La década de los 50’s del siglo pasado trajo consigo una epidemia de polio en Jamaica, entre los afectados estuvieron Cecil Spence y Lascelle Bulgin, quienes superaron la enfermedad para triunfar en el mundo de la música reggae.
A través de la banda Israel Vibration, los dos músicos encontraron el modo de superar sus problemas físicos y convertirse en una leyenda viviente de este género musical.
En entrevista exclusiva para Reporte Índigo, Lascelle Bulgin relata que su éxito a través de los años y las generaciones se ha debido a la conexión con la gente, al escribir y cantar canciones de los temas cotidianos que le suceden a todos.
“Mucho trabajo y mucha disciplina, después de sacar un disco, no sacar otro, hay que dar un respiro, dejar que la gente experimente con las letras. La conexión con la gente está en la música, la clave está en hacer canciones que hablen de la gente, de sus situaciones, de lo que los envuelve”, relata.
Fue en la niñez de ambos cuando se conocieron en un centro de rehabilitación para la polio, junto a Apple Gabriel, quien dejó la banda en 1997 para seguir su camino de solista. En un inicio se perfilaron a practicar basquetbol en silla de ruedas, donde representaron a Jamaica en el equipo nacional, pero su destino estaba encaminado hacia la música y la filosofía rastafari, para mandar sus mensajes de paz y buena vibra.
“La música es global, está en círculos, todos nuestros mensajes van pensados en la gente de todo el mundo, con el mensaje positivo. El propósito de la música es mantener a la gente unida, cosas malas pasan en todos lados, a veces la gente necesita una buena conexión porque las cosas malas pelean con las cosas buenas”, expresa.
Pero el éxito no llegó de inmediato, sus inicios fueron en la música urbana en las calles de Kingston, en las que tocaban para recibir alguna moneda, hasta que su calidad los fue haciendo un grupo reconocido que llegó a abrirle conciertos al legendario Bob Marley.
En tiempos en los que se viven situaciones difíciles en el mundo, Israel Vibration mantiene su deseo de colaborar mediante la música a la paz y los actos de bondad, especialmente con las nuevas generaciones que gustan de su estilo y éxitos a pesar de tener más de 40 años de carrera.
“Buenas cosas hacen más cosas buenas, los jóvenes y niños siguen lo que hacen los grandes, si ellos ven cosas malas las van a repetir, pero si los jóvenes ven que si uno, dos o tres son buenos ellos lo van a ser también. En general la gente necesita conectar con quienes hacen cosas buenas, en ser amables. Si alguien hace algo malo necesita una corrección pero no pelear”, resalta.
