Hay muchas alternativas con las que Internet se ha vuelto el aliado perfecto contra distintos tipos de abuso y agresión, tales como el ciberacoso. Y una de ellas es Siri, la asistente de voz del sistema operativo iOS (que funciona con los dispositivos de Apple).
Y es que así como se le dice que le llame a tal o cual contacto, o cualquier otra pregunta, ahora Siri contestará ante el comando: “Siri, fui violada”.
Esta advertencia servirá para que la asistente personal proporcione apoyo al usuario para que salga de la conmoción en la que se encuentra.
Este esfuerzo busca que se ayude a las víctimas de abuso sexual y que se detenga a los responsables.
Así como a las víctimas de una violación, esta nueva medida podrá servir para exponer a los delincuentes de prácticas como pornografía infantil.
Y es que el 38 por ciento de los usuarios de Internet tiene entre seis y 18 años, según la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI).
Aunque suene irónico, las alternativas digitales contra este tipo de abusos y delitos han surgido al mismo tiempo de que se ha registrado un aumento en los reportes de ciberacoso sexual.
Internet es un amplio campo para prácticas como grooming (delito que comienza con una relación “emocional” entre un adulto y un niño, con el fin de acosarlo sexualmente a través de la Red).
“Ahora no solamente estamos vulnerables a una violencia sexual uno a uno, sino que también a través de estos espacios (digitales) se está dando otro tipo de dinámica que quizás no estábamos mirando, y el control sobre eso se está siendo un reto para las autoridades”, dice la socióloga clínica Gilda Rodríguez.
Rodríguez enfatiza que “no pueden llamarle pornografía infantil porque esto sigue siendo para ellos violencia sexual. No le pueden llamar pornografía, porque la pornografía implica que es un acto consentido por las personas y los niños no tienen la capacidad para consentirlo, así que por eso muchos le siguen diciendo violencia sexual retratada o explícita”.
Y México es una zona de peligro para los usuarios menores de edad, pues según la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), el país ocupa el segundo lugar a nivel global en la creación de páginas web que publican contenido con pornografía infantil.
De ahí la importancia de valerse de herramientas como redes sociales, apps y otras iniciativas digitales contra ese tipo de delitos.
El reto pendiente
El nuevo reto de los especialistas es que los dispositivos móviles sepan canalizar dichas advertencias.
Ya que muchos usuarios “le hablan a Siri como a un amigo y a veces eso significa pedirle apoyo y consejos. Para apoyo en situaciones de emergencia, Siri puede llamar al 911, encontrar el hospital más próximo, recomendar una línea directa apropiada o sugerir servicios locales”, así lo señaló Apple a través de un comunicado enviado a la revista Time.
Alternativas vs. ciberbullying
En México, más del 50 por ciento de los jóvenes ha aceptado sufrir un acoso cibernético, ya sea dentro o fuera del ámbito escolar. Así lo demostró un estudio de Sparky, una organización de big data que identifica violencia en redes contra menores de edad.
De esa manera, en 2015 se presentó en Hackathón: Sin violencia en Internet, una iniciativa cuya finalidad es combatir y prevenir el ciberbullying a niños y jóvenes.
A través de un comunicado, esta organización subrayó que “el objetivo del proyecto es informar y proporcionar elementos para la gestión de conflictos generados en el mundo digital y desarrollar mecanismos de actuación oportuna ante la violencia en Internet”, dijo la iniciativa a través de un comunicado.
Ni una más
La app ONU Mujeres, que ya está autorizada por el gobierno de la Ciudad de México, pretende fomentar la denuncia contra la violencia de género, así como generar prevención.
Con esta aplicación, una vez disponible, los usuarios podrán denunciar abusos o agresiones contra las mujeres y así incentivarán a que se puedan monitorear las zonas de mayor riesgo en distintas ciudades de la República Mexicana.
Y es que, al día, se registran entre uno y dos casos de “abusos físicos y tocamientos obscenos”, y un total de 60 casos de violación al año, según el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México.