It 2 reseña: ¿El gran homenaje o la descarada copia de Freddy Krueger?

¿Qué le sucedió al grupo de chicos del pueblo de Derry que venció al payaso Pennywise después de sus múltiples asesinatos? En It 2, el cineasta argentino Andy Muschietti (Mamá, 2013) regresa para cerrar la historia escrita por Stephen King en 1986.

Tras 27 años, cada uno de los miembros la pandilla, nombrada Los Perdedores, vuelve a unirse luego que varias desapariciones comiencen a alertar a los habitantes de Derry.

Cada uno en su propio ambiente y vida, uno guionista, otro standupero, otro asegurador, y así, ha olvidado la épica batalla en la que derrotaron al payaso Pennywise. Ahora, ya adultos, volverán a enfrentar este miedo que ya no es infantil.

LO BUENO, SU RITMO Y ESTÉTICA

Si en la primera parte la película lucía una estética que rememoraba los años 80 de una manera muy fiel, en esta ocasión ese estilo se mantiene. Ambientada en la época moderna, It 2 salta continuamente entre esta era y los 80.

Sin caer en la confusión ni el enredo, la película consigue desenvolverse de una manera muy ágil al otorgar saltos en el tiempo acordes y necesarios para la trama.

Es por ello que la unión entre los actores niños y adultos es coherente y muy adecuada para cada uno de ellos. Bill, Stan, Ben, Beverly, Richie, Eddie y Mike tienen excelentes representaciones de sus partes adultas. Exceptuando a Henry Bowers, quien raya en la caricatura.

Hay que destacar que los tics o expresiones de los actores adultos se basaron en el de los niños, por lo que comunican un gran parecido con ellos, siendo el de Richie uno de los más empáticos con el público.

Por ello, el ritmo entre los flashbacks funciona correctamente mientras la historia también avanza, por lo que la duración de tres horas de la cinta llega a agilizarse.

Incluso, por la salida de Chung Chung-Hoon (Oldboy, 2003) de la fotografía se temía que la calidad disminuyera, pero Checco Varese (El Aura, 1993) concede un trabajo decente al jugar, sobretodo, con colores sombríos durante la mayor parte del largometraje.

Asimismo, su homenaje al cine de terror, y de otros géneros, es innegable y basa principalmete en Pesadilla en la calle del infierno, lo cual se confirma en la escena final al observarse en la marquesina del cine de Derry el estreno de la quinta parte de esta saga: A Nightmare on Elm Street 5: The Dream Child.

LO MALO, SU COMPLACENCIA

Sin embargo, es por lo anterior que la cinta comienza a volverse complaciente con el público, tendenciosa y, hasta en cierto modo, hipócrita.

It 2 no solamente utiliza elementos de cultura pop, sino que abusa de ellos tanto que llega a exagerarlos. De hecho, la película de Muschietti como tal se aleja del terror y se acerca a la fantasía, como la esencia del libro.

Lo anterior, influido por el estilo literario de Stephen King, quien al final de su libro imagina a una tortuga gigante en la lucha contra Pennywise. Y aunque en It 2 no aparece esto, ni la tan expectante orgía entre Los Perdedores, el director argentino sí plantea situaciones de fantasía totalmente irreales que pueden disgustar al público que no ha leído el libro.

Por esta razón, los clichés se toman de otros géneros como la comedia, la ciencia ficción y el romántico. Por lo cual llegan a saturar la cinta de una explosión de homenajes, memorabilia y nostalgia, un fenómeno tendencioso explotado en la serie Stranger Things.

Incluso, no sería descabellado afirmar que el filme anhela el estilo de esta serie de Netflix, así como el humor de las películas de Marvel en situaciones incómodas. Por eso pareciera que la película busca complacer a un público enajenado por la nostalgia y el humor barato.

No es casualidad, tampoco, que bajo esta complacencia el director argentino se haya tomado la libertad de aparecer en un cameo. Y además, como está de moda, también incluir una escena completa con el escritor Stephen King, a modo Stan Lee.

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Además, la estética e historia de las películas de Freddy Krueger es tan similar que por momentos parece un remake del personaje de Wes Craven. De hecho, la forma cómo juega y asusta Pennywise a los niños es parecida a la de Krueger, por lo que en contadas ocasiones lo veremos en su forma de payaso.

El final y la repetitiva forma de vencer a Pennywise regresa y vuelve a quedar sosa y vacía: vencerlo a través de la descalificación y humillación.

Lamentablemente, el largometraje también recurre a los fáciles jumpscares en varias escenas, por lo que el “terror” es causado por este barato recurso.

RECOMENDACIÓN: 3 estrellas de 5

Sí, el cierre de esta historia es bueno e imperdible. Sobretodo para los amantes del terror, quienes podrán apreciar en esta cinta una serie de guiños a películas como El Resplandor o La Cosa. Así como un saludo a Guillermo del Toro con la escena de Ben y Beverly besándose bajo el agua al estilo The Shape of Water.

Mientras que para los casuales este largometraje es una experiencia surrealista, fantástica y por momentos terrorífica en la que el entretenimiento no se separa de lo cinematográfico.