Desde que en 1983 se reportara el primer caso de sida en México, el interés por vencer a esta enfermedad, no sólo en el país, sino también en el resto del mundo, ha llevado a los científicos a invertir horas y conocimientos en tratar de buscar una cura del VIH.
Si bien esto no se ha logrado, los avances han permitido contar con tratamientos que le permiten a las personas infectadas con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) tener una calidad de vida igual de buena que aquellas personas que no están infectadas.
Cuando se tiene un tratamiento que implica una toma muy sencilla una vez al día de una pastilla, lo único que puede mejorar el apego del paciente —que es un factor clave para el éxito— es que tenga tomas que no sean diarias y en ese sentido una de las vertientes que se están estudiando con mucha expectativa es la posibilidad— así como se ha hecho con otros tipos de medicamentos— de un implante de larga duración; esto implicaría que el paciente no tendría que estar diariamente recordando tomar su medicamento.
“Esto se presentó en la Conferencia Mundial Científica de VIH (IAS 2019) que se llevó a cabo en la Ciudad de México, básicamente un par de estudios en donde estamos ya empezando las primeras pruebas, porque todavía está a un buen tiempo en el futuro, pero suena muy prometedor la posibilidad de suministrar el medicamento antirretroviral a través de un implante de liberación prolongada”, asegura el doctor Javier Báez-Villaseñor, director médico asociado de Virología en MSD México.
El desarrollo de este implante es un ejemplo de cómo se siguen buscando todo el tiempo nuevos medicamentos, vías de administración y modalidades de entrega, para que los pacientes no tengan que estar acordándose todos los días a la misma hora de tomar sus pastillas y mejor se dediquen a otras actividades, simplemente con la debida precaución de recordar cuándo les tocaría acudir nuevamente a consulta médica para cambiar el implante.
“En términos de apego esto puede ser una ventaja enorme, pero sí quiero ser muy claro, y fue algo que se enfatizó mucho en la IAS 2019, esto es una vertiente de investigación que tenemos, suena muy prometedor, estamos con altas expectativas, pero en este momento la población no debe confiarse de que el implante estará disponible rápidamente”, aclara el experto, en entrevista con Reporte Índigo.
El desarrollo
La idea central de la investigación es que pueda llegar a ser fácilmente una nueva vía de administración de medicamentos antirretrovirales, por lo pronto se ha probado la tolerabilidad y la seguridad del implante en estudios fase dos, que tiene un número pequeño de participantes, pero fueron altamente positivos los resultados. Esto implica que el desarrollo clínico del producto se probará cada vez más en grupos de mayor tamaño.
“Lo que queremos ver es que sea bien tolerado y seguro, que no haya eventos adversos que deban movernos a la preocupación, aunque hay que recordar que no hay ningún medicamento ni sustancia que esté ciento por ciento exento de eventos adversos, pero lo que queremos es identificar el perfil del producto y del implante en lo que es población humana. Ya estamos en esa fase, suena muy bien, pero todavía falta camino por recorrer”, afirma el director médico asociado de Virología en MSD México.
Báez-Villaseñor comenta que es difícil hablar de una fecha fija, pero que puede ser cuestión de unos pocos, pocos, años para que el implante llegue al mercado; sin embargo, en el inter lo que se tendrá es una vertiente de tratamiento.
“No somos los únicos, hay otros productos en el mercado que están probando nuevos mecanismos de acción; entonces, en realidad es importante dejarle a las personas la tranquilidad de que las farmacéuticas están buscando nuevos medicamentos, mecanismos de acción y de administración, porque nos interesa el beneficio del paciente traducido a una mas larga sobrevida con buena calidad y con mínimo impacto”, sostiene el médico.
Sin miedo al virus del VIH
Javier Báez-Villaseñor asegura que ahora lo que está “muy de moda” en muchos países, incluido México, es la profilaxis pre exposición, que es administrar un medicamento que reduzca sustancialmente la posibilidad de contraer VIH, práctica que para el especialista debería ser parte de un abordaje integral de la lucha.
“De ninguna manera debe conducir a una falsa idea de que esto ya está dominado, lo que nos preocupa mucho es que hay un aparente repunte de prácticas de riesgo en la medida en que muy claramente la población joven de ahora creció con el VIH entre ellos, no vio la parte catastrófica de inicios de la epidemia, hace ya décadas, y por lo tanto, le han perdido el miedo, porque ya no te mueres, vives un buen número de años con una buena calidad de vida”, señala el médico.
De no tener nada en 1983 a contar con buenos tratamientos para las personas infectadas con el VIH, México se posiciona a nivel mundial como uno de los países con mejor panorama en este tema, si bien siempre hay áreas de oportunidad, la infraestructura, médicos e investigadores están al nivel de los grandes de cualquier otro lado.