Para conseguir tu propósito de vida el método Ikigai te invita a reflexionar en cuatro sentidos y encontrar la conexión entre ellos. Los cuatro conceptos básicos del Ikigai son la pasión, vocación, misión y profesión.
Tu pasión mezclada con tu profesión deben guiarte a aquello en lo que eres bueno; mientras que la combinación entre tu pasión y tu misión te acercarán hacia lo que amas hacer y comunicas, basado en quién eres. Por otro lado tu misión y tu vocación en conjunto te acercarán a lo que el mundo necesita de lo que tú haces.
Este diagrama te ayuda a establecer y encontrar tu razón de ser, vivir o existir.
El Ikigai se compone de lo que te gusta hacer, lo que te hace feliz y, también, de aquello en lo que eres bueno. Tu talento es aquello en lo que destacas y por lo que recibirías una remuneración económica. Por otro lado, tu pasión es algo que podrías hacer día y noche sin sentir el paso de las horas.
Entre pasión y misión se encuentra lo que amas y te brinda placer y plenitud, pero sin compensación económica.
Entre tu pasión y tu profesión está aquello en lo que eres bueno. Pero aunque te brinda satisfacción también puede provocarte una sensación de inutilidad.
Entre tu profesión y tu vocación está aquello por lo que eres compensado económicamente, pero si solo te enfocas en estos dos puede generarte comodidad combinada con una sensación de vacío.
Y finalmente entre tu vocación y tu misión puedes encontrar aquello que el mundo necesita, pero sin placer, remuneración o satisfacción alguna.
