El tenor Javier Camarena (Xalapa, 1976) celebra 20 años de carrera artística. Lo hace con un gran cierre de temporada 2024 y una agenda repleta que incluye escenarios internacionales hasta 2025, entre los que destacan sus debuts operísticos en la Lyric Opera de Chicago, la Dallas Opera y el Teatro San Carlos de Nápoles.
Por ahora, México no está en ese itinerario, pero asegura que siempre se mantiene cerca de sus raíces. “Estoy con un pie y con la mitad del corazón allá, entonces siempre voy a estar buscando la oportunidad de ir”, dice a Reporte Índigo en entrevista virtual desde Londres tras su ensayo con la Royal Opera House, agrupación con la que ya está de gira en Japón para presentar Rigoletto este fin de semana y el siguiente.
Esa lejanía física tampoco le impide estar al corriente de la actualidad social y política del país, por lo que no duda en compartir sus expectativas sobre el ámbito cultural para el sexenio que viene: “que se cumplan cabalmente las promesas de campaña y yo hago especial énfasis en las que se refieren a la educación artística”.
“Sexenio tras sexenio escuchamos discursos de erradicación de la pobreza, casi siempre con la ‘creación’ de nuevos programas de apoyo social. Es cierto que son necesarios, que en un país tan grande hay muchas necesidades y que estos apoyos nunca están de más, es un compromiso que debería estar casi de cajón, pero también creo que algo más importante, como un plan a futuro para la erradicación de la pobreza, es apostar por la educación”, plantea.
Para el cantante, que también celebra la llegada de la primera mujer a la Presidencia del país, la educación debería ser integral, es decir, que dé lugar a los estudios formales y a las ciencias, pero también a la educación artística:
“No estoy diciendo que todo mundo tiene que hacerse músico o pintor, pero la apreciación estética y la educación artística es muy importante. Creo absolutamente que es algo que te lleva a apreciar las cosas que parecen insignificantes en la vida cotidiana. Yo soy de los que se subliman viendo un atardecer bello, los colores del amanecer; me puedo pasmar viendo un árbol que tenga un colorido bello. Apreciar este tipo de cosas es darles un valor”.
“Crear en el ser humano esa parte de sensibilidad es igual de importante que saber matemáticas”, sostiene.
Los escenarios donde sueña cantar
Considerado uno de los cantantes de ópera más solicitados en prestigiosos escenarios del mundo, Javier Camarena celebra este 2024 dos décadas desde su debut profesional en el Palacio de Bellas Artes.
Ese trayecto, dice, ha sido una “montaña rusa llena de emociones”, con aprendizajes, crecimiento, altibajos y sacrificios, como pasar gran parte del tiempo lejos de su familia y del país. “Creo que no hay colega que trabaje fuera que no te diga lo que te voy a decir: ¡qué no daríamos por vivir de nuestro trabajo en nuestro país!”, exclama.
Sin embargo, asegura que nada le impide seguir “enamorado del canto de la ópera y con ganas de ver que trae consigo el futuro”.
Por lo pronto, está por sumar tres debuts: en septiembre y octubre en la Lyric Opera de Chicago; en la Dallas Opera, también en octubre; y, para febrero de 2025, en el Teatro San Carlos de Nápoles. Presentaciones que se incorporan a su larga lista de escenarios conquistados.
¿Hay algún escenario que tengas pendiente y que sueñes con pisar?, se le pregunta al tenor.
Lo piensa por un momento y, aunque se esperaría que mencionara el Teatro de La Scala de Milán, considerado templo mundial de la ópera, Camarena sonríe y antepone otros espacios fuera del circuito de las grandes casas de ópera europeas: “Me gustaría mucho cantar en Corea del Sur. Sé que en Brasil hay un teatro que está metido como en la selva (Teatro Amazonas) y por la maravilla de estar ahí, me gustaría mucho conocerlo. Me gustaría también cantar en lugares de México donde no he estado, el Foro Boca, en mi estado, Veracruz; en Chiapas”.
La Scala, confiesa, no es el gran sueño de su vida. “Siendo completamente honesto, no es que sea el sueño de mi vida, pero por tacharlo de la lista, me gustaría cantar en la Scala, que es de los teatros históricos más importantes. Ojalá se dé en algún momento de mi vida, pero si no, estoy muy satisfecho con las cosas que he tenido en mi carrera”.
Sobre la vigencia de Rigoletto y la violencia hacia las mujeres
Mientras tanto, el artista veracruzano ya se encuentra en Japón junto al espectacular elenco que integra esta producción de Rigoletto de Giuseppe Verdi. Ahí cantará el rol del Duque de Mantua, al lado de la soprano Nadine Sierra y el barítono Etienne Dupuis, conducidos por Antonio Pappano.
Dirigida por Oliver Mears, esta producción es descrita como una oscura y elegante adaptación del clásico de Verdi. Una obra que sigue vigente y permite lecturas sobre las situaciones de violencia que todavía viven muchas mujeres, según Camarena:
“Rigoletto está basada en una obra teatral de Víctor Hugo, El rey se divierte, que es una crítica social absoluta a las jerarquías y al abuso del poder sobre el más necesitado y eso, desgraciadamente, hasta hoy día es una situación que se ve mucho.El Duque de Mantua es un personaje que abusa de ese poder y lo usa sobre la mujer, es un personaje nefasto”, recuerda el tenor.
“Yo lo relaciono mucho con el personaje de Christopher Waltz en Inglourious Basterds, que es súper encantador, educado, pero por el hecho de que esté vestido de nazi sabes que no es una buena persona y en su discurso va dejando ver el personaje que es y esto es lo que pasa con el Duque, todo lo que dice es horrible y es alguien que puede retratar una realidad que enfrentan muchas mujeres”, agrega.
Próximas presentaciones:
- El 20 de julio, en el Festival de Uclés en Cuenca
- 30 de julio, en las Noches del Botánico con la Orquesta de la Comunidad de Madrid.
- Septiembre y octubre, en la Lyric Opera de Chicago en el rol del Duque de Mantua en Rigoletto de Verdi.
- Octubre, en la Ópera de Dallas, en la producción de La Traviata de Verdi, junto con los mexicanos Alfredo Daza e Iván López Reynoso.
- Noviembre, en el Festival Donizetti de Bérgamo, con Don Pasquale.
- Enero y febrero de 2025, en el Liceu de Barcelona, con La Traviata
- Febrero de 2025, en el Teatro San Carlos de Nápoles, con Romeo y Julieta de Gounod.