Jaramar, la voz que trae los cantos antiguos al presente

La cantante y compositora mexicana ofrecerá este 1 de agosto un concierto para celebrar 30 años como solista. Una travesía en la que ha rescatado desde música medieval hasta voces olvidadas de mujeres de distintos siglos
Abida Ventura Abida Ventura Publicado el
Comparte esta nota

Si hay algo en lo que ha tratado de ser constante la cantante Jaramar Soto (Ciudad de México, 1954) a lo largo de sus 30 años como solista es interpretar y componer temas que le toquen el alma.

“Cuando traigo canciones a mi repertorio, tengo que sentir que estoy diciendo algo verdadero, algo que me toque, que yo pueda asumir como propio”, dice en entrevista con Reporte Índigo la también compositora que este jueves 1 de agosto celebrará 30 años de carrera como solista con un concierto en el Auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ).

Por eso, la veladaJaramar. Todas las naves del mundo. 30 años de un viaje musical y de un canto atemporal cargado de pasión” tomará como hilo conductor un tema que ha definido toda su trayectoria musical: las voces de mujeres del pasado y del presente.

“En estas canciones que seleccioné son mujeres cantando de sus amores, de sus desamores, de sus temores, de sus vacíos, de su soledades, de su búsqueda, de su añoranza, pero también del gozo”, dice la cantante ganadora junto al Cuarteto Latinoamericano de un Grammy Latino en 2016, por el disco El Hilo Invisible.

Jaramar Soto agrega que el concierto incluirá canciones de su más reciente grabación, Todas las naves del mundo (2020), y de sus discos anteriores. Se escucharán canciones del siglo XIII, a la poesía del siglo XV español, así como composiciones que ella ha hecho basadas en sonetos de Sor Juana Inés de la Cruz.

Su encuentro y rescate de la música mestiza

Proveniente de una familia de artistas, de un padre museógrafo y de una madre bailarina y coreógrafa de danza contemporánea, la también pintora tuvo contacto desde muy temprano con la música clásica, pero sobre todo con la tradicional y la nueva canción mexicana. Sin embargo, fue la música antigua la que lo enganchó.

“Mi mamá fue una gran investigadora de danzas tradicionales mexicanas, entonces, con mis papás recorrí México desde muy chiquita. He crecido escuchando son jarocho, son huasteco, viendo a artistas tocar estas músicas. Cuando empecé a cantar era la época de la nueva canción mexicana y la música latinoamericana, muy influenciada por el folklore. Muy al inicio de mi carrera estuve a punto de integrarme con Los Folkloristas.  Luego, con la música antigua descubrí un universo porque está empapada de las tradiciones de pueblos de otros hemisferios”, relata.

Ese peso de la tradición, sin embargo, no le impidió experimentar con sonidos contemporáneos. De esa libertad sonora ha logrado combinar elementos de la música antigua, de las músicas étnicas y tradicionales, con los ritmos actuales.

“Cuando inicié mi proyecto como solista, estaba convencida de que tenía que tomar la música antigua, pero transformarla sin miedo. Incorporar sintetizadores, hacer una mezcla libre y desprejuiciada de instrumentos para hacer versiones muy personales”, enfatiza.

En ese viaje musical al pasado, llegó hasta las raíces de la música mestiza mexicana con el fin de traerlas al presente. Así lo ha hecho en su último disco, Todas las naves del mundo, que contiene “canciones viajeras del mestizaje, canciones que han atravesado los océanos y luego se han fusionado con otras”.

Este disco, agrega, es un “resumen del concepto de lo que he venido haciendo toda mi carrera, tomando canciones, mezclándolas”.

El primer concierto que marcó su carrera como solista fue hace 30 años en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM, donde presentó su disco debut Entre la pena y el gozo

Sobre su acercamiento a la música sefaradí

Formada también como diseñadora textil en la Academia di Costume e di Moda, de Roma, y en la École de la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne, en París, la artista asegura que su acercamiento a la música ha sido un aprendizaje constante que la ha llevado por distintos caminos, pero también a descubrirse a sí misma.

Así ha sido su descubrimiento de la música sefaradí, un género en el que ha sido pionera en México al retomar cantos en ladino de tradición judeo española:

“Para mí fue una sorpresa darme cuenta que estas canciones tradicionales de los judíos españoles de la época de la Conquista tenían unas melodías sorprendentes y que me quedaban perfectamente, o sea, yo disfrutaba cantarlas. Era como si en otra vida yo las hubiera cantado y me parecían perfectas en su contenido, aunque estaban en ladino, el español arcaico que hablaban los judíos en España”, recuerda.

Relata que esas canciones que se caracterizan por ser una fusión de la música árabe y la cristiana influyeron desde el principio su carrera musical como solista. “Cuando empecé a seleccionar las canciones de mi primer disco,  me di cuenta que 60 por ciento de ellas eran sefardíes y sucedió algo curioso, lo mismo pasó con el segundo disco: la comunidad sefaradí en México me adoptó como su intérprete porque en ese momento, a principios de los 90, no había un grupo que diera a conocer esta música”.

Agrega que fue esa misma comunidad la que le proporcionó materiales, en cassettes u otros formatos, para expandir su acervo de cantos sefardíes. Sin embargo, no fue hasta 2015 que decidió dedicar un álbum donde se  retomaran esas canciones antiguas, dotándolas de sonidos contemporáneos. Así nació El Hilo Invisible, grabado con el Cuarteto Latinoamericano, que se alzó en 2016 con el codiciado premio que otorga la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación,  y que fue catalogado como Mejor Álbum de Música Clásica.

Sin miedo a lo nuevo

En el concierto de este jueves, la cantante y compositora estará acompañada por los músicos que han sido sus cómplices en los últimos años: Alejandro Alfaro en la guitarra; Alex Fernández Figueroa al violín; Carlos Sánchez Vilches en el contrabajo y Luciano Sánchez en la batería.

Una agrupación de músicos jóvenes que le dan frescura a su proyecto: “Cada vez son colaboradores más jóvenes. Me interesa porque vienen de músicas muy diferentes y ese bagaje que traen enriquece lo que hacemos juntos, vienen del jazz, del rock, del hip hop, de la música clásica, del folklore”, dice.

El evento

  • JARAMAR. Todas las naves del mundo. 30 años de un viaje musical y de un canto atemporal cargado de pasión tendrá lugar el jueves 01 de agosto, a partir de las 19 horas.
  • En el Auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ).
  • Dirección: José María Izazaga 92, Centro Histórico de la Ciudad de México.
  • Entrada libre
Show Player
Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil