar al país, además señaló que esa era su manera de inyectar ánimos a todos los ciudadanos.

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