Inspiración para todas
A los 81 años, Susan Finley celebra su 60 aniversario trabajando en la NASA y es un modelo para las mujeres que sueñan con ser matemáticas o científicas
María Alesandra PámanesA pesar de que la presencia de la mujer escasea en la ciencia y la tecnología, hay figuras femeninas clave en esos rubros, tales como la ingeniera estadounidense Susan Finley.
Apodada “Sue”, la mujer de 81 años de edad celebra este año su aniversario número 60 trabajando en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).
De hecho, Finley empezó a trabajar en el Jet Propulsion Laboratory de dicho organismo estadounidense desde antes de que se lanzara su primer satélite, en 1958.
Sue ha trabajado desde entonces en el laboratorio y eso la convierte en la mujer más longeva de la NASA. Era parte del equipo cuando la agencia espacial aún no era un organismo formal.
Finley resolvió ecuaciones complejas durante programas espaciales y, junto con otras matemáticas, hizo cálculos a mano para que se pudieran lanzar cohetes exitosamente.
En un video oficial del Jet Propulsion Laboratory, Sue dijo que “no solamente se trataba de aritmética”, ya que resolvían problemas matemáticos y además programaban”, aunque en aquella época no se conocía como tal. Hoy, saber programar es el futuro.
Susan ha vivido el avance y la inclusión que ha tenido la mujer en las distintas tecnologías, tal como el momento en el que se integraron los equipos de hombres y mujeres programadores en las mismas misiones, en la década de los 70.
En entrevista con LA Times, Susan declaró que “los hombres siempre nos trataron igual, desde el principio, estábamos haciendo algo que ellos no podían hacer y que necesitaban para seguir con lo que ellos tenían que hacer”.
También le han tocado momentos clave en la carrera espacial, ya que en la década de los 90 trabajó en misiones de la Mars Exploration, desarrollando programas para que los vehículos de la NASA enviaran tonos musicales cada vez que realizaran movimientos o descensos en la atmósfera del Planeta Rojo. El software recibía e interpretaba los tonos para que los ingenieros del proyecto supieran lo que estaba sucediendo.
Sin embargo, Susan Finley no se ha librado de la controversia. No tiene un título profesional, pero en entrevista con The New York Times dijo: “creo que soy bastante inteligente, tal vez, simplemente odio la escuela y amo el trabajo”.